Para algunos, los fuegos artificiales son sinónimo de celebración, color y alegría; sin embargo, hay un sector de la población que opina todo lo contrario, ya que toman en cuenta los daños colaterales que esta práctica podría ocasionar, no solo en las personas, sino específicamente en los animales, quienes, según los médicos veterinarios, sufren de manera significativa en cada denotación de esta pirotecnia.
Para esto, Felipe Ovalle, médico veterinario, acotó a El Impulso que es importante recordar que «las capacidades auditivas y sensoriales de los mascotas son mayores, por lo tanto el ruido que generan las explosiones de la pirotecnia, ocasionan en muchas oportunidades daños auditivos de manera temporal o incluso de manera irreversible«. Asimismo, el propio Ovalle destacó que en algunas ocasiones los animales intentan morder estos elementos antes del estallido, y es así como se han ocasionado lesiones de intoxicación por el humo, además de quemaduras o hasta pérdidas de miembros.
«Las mascotas, específicamente las aves, también padecen de estrés, ansiedad, cuadros de taquicardias muy fuertes«, expresó el veterinario, quien recalcó que «hay animales que desarrollan ansiedad, estrés y fobias por este tipo de juegos artificiales (…) puede ocasionar problemas gastrointestinales que se generan por la alteración de la conducta de las mascotas».
A este mismo pensamiento también se sumó Gabriela Rizzotto, estudiante de medicina veterinaria en la UCLA, quien aseveró que las personas que hacen uso de la pirotecnia no consideran que los animales pueden escuchar hasta 3 veces más que el oído humano. «Se van a estresar y tratarán huir lo más lejos de donde se originó el impacto para evitar escuchar estos ruidos«, dijo.
Con respecto a la prevención de estos daños, Rizzotto mencionó que hay personas que intentan automedicar a sus mascotas sin tener la debida asesoría de un especialista, lo que alertó podría ocasionar otros daños significativos en los animales. «Deben evaluarse bien las cosas y evitar casos que se han conocido como sobredosis a los animales porque los medican sin una consulta fidedigna«, sumó.
Basados en esta idea, tanto Ovalle como Rizzotto apuntan hacia la necesidad de evitar el uso de la pirotecnia, o en todo caso, disminuir la práctica de los fuegos artificiales en gran medida.
«Lo ideal con este tipo de prácticas sería no realizarlas porque generan muchos daños a los animales, pero como es algo tan difícil de controlar, se recomienda que en estos días los animales estén en zonas seguras y se acondiciones lugares para que el animal esté más relajado porque no se encuentre expuesto al ruido de la pirotecnia», recomendó Ovalle, mientras que Rizzotto dijo que espera que se «siga fomentando una campaña para que el Estado pueda regular todos los daños adversos negativos contra nuestras mascotas, porque se han reportado casos de animales que quedan sordos o hasta mueren infartados por estas prácticas (…) nosotros somos protectores de ellos, hay que reconocer que es una crueldad animal».
