El doctor René Rivas, presidente del Colegio de Médicos del estado Lara, denunció tajantemente que el gobierno ha descuidado el proceso de inmunización contra el virus del COVID-19 y sus variantes.
Desde luego, no se ha preocupado por las secuelas que han sufrido las personas de inmunización pasiva, las que después de haber sido vacunadas han tenido diversas afecciones.
Al ser entrevistado por El Impulso, el dirigente gremial dijo que era preocupante el descuido en cuanto a la dotación de vacunas contra el Sars-Cov 2 o COVID.
Aún más, no se atiende el esquema tradicional de vacunas BCG, Polio, Pentavalentes y, en general, todo ese proceso de inmunizaciones.
Al haberse registrado una baja en la infección por COVID a nivel nacional, se ha descuidado bastante la dotación de inmunizaciones del Sars-Cov 2, reiteró. Pero, eso es consecuencia de falta de política destinada a que se le cumpla no sólo a los pacientes que ameritan protección contra el COVID sino a otras personas, especialmente niños.
La inmunización es un factor importante, que forma parte de los esquemas internacionales, para poder tener nuestra población lo más protegida posible.
-Doctor Riva, hay muchas personas que dicen que después de haber recibido esos productos contra el COVID han venido sufriendo dolores musculares y otros malestares.
¿Qué nos puede decir al respecto?
Nosotros tenemos un proceso de inmunidad pasiva, la cual adquirimos cuando nos formamos de manera intrauterina y también adoptamos inmunización a través de la lactancia materna. La inmunidad activa es cuando se le aplica a la persona una vacuna, la cual genera una respuesta orgánica y, algunas veces, factores colaterales en el proceso de inmunización. De manera que podemos tener pacientes, incluso niños, que presentan fiebre y malestar general. En adultos también que han sido vacunados contra el COVID se pueden apreciar manifestaciones, algunas veces con complicaciones.
¿Se están haciendo investigaciones acerca de lo que me está diciendo?
A nivel internacional hay muchos estudios científicos y farmacológicos avanzados en el continente americano, Europa y Asia que se han venido haciendo con muchos recursos económicos. Esas vacunas tienen los estándares que regula la Organización Mundial de la Salud y es lo que determina la aplicación en diferentes países.
¿Pero, ¿en Venezuela?
Lo que pasa en Venezuela es que no tiene capacidad ni siquiera para dotar en lo posible las inmunizaciones y aplicar de manera ordenada las vacunas. Menos va a tener capacidad el gobierno de hacer investigación, ni tampoco fortalecer las vacunas que llegan aquí mediante el seguimiento mediante métodos científico y farmacológico, porque el Instituto de Higiene Bachiller Rafael Rangel, que pudiera hacerlo, está totalmente descuidado y no cuenta con los recursos indispensables para realizar su labor investigativa.