Tommy Paul recibió mucha menos atención que su rival, más joven y con menos experiencia, Ben Shelton, antes del duelo que enfrentó a los dos estadounidenses en los cuartos de final del Abierto de Australia.
Tal vez fue producto de la fascinación que despierta el desconocido Shelton: con apenas 20 años y menos de un año después de ganar un campeonato universitario en Florida, viajaba por primera vez al extranjero para participar en su segundo torneo del Grand Slam.
Así que los gritos de aliento que más se escucharon en la arena Rod Laver el miércoles, bajo un sol que elevó la temperatura a 30 grados centígrados (87 Fahrenheit), eran para uno de los dos: “¡Vamos, Benny! ¡Vamos!” o “¡Benny, Benny, Benny! Oi, Oi, Oi!”.
“Tuvo un excelente viaje”, resaltó Paul.
Pero su historia, que es la que continuará en Melbourne Park, es también bastante buena. El tenista de 25 años y natural de Nueva Jersey fue una estrella en categoría junior y ahora está cumpliendo las expectativas como profesional. Con su victoria 7-6 (6), 6-3, 5-7, 6-4 ante Shelton alcanza su primera semifinal de un major en su 14ta participación.
“Toda transición de los juniors al circuito profesional es diferente. La mía tardó más», declaró Paul, 35to en el ránking de la ATP, mencionando a otros estadounidense de su generación: Taylor Fritz, Frances Tiafoe, Reilly Opelka. “Me gusta pensar que he dado pasos seguros para subir. Así lo he sentido. Siento que 2023 puede ser el año de mi gran salto».
Además, su madre presenció desde la grada la mayor victoria de su carrera. Según contó, su madre reservó un vuelo tras su triunfo en los octavos de final y fue directa desde su trabajo al aeropuerto para el largo viaje desde Estados Unidos a Australia.
“Llegar al segundo fin de semana de un Slam es el sueño de todo el mundo cuando empieza a jugar al tenis”, afirmó Paul. “No me puedo creer que esté aquí”.
Ahora, Paul es el primer estadounidense que llega a esta fase del torneo desde Andy Roddick en 2009. Roddick fue también el último de sus compatriotas que levantó la copa de campeón de un major cuando conquistó el Abierto de Estados Unidos hace 20 años.
Su próximo rival será Novak Djokovic, ganador de 22 grand slams, nueve de ellos en Australia. El serbio arrolló al ruso Andrey Rublev, quinto preclasificado, en apenas tres sets 6-1, 6-2, 6-4.
“Se cómo juega. Lleva varios años en el circuito. He podido verlo jugar un poco, especialmente durante este torneo. Está jugando el mejor tenis de su vida», comentó Djokovic. “Es un jugador explosivo y muy dinámico”.
Tras sufrir molestias en los isquiotibiales de la pierna izquierda en sus dos primeros partidos, Djokovic está en racha: ha ganado sus últimos 11 sets y cedió un total de 27 games en su intento por conquistar su 10ma corona en Melbourne.
La otra semifinal enfrentará el viernes al griego Stefanos Tsitsipas y al ruso Karen Khachanov.
En el cuadro femenino, dos días después de avanzar por primera vez a los cuartos de final de un major, Magda Linette logró dar un paso adicional al avanzar a semifinales.
Linette, quien no figuraba entre las preclasificadas y tiene 30 años, doblegó 6-3, 7-5 a Karolina Pliskova, otrora número uno del mundo, quien se unió a la lista de jugadoras que han caído sorpresivamente ante la polaca en el Melbourne Park durante este torneo.
La polaca había perdido siete de sus nueve duelos previos con la checa Pliskova, ha derrotado en rondas sucesivas a Anett Kontaveit, Ekaterina Alexandrova y a la francesa Caroline García, campeona de las Finales de la WTA.
“Es tan emotivo que ni siquiera puedo creerlo”, dijo Linette. “Traté de conservar la compostura y aproveché mis oportunidades cuando pude”.
Linette se medirá a la bielorrusa Aryna Sabalenka (5ta preclasificada), quien venció más tarde a Donna Vekic, por 6-3, 6-2. Las semifinales se disputarán el jueves por la noche.
El otro duelo por el boleto a la final quedó definido el martes. La bielorrusa Victoria Azarenka, dos veces monarca de Australia, jugará contra Elena Rybakina, campeona de Wimbledon.