A mis hijos…
El camino al éxito no se forja en unos días, hay que ubicarlo, hay que aplanarlo, hay que sembrarlo, amarlo y dedicarle tiempo hasta que empiecen a asomar su corola los retoños.
No se siembra en tierra árida, todos buscamos el mejor terreno para hacerlo. No se trabaja para estancarse ni para perder el tiempo en misiones imposibles ni en milagros sin acciones, se trabaja para crecer, para evolucionar y avanzar. Aunque la siembra sea difícil hay que arar, arar y arar hasta que el terreno quede preparado para una exitosa siembra y una mejor cosecha.
El esfuerzo tiene su recompensa, más temprano que tarde aparecerá una luz sobre el camino, se abrirán mejores puertas, aparecerá un horizonte seguro, un mejor futuro. Cuando hay fe, paciencia, voluntad, esmero y constancia, más allá de las propias expectativas todo empezará a florecer. Cuando se tiene fe, el poder de la mente arrasa con cualquier imposible.
Siempre aparecerán en la vida las dificultades o tropiezos ante cada plan, ante cada sueño, ante cada anhelo, lo que importa es hacerles el frente hasta vencerlas. Cada cosa que ambicionamos tiene su esfuerzo, su precio, nunca se nos dará en bandeja de plata, habrá que luchar hasta lograr ver hecho realidad nuestros sueños.
A veces nos resistimos a dar un paso para enrumbarnos por otro camino, sentimos temor. No dar el paso es quedarse en el mismo punto, con la misma vida sosa y los mismos sueños insatisfechos. Atreverse es llegar a donde uno quiera, no es fácil dejar lo nuestro y menos lo es cuando todo lo que amamos queda atrás, todo parece incierto y oscuro…
La vitalidad física, la fortaleza espiritual y los conocimientos son los mejores aliados con que cuenta la actitud y fe que todos tenemos en ese potencial, a los que pocos acuden y explotan en los momentos cruciales, en los que es necesario tomar una decisión.
La calma, la espera y la paciencia son elementos que tarde que temprano nos conducirán hacia la luz que hay al final del túnel.
Quienes logran salir del túnel de la tiranía sea la tiranía que sea, amarán ese campo verde que les ofrecerá la oportunidad de contar con algo mejor, algo nuevo, algo diferente y una mejor calidad de vida.
Suerte y para adelante hijos míos. Así mismo como lo expresara Winston Churchill: “Mientras tengan fe en su causa y la indeclinable voluntad de vencer, la victoria estará al lado de todos ustedes”
El que lucha vence, el que se cansa pierde.
Felicitaciones
Mamá.
Amanda N. de Victoria
