“Señor, ayudadme a decir la verdad delante de los fuertes y…
a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.”
Mahatma Gandhi.
Viene de “Problemática De La Deforestación En Las Cuencas Hidrográficas Del Estado Lara.» PARTE I. Es inaceptable lo que está ocurriendo a nivel mundial referido a lo que podríamos llamar “Depredación Ecológica que atenta contra la vida, en el Planeta de Agua que llamamos Tierra.”
Repito:
“El daño que se está ocasionando a la naturaleza es directamente proporcional a las consecuencias que habremos de pagar… ¡Inefablemente!».
Como venezolanos es nuestra la obligación de “ocuparnos” por lo que pasa en nuestro ámbito y por la presunta inacción de los funcionarios que teniendo la autoridad que les consagra la Constitución Nacional y las leyes protectoras del ambiente, incumplen con “su responsabilidad,” la de instaurar el “Estado de Derecho,” evaluar los daños, presuntamente irreversibles que se vienen ocasionando al ambiente y sancionar a los culpables de los ecocidios haciendo valer nuestros “Derechos Humanos…”
Insisto:
Lo que ha venido sucediendo en el sector “El Pajonal”, municipio Morán, del estado Lara, es motivo de profunda preocupación para todos los seres vivos de la Región, ya que es zona de influencia y de protección de la Cuenca del Rio Tocuyo,” descrita así, en decreto presidencial; agravando las consecuencias del presunto ecocidio, el que esta zona está adyacente al embalse o represa “Félix de los Ríos,” mejor conocida como “Dos Cerritos,” “contigua al caserío y Cerro Curumato, colindante del Cerro Mundo Nuevo” que, según opinión de ingenieros y científicos, es la zona de mayor índice pluviométrico del estado Lara.
Sin olvidar que éste embalse o represa, surte de agua dulce a más del ochenta por ciento (80%) de la población del estado Lara y es indispensable para el riego que necesita la producción de alimentos.
“Y, la depredación allí existente y cada vez mayor ha sido denunciada públicamente”
Para mí es razón suficiente para pedirles que sigan y de ser posible conserven estos artículos para su análisis y reflexión, en ellos me he permitido transcribir un trabajo que realicé, para la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado,” el 25 de junio de 2008. Cito:
“¡Escurrimos el Bulto!”
Así expresa el adagio popular, culpamos a los países industrializados que consumen los combustibles que fueron almacenados en el Cretáceo, como una alternativa que optó la naturaleza como auto protección, pero el ser humano desde el comienzo de la “Revolución Industrial«, hace poco más de un siglo, optó por liberarlos, y no podemos engañarnos, nuestra economía, la venezolana, hoy más que nunca depende de “la comercialización de estos combustibles contaminantes». Hemos ido más allá de la depredación ambiental, apegados al precepto de que, el Petróleo no es renovable, se han elevado sus precios de manera irracional, para nosotros mismos, porque el sistema productivo internacional, depende exclusivamente del Petróleo, mientras que nosotros, prácticamente no producimos más que esta materia prima; de la mayoría de los bienes de primera necesidad, tan sólo somos consumidores. El desequilibrio en los precios de los combustibles ha traído como consecuencia inmediata, una súbita alza en los precios de los alimentos. La alta producción de alimentos de América latina y el Caribe supera el treinta por ciento (30%) las necesidades de su población, pero el aumento de los precios hará que surjan en la región diez millones (10.000.000) más de pobres; así fue señalado por el Sistema económico latinoamericano y del Caribe (SELA), cuyos representantes, reunidos en Caracas, añadieron:
“El aumento record del precio de los alimentos se produce en un momento de abundancia y no de escasez y, apostaron por medidas de índole humanitario en el corto tiempo,” y nosotros, Venezuela, por ahora, estamos lejos de tener, realmente, la necesaria soberanía alimentaria, teniéndose, como lógica consecuencia, el incremento avasallante del precio de los más elementales alimentos y de los bienes necesarios para cubrir nuestras necesidades básicas. Es decir…
“Los primeros en sufrir el incremento de la inflación mundial, somos nosotros mismos; por elemental consecuencia de la ley de la causa y efecto.”
Aunado a esto, se podría magnificar que se ha perdido la cultura de la preservación del agua dulce y, esto es una responsabilidad social que debemos trasladar a los entes a quienes compete su preservación, y a los políticos que parecen estar ocupados en sus propios asuntos…
CONTINUARÁ…
Maximiliano Pérez Apóstol