Durante el año 2022 hubo un crecimiento importante en la fibra óptica en Venezuela, aseguró Pedro Marín, presidente de la Cámara de Empresas de Servicios de Telecomunicaciones (Casetel), quien considera que todavía falta.
El dirigente gremial explicó que aunque hay un crecimiento importante en las ciudades, todavía hay regiones del país que están totalmente desconectadas y tienen que buscar la manera de que esa conexión se haga efectiva en el corto y mediano plazo.
El presidente de Casetel preciso que no pueden conformarse con mejorar la conectividad en Caracas, Barquisimeto o Maracaibo, sino también tienen que extenderse hacia las zonas del país donde hay personas que no tienen conexión. Como por ejemplo el estado Bolívar, Amazonas y Delta Amacuro.
Marín destacó que la limitante que hay para que las empresas inviertan hacia esas regiones, es el tema de las VGT, es decir, las vías generales de comunicaciones que son las canalizaciones o los postes a través de los cuales se lanza la fibra óptica.
En ese sentido, explicó que en el país la fibra óptica pertenece a Cantv o a Corpoelec, los cuales cobran a las empresas privadas para poder lanzar la fibra a través de esas canalizaciones y eso son costos muy elevados, cuando son poblaciones que están apartadas y donde no hay muchos habitantes, lo que permite la pérdida de rentabilidad para hacer las conexiones.
«Yo sugeriría al ente regulador, en este caso Conatel no poner las mismas tarifas de VGT para las ciudades, con lugares densamente poblados dónde el poder adquisitivo de la gente es alto igual que para lugares apartados con pocos pobladores y dónde el poder adquisitivo es bajo», señaló.
Marín estima que es fundamental que se comiencen a hacer intercambios o algún tipo de colaboración entre el sector público y el privado. «Por ejemplo, en Maracaibo donde el transporte se lo da Cantv a una empresa y esta le da ancho de banda a Cantv en ese lugar».