Con la palabra que emana del lenguaje no solo nos comunicamos sino que también percibimos la presencia transformadora del hombre con su inteligencia, signo del luminoso progreso cultural.
Hoy constituimos un país donde conocimiento, inteligencia, educación y hecho artístico son mal vistos y relegados a un segundo plano por el régimen reaccionario imperante. Es la negación de la palabra en funciones de cambio constructivo desde la vertiente literaria hecha arte.
Por ende, en esas adversas condiciones, constituye una verdadera hazaña mantener activa una revista cultural como Carohana. Ésta arriba al número 57, señal de una prolongada trayectoria, obra del tesonero, organizado y disciplinado trabajo de sus gestores.
Ello máxime cuando forma parte de las nuevas publicaciones en formato digital devenido como consecuencia del monopolio del papel para imprimir por la oficialista Corporación Alfredo Maneiro. Los adversos avatares que trajeron la desaparición de la mayoría de medios impresos del país.
Así, se está ante el desafío de captar a los lectores tradicionales del formato impreso reacios a los cambios bruscos que ahora afrontan el digital. Un proceso en el cual es clave el certero uso del contenido y la forma por medio de las nuevas tecnologías de la información y comunicación que precisamente caracteriza a Carohana. Un medio hecho por un personal conocedor a plenitud de los asuntos del arte y la cultura en sus variadas formas.
Cuando se plantea la elaboración de una publicación determinada el primer asunto a resolver es el del contenido y la forma. Pues se está ante el comprometido reto de que sea atractivo, ameno, con mensaje y resuelto técnicamente el cual alcanzan.
Por tratarse de un medio estrictamente cultural el esmero debe ser mayor y constante para no cometer yerros o arar en el mar. Así la revista mantiene los niveles de exigencia de un público informado y crítico a la caza de lo mejor en este competido mundo de la tecnología de la información y comunicación.
Una revista tiene la ventaja de permitir el tratamiento más amplio y analítico de los contenidos rebasando la noticia o nota periodística de un diario. Sus páginas dan amplia cabida a géneros como la poesía, crónica, comentario y entrevista. Su dinámica es diferente a la de un periódico que le permite retozar con el presente, pasado y futuro. Todo ello más la excelencia de sus escritos, imágenes y sus firmas.
En Carohana se fusionan: palabra, estética, cultura, comunicación, historia, encuentro y realidad humana para la exaltación a las libertades de pensamiento y expresión. Cada edición no tiene desperdicio alguno, similar a la voz de Frank Sinatra a quien se le oye con interés de comienzo a fin.
Esta es una loable iniciativa de la Cátedra Libre Juan Páez Ávila de la Dirección de Extensión de la UPEL cuyo primer director fue precisamente el escritor y periodista Juan Páez Ávila, propulsor de una portentosa obra literaria en el género de la narrativa. Este magazín es dirigido actualmente por Gorquín Camacaro.
La publicación circula de forma bimestral para sumar 6 entregas anuales. Cada número está dedicado a un tema específico en su umbral desde hace 9 años. La reciente entrega número 57, noviembre-diciembre, está dedicada al poeta barquisimetano Rafael Cadenas ganador del Premio Cervantes 2022, entrevistado por el director Gorquín Camacaro.
En su extensa existencia ha sido clave el trabajo en equipo conformado por calificados trabajadores de la palabra, a saber: Director Fundador: Juan Páez Ávila. Director: Gorquín Camacaro. Subdirector: Héctor Saldivia Seijas. Jefe de Redacción: Reinaldo Chaviel. Consejo de redacción: José Pulido, Julio Bolívar, Fausto Izcaray, Jorge Euclides Ramírez, Rafael Montes de Oca Martínez +, Pablo Quintero Rodríguez, Alexander Cambero, Luis Ruiz, Pedro León Torres, José Ángel Ocanto, Wilfredo Páez, Omar Ocariz, Carmen Lucena y Pedro Lozada Sira. Diseño y diagramación: José Daniel Sosa Márquez
Carohana es un portal en la banda ancha distinguido por reunir voces múltiples del pensamiento, la escritura literaria y el quehacer cultural de Lara, Venezuela y el mundo. Vale decir, una actividad humana aunque sea desde la instancia abstracta de la palabra. Una publicación “avancista”, como diría Don Chío Zubillaga Perera con sus ingeniosos neologismos en la primera mitad del siglo XX.
Así pues, llegue a su equipo de trabajo las felicitaciones y deseos porque sigan adelante con esta loable empresa artística y cultural. Una idea inspirada en el territorio de Carora por uno de sus hijos ilustres: Juan Páez Ávila, venido del bucólico poblado de San Antonio, municipio Torres.
Freddy Torrealba Z.
Twitter: @freddytorreal11