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Cerca de 50 silleteros trabajan en la frontera colombo-venezolana
El sol abrasador de la frontera ha llevado a los silleteros a ingeniárselas para protegerse en sus jornadas laborales. Algunos han optado por instalar un amplio paraguas que protege tanto al que conduce la silla de ruedas como al cliente.
Los domingos — este 29 de enero no fue la excepción — baja el número de ciudadanos que atraviesa el tramo binacional. Un silletero, como se aprecia en la imagen, descansaba bajo el amparo de su sombrilla.
El trabajador informal tenía ubicado su vehículo de trabajo en toda la vía principal del corregimiento colombiano La Parada, a la espera de que un cliente interrumpiera su letargo.
Unas gafas oscuras y una postura algo desgarbada, reflejaba la comodidad en la que estaba pese al bullicio que comúnmente se genera en la localidad comercial. Otro trabajador, de pie, se hallaba a su lado y le hacía despertar reiteradamente con el grito: «quedan dos pasajeros para San Cristóbal. Saliendo ya».
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Los silleteros, al igual que otros grupos, emergieron en frontera a raíz del cierre de los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, el 19 de agosto de 2015.
La posibilidad de reactivación de estos pasos formales para la circulación de vehículos de todo tipo, amenaza la posibilidad de que los informales sigan activos. No habría espacio para que ellos circulen y están conscientes de ese escenario.
Los adultos mayores son los clientes más frecuentes de los silleteros. Por alguna dolencia o simplemente por lo fatigoso que resulta cruzar el puente, estos ciudadanos suelen pagar entre 5 a 7 mil pesos por el servicio. Todo depende de la distancia que recorran.
En la actualidad, cerca de 50 silleteros laboran entre San Antonio del Táchira y La Parada. Este amplio grupo se une a los cientos de carretilleros y carrucheros que también hacen vida en la zona y se unen a los lomotaxistas y trocheros.
El único puente activo para el paso de todo tipo de vehículos es el Atanasio Girardot, inaugurado el pasado 1 de enero.
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