El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) reveló que, en lo que va del 2023, más de 400 manifestaciones se han registrado en el país.
Derechos laborales, a la manifestación pacífica, gasolina y agua son las principales exigencias de quienes se han concentrado en las calles; participando personal docente y de salud, así como otros gremios públicos en la que aseguran “no escapar de la realidad de pobreza que han sido sometidos por recibir salarios insuficientes”.
En Maracaibo, estado Zulia, los docentes desde el pasado 9 de enero han exigido que se les otorgue los beneficios laborales que no poseen, como bonos, seguros médicos, entre otros. Mientras en Barquisimeto, estado Lara, las mayores manifestaciones son del gremio de educación, aunque el sector salud, la clase obrera y empleados de las instituciones públicas, también se han unido en exigencias de mejores salarios.
La socióloga, Yonaide Sanchez, informó que desde el 2020 la protesta social tomó el lugar protagónico.
“La gente sigue dispuesta a denunciar y tratar de influir sobre todas aquellas carencias que los están afectando, la protesta social ha desplazado a la protesta política que se vieron en 2019”, refirió la especialista.
Señaló que “la corrupción y falta de respuestas por parte de un patrón indolente ha llevado a que los ciudadanos se cansen de esperar” por lo que «tomen las calles como medida de presión”.