El flujo irregular de migrantes por la peligrosa selva del Darién en la frontera con Colombia hacia Norteamérica registró una cifra récord en 2022, con casi 250.000 personas en tránsito provenientes principalmente de países como Venezuela y Ecuador, un fenómeno que se prevé que continúe este año, aunque posiblemente en menor magnitud y con patrones diferentes tras las medidas migratorias impulsadas por Estados Unidos, según algunos expertos.
Esa cifra es casi el doble de los cruces registrados en 2021, cuando alcanzaron 133.000 y fueron realizados principalmente por haitianos, indicó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en un informe divulgado el martes desde Ginebra y que se sustenta en los registros de las autoridades migratorias de Panamá.
Este flujo por la jungla del Darién —una provincia apartada de Panamá— lleva más de una década, pero el año pasado registró un drástico giro con el fuerte incremento de venezolanos que decidieron utilizar esa ruta en ocasiones mortal o por las costas panameñas para llegar a Estados Unidos. En total, de acuerdo con el informe, cruzaron 150.327 venezolanos, lo que contrasta con los casi 3.000 que lo hicieron en 2021.
También llama la atención que el flujo de ecuatorianos pasó de 330 a 29.356 en 2022. A esas nacionalidades siguieron los haitianos (22.435), cubanos (5.961) y otras decenas provenientes de países de África y Asia golpeados por la pobreza y años de violencia y conflictos armados.
Las autoridades migratorias panameñas aseguran que cientos de migrantes han seguido cruzando el Darién en las dos primeras semanas de enero, aunque no precisaron las nacionalidades.
“No sé que vamos a ver en este 2023, (pero) creo que es muy difícil llegar a la misma cifra (del año pasado) porque cambiaron las cosas desde octubre”, señaló a The Associated Press el jefe de misión de la OIM en Panamá, Giuseppe Loprete.
Aludió a las medidas de control migratorio anunciadas por el gobierno de Estados Unidos en relación con los venezolanos ante el fuerte incremento este año de los que intentaban cruzar irregularmente por su frontera con México y entre los que se incluían migrantes que sortearon el Darién.
Mediante su plan Estados Unidos aceptaría en un principio a 24.000 venezolanos de forma temporal que arriben por avión y cuenten con un patrocinador en esa nación, lo que provocó que muchos se quedaran varados en Panamá o se devolvieran de Costa Rica u otros países. El Servicio Nacional de Migración de Panamá informó recientemente que se había logrado enviar de vuelta a su país hasta ese momento a 5.600 migrantes venezolanos en “vuelos humanitarios”.
“Hubo un cambio drástico y casi de inmediato”, aseguró Loprete, en referencia a que se redujo el tránsito de venezolanos. Eso no ha ocurrido, sin embargo, con los migrantes de otras nacionalidades, incluso de Ecuador, Haití y Cuba, “donde hay situaciones críticas por diferentes razones, la inestabilidad política y económica, la violencia”, agregó el representante de la OIM.
En tanto, al menos 36 migrantes fallecieron en su intento de cruzar el Darién el año pasado, aunque la cifra podría ser mayor debido a que muchos perecen en la jungla sin que sus restos sean reportados o recuperados, indicó la OIM.