Partidarios del expresidente brasileño Jair Bolsonaro tomaron el Congreso de ese país este domingo 8 de enero, mientras otros manifestantes se estaban reuniendo frente al palacio presidencial y la Corte Suprema, exigiendo una intervención militar para sacar del poder a Luiz Inácio Lula da Silva, que tomó posesión hace exactamente una semana.
Los manifestantes llegaron al corazón del poder en la capital de Brasil desde el Cuartel general del Ejército, donde están acampados desde que Bolsonaro perdió las elecciones hace dos meses. Los bolsonaristas superaron las barreras policiales para asaltar las sedes del legislativo y del Poder Judicial. También intentaron asaltar la presidencia.
Los personas, en su mayoría con camisetas amarillas y verdes y banderas de Brasil, se niegan a aceptar la victoria de Lula en las elecciones del pasado octubre
El asalto de Brasilia supone un grave desafío para el nuevo presidente, el izquierdista Lula da Silva. El mandatario tenía previsto visitar esta tarde una ciudad del interior del Estado de Sao Paulo, afectada por las intensas lluvias de los últimos días.
De igual forma, estos hechos recuerdan al perpetrado en el Capitolio de Estados Unidos hace dos años con la diferencia de que el Congreso brasileño no está en sesión, solo retomará sus actividades en febrero.
El área donde se concentran las sedes de los Tres Poderes había sido acordonada por las autoridades pero los manifestantes han logrado superar esas barreras y han entrado en los tres edificios.