Los gobiernos de Venezuela y Colombia tienen que evaluar todo lo correspondiente al tránsito de mercancía en cuanto a las condiciones, a las exigencias legales y jurídicas para el transporte de carga, donde debería existir una homologación respecto a las características de los vehículos que transitan por las carreteras de ambas naciones, donde la seguridad jurídica para los inversionistas es vital.
El pronunciamiento lo hace Gipsy Pineda, presidenta de la Cámara de Turismo del estado Táchira, quien advierte que en las primeras de cambio se han venido solventando los problemas para el tránsito automotor de vehículos particulares por el Puente de Tienditas, siendo necesario abocarse a otras áreas que son de gran trascendencia para lograr una apertura integral de carácter bilateral, admitiendo que este es un trabajo largo y complejo.
“Evidentemente, para eso se requiere de un tiempo prudencial e importante, a los efectos de que los dos países puedan competir de manera sana, equilibrada, justa; y lo otro, que también es muy importante para la reactivación económica y el intercambio fronterizo, está la estabilidad y la seguridad jurídica para los inversionistas, tema bastante sensible, delicado que debe reforzarse en los dos países para poder atraer la confianza y los inversionistas de los dos lados”, dijo Pineda.
Destacó como un hecho de gran trascendencia, que los gobiernos de Colombia y Venezuela, acordaron aceptar como válidas las licencias de conducir vehículos, por supuesto mientras que estén vigentes, casos que se irán ajustando progresivamente.
“En cuanto a la legislación en general, tanto de personas como de tránsito de mercancías, es un tema largo y es un tema donde los gobiernos van a ir evidenciando situaciones y circunstancias para irlas moderando. Es importante destacar que la dinámica de las fronteras es muy especial, el comercio es demasiado dinámico y ese dinamismo del comercio, en cuanto a la celeridad y el cambio de las condiciones, no permite que las legislaciones sean fijas o estáticas, deben irse adaptando a nuevas situaciones y esto ha sido histórico, no es ahora con el momento de la apertura de la frontera.
En consecuencia los ejecutivos fronterizos, deben formar parte de esa observación permanente de esa dinámica económica, para que informen a las capitales y de allí se emanan decisiones importantes para que la economía no se vea paralizada o empañada, producto de limitaciones jurídicas y más ahora con esta apertura fronteriza que muchos tenemos expectativas y dudas, más que certezas y realidades; sin embargo, estamos muy contentos porque el primero de enero se cumplió con la apertura de un puente con muy buenas instalaciones y con muy buenas características que nos hace entusiasmarnos y poner nuestra fé en esta reactivación del aparato productivo fronterizo del estado Táchira y en general de los dos países”.
Pineda señala como un elemento muy alentador y estimulante, que cuando pasa algún vehículo colombiano está en San Cristóbal, haciendo sus diligencias o sencillamente trasladando a algún pasajero, los vehículos venezolanos le dan la bienvenida con sus bocinas en señal de alegría, ya que es la visualización de una muestra real de una apertura fronteriza.
“Este paso libre de las personas y de los vehículos es la prueba más contundente de que la apertura es real”, dijo Pineda.
