Noticias de luchas y guerras era lo que se escuchaba de la América del Sur al otro lado del globo terráqueo. Muchos excombatientes de las guerras napoleónicas que ya habían finalizado sus días como soldados, al saber de este escenario, sintieron interés por estar una vez más en el frente.
Uno de ellos fue el joven alemán Johann Gottlieb Benjamin Siegert, médico militar que participó en el bando prusiano de la batalla de Waterloo.
El galeno vino a Venezuela contratado por el gobierno republicano, a través Luis López Méndez quien poseía credenciales diplomáticas en 1819, reclutándolo en Londres con invitación para incorporarse al Ejército Libertador de Simón Bolívar como médico cirujano.
Llegó con otros legionarios a Santo Tomás de la Nueva Guayana en la Angostura del Orinoco, llamada así por el estrechamiento del río, y se encargó rápidamente de los hospitales de campaña entre 1820 y 1846.
El dato
La fórmula del famoso Amargo de Angostura estuvo escrita en la pared del sótano de la casa del doctor Siegert hasta entrado el siglo XX
La historia cuenta que en 1822 una epidemia de cólera azotó a Angostura (hoy Ciudad Bolívar), por lo que Siegert se dedicó con afán a la investigación de las propiedades de las plantas sudamericanas, creando un medicamento amargo y de sabor particular al cual llamó “Amargo aromático”.
Después de probarlo entre sus pacientes y su círculo más cercano, circa 1824, quedó ratificada su eficacia para aliviar el malestar estomacal.
El brebaje de Siegert apaciguaba los vómitos de los enfermos de cólera y los mareos de los marineros que atracaban en el muelle.
El brebaje
El Amargo de Angostura es una preparación que tiene como base el alcohol, que ronda el 48%, y a la que se añaden 25 compuestos botánicos
Secreto absoluto
Esta pócima hecha a base de alcohol con más de 25 compuestos botánicos en los que destacan frutas, raíces, semillas y cortezas de nuestra abundante reserva natural, se mantiene en el absoluto secreto hasta la fecha, con respecto a sus cantidades, ingredientes y proporciones.
En 1830 Siegert instaló una destilería que lo hizo famoso en el continente, ganando Medalla de Oro en la Exposición Universal de Viena (1873).
En bares de los barcos
El periodista y escritor Sergi Ramis, reseña que la conversión del amargo líquido en condimento para sopas, ensaladas, postres y cócteles tendrían un proceso lento, pues no fue hasta 1858, una vez jubilado, que Siegert lo produciría para usos recreativos. En las décadas intermedias su fórmula, a la que luego renombró como Amargo de Angostura en homenaje al lugar en el que la había concebido, únicamente formaba parte de los botiquines de los barcos.
Siegert solicitó licencia de retiro del Ejército Libertador en 1850, y no fuera hasta 1862 cuando presenta y da a probar su Amargo en Londres, con su característica botella de 10 cl., con su etiqueta en cuatro idiomas que llega hasta su cuello y donde destaca su firma comercial.
Después de morir en 1870, la familia se mudó a Puerto España (Trinidad y Tobago) donde siguió con el negocio Dr. J.G.B Siegert & Sons, nombre de la empresa en la época; y sigue hasta hoy, la fabricación del producto preservando su nombre para mantener el origen venezolano y con la mayoría de sus insumos, hasta la fecha.
El Amargo de Angostura se comercializa desde hace más de siglo y medio con el mismo aspecto -traza nuestro citado periodista- añadiendo que el producto se presenta en una botellita de 10 centilitros con un distintivo tapón amarillo. Además, es muy reconocible por su austera etiqueta blanca con texto en negro que es más larga que el cuerpo central de la botella, por lo que sobresale sobre el cuello.
«Dice la historia del aderezo que el descuido se produjo porque se confeccionaron primero las etiquetas y luego se encargaron las botellas, descubriendo que no encajaban. Nadie enmendó el error por la supuesta indolencia caribeña, y con el paso de las décadas se convirtió en una manera de reconocer fácilmente la marca del doctor Siegert, por lo que ahora sería un sacrilegio cambiarla».
La fórmula estuvo escrita en la pared del sótano de la casa del Dr. Siegert (que luego perteneció a la familia Contasti) en Angostura hasta principios del siglo XX, pero desapareció cuando la referida pared fue pintada.
Luis Alberto Perozo Padua
Periodista y cronista
IG/TW: @LuisPerozoPadua