#OPINIÓN Trampas y fraudes electorales #12Ene

-

- Publicidad -

Todo proceso electoral masivo contiene irregularidades: Desde errores burocráticos, hasta trampas con sufragios emitidos indebidamente o múltiples veces; la adulteración de listas electorales, manipulación de horarios y el ventajismo tolerado o aprobado por las autoridades electorales.

Las irregularidades de menor escala pueden observarse en mayor o menor grado en casi todas las sociedades: El quid radica en su volumen, impacto e impunidad.

- Publicidad -

En Estados Unidos y la mayoría de los países con sistemas electorales más transparentes el impacto porcentual de estos casos resulta intrascendente: Suelen ser detectados y corregidos antes de emitirse resultados finales, o son revisados minuciosamente en apelación posterior.

Otra cosa es el clásico fraude masivo, que consiste en revertir repentinamente los resultados de una elección, como sería el caso en Colombia en 1973, donde parecen haberse modificado los resultados para evitar un triunfo electoral del exdictador Gustavo Rojas Pinilla.

En el mundo de las teorías conspirativas hoy proliferan las consejas sobre fraudes electorales por vías electrónicas sin que hasta el presente se hayan obtenido pruebas sólidas de ello.

Esos mitos han sido estimulados fundamentalmente por demagogos irresponsables, como Trump, Bolsonaro y otros, para justificar sus derrotas, sin otra prueba que las tradicionales irregularidades de pequeña monta; pero han inducido a sus seguidores más fervientes a cuestionar el sistema electoral democrático – hasta violentamente – generando consecuencias muy dañinas para la institucionalidad en sus sociedades.

En otros países el ventajismo oficial se traduce en abusos de poder por parte de un régimen que usa de sus fuerzas, recursos públicos y predominio institucional para estimular votos a su favor, o reprimir los van en su contra.

Toda irregularidad puede ser decisiva en elecciones reñidas, y algunos analistas definen el cúmulo de trampas, abusos e irregularidades por parte de un régimen como fraude continuado, como por años ocurrió con el PRI mexicano, la actual Venezuela y otros países.

Frente al fraude continuado que aplican gobiernos y partidos de vocación autoritaria y hegemónica el mejor antídoto es el voto masivo de protesta.

Por un lado, en el peor de los casos sirve para resaltar los abusos, atropellos y delitos del régimen, desbaratando su credibilidad; y cuando una oposición seria se organiza y moviliza puede lograr un resultado abrumador y mover decisivamente el tablero político. La muerte terminante de toda ideología o carrera política es siempre en las urnas.

Antonio A. Herrera-Vaillant

[email protected]

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -