Todos los ciudadanos tienen el derecho de intervenir libremente en los asuntos públicos por lo que la participación del pueblo en la formación, ejecución y control de la gestión pública es el medio necesario para lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo, para lo cual es obligación del Estado facilitar la generación de las condiciones más favorables para su práctica, a través del sufragio que es un derecho que se ejercerá mediante votaciones libres, universales y secretas.
El anterior párrafo es la copia casi textual de los artículos 62 y 63 de la Constitución. A su vez es la apretada síntesis de la aspiración del Grupo DECODE manifestada en un Comunicado publicado la semana pasada: debemos darle al Voto el valor de instrumento para el ejercicio pleno de la soberanía popular y en torno a él debemos buscar la perfectibilidad republicana a través de la unión de los partidos políticos y la sociedad civil en su conjunto.
Para la desgracia de quienes luchamos por esas ideas ya desde los partidos o como nosotros, desde la sociedad civil organizada, el sistema de participación ciudadana está desmantelado, devaluado como instrumento de cambio y por ello la expectativa que se aprecia en la sociedad en general es que el Voto no podría ser instrumento de superación de la crisis, confinándolo al salón de los trastos inútiles, de las ilusiones desgastadas.
Por lo anterior, todo aquel que se sienta comprometido con un cambio político en el país en búsqueda de la democracia, debe darse a la tarea de reactivar la esperanza en el Voto como herramienta de participación y esperanza de armonía y paz nacional. Para ello el mejor mecanismo para rescatar la esperanza en la utilidad del sufragio es la elección primaria programada para mediados de este año, en la cual la oposición democrática deberá cerrar filas en su defensa, anteponiendo su realización exitosa, por encima de las lógicas y legítimas diferencias que existen entre los partidos y otros componentes de esas fuerzas sociales democráticas.
La elección primaria consistirá, si así nos lo proponemos, en un medio de volver a tener fe en el Voto, de tener esperanza en que a través del sufragio podrá operarse el cambio que requiere el país para conseguir de nuevo un sistema democrático que le dé al país la libertad y la prosperidad que en un pasado gozamos. Para ello es esencial articular desde las diferentes regiones una gran estructura de respaldo al trabajo que realiza la Comisiòn Nacional de Primaria, pero a la vez debemos estar vigilante de que el desprestigiado Consejo Nacional Electoral, si acaso colabora con este proceso, no sea un factor de descrédito para el mismo. Es a través de la elección primaria que recordaremos cómo ejercemos el Voto en la época democrática y la esperanza que depositamos en él para la renovación política en el mando del país. Esta elección primaria con su confrontación legítima previa entre los candidatos, será un ejercicio eficaz para vitalizar el músculo ciudadano que radica en el proceso eleccionario.
Lo importante para esta cruzada a fin rescatar la vigencia y el poder del Voto, como textualmente se declara en el Comunicado del DECODE, es que logremos adentrarnos en el corazón del pueblo e instalemos allí la esperanza contenida en este derecho del cual depende el futuro y la soberanía de Venezuela
¡Apostemos al voto, apostemos a la esperanza!
Jorge Rosell y Jorge Euclides Ramírez