El Congreso de Perú tenía previsto continuar por cuarta vez el miércoles un debate para adelantar las elecciones generales en 2023 como una forma de enfriar las protestas contra la presidenta Dina Boluarte y el mismo Parlamento que en dos meses de manifestaciones han dejado 58 muertos.
La reunión de los legisladores se suspendió la víspera tras no encontrarse un consenso entre los 13 grupos políticos que fije las fechas exactas en las que se llevaría a cabo las elecciones y el inicio del nuevo periodo presidencial y congresal. El lunes tampoco hubo acuerdos entre los grupos políticos.
El debate en el Parlamento, que se reanudó antes del mediodía, ocurre en medio de protestas de millas que durante dos meses han exigido la dimisión de Boluarte, así como la de los miembros del Parlamento.
Las movilizaciones comenzaron a multas de 2022 como reacción a la destitución y encarcelamiento al entonces presidente Pedro Castillo, que el 7 de diciembre intentó disolver el Congreso para evitar una elección para su remoción del cargo. Tras la decisión del Parlamento de destituirlo, fue juramentada como presidenta su vicepresidenta Boluarte y se sobrevinieron jornadas de protesta principalmente en los Andes del sur y hace dos semanas se trasladaron a Lima.
En caso de que no se logren acuerdos en el seno parlamentario peruano, la presidenta Boluarte y los 130 legisladores tendrán que continuar en sus funciones hasta 2026, según lo establece la ley.
Boluarte ha indicado que de no lograrse un acuerdo en el Parlamento ella empleó una iniciativa de ley para solicitar el adelanto de elecciones para octubre y el inicio del nuevo gobierno los primeros días de 2024, también que el próximo Congreso reforme la constitución.
