Una salvaje tormenta invernal siguió cubriendo gran parte de Estados Unidos el sábado, trayendo ventiscas cegadoras, lluvia helada, inundaciones y un frío que amenaza la vida en la mayor parte del país. Un importante operador de la red eléctrica que atiende a 65 millones de personas en el este de los EEUU dice que las centrales eléctricas tienen dificultades para operar en el clima gélido y ha pedido a los residentes que se abstengan del uso innecesario de electricidad.
PJM Interconnection, con sede en Pensilvania, emitió un llamado de emergencia para la conservación en todo el sistema, solicitando a los residentes de 13 estados que establezcan los termostatos más bajos de lo habitual, que pospongan el uso de electrodomésticos grandes como estufas y lavavajillas y que apaguen las luces no esenciales. También se ha pedido a los usuarios de energía comercial e industrial que reduzcan.
Los funcionarios de PJM dijeron que hay una mayor demanda de electricidad en todo su sistema al mismo tiempo que algunas centrales eléctricas tienen dificultades para operar en condiciones de frío extremo. Dijeron que quieren que la gente esté preparada para la posibilidad de apagones continuos.
“Será de corta duración, haremos todo lo posible para evitarlo, pero es una posibilidad real”, dijo Mike Bryson, vicepresidente senior de operaciones de PJM.
El territorio de PJM cubre todo o parte de Delaware, Illinois, Indiana, Kentucky, Maryland, Michigan, Nueva Jersey, Carolina del Norte, Ohio, Pensilvania, Tennessee, Virginia, Virginia Occidental y Washington, DC.
A los problemas se sumaron los cortes de energía que para la madrugada del sábado todavía afectaban a más de 1,7 millones de hogares y negocios, según el sitio web PowerOutage, que rastrea los informes de servicios públicos.