El relanzamiento de la agricultura venezolana, de cara a las expectativas del año 2023, requiere de la atención prioritaria, tanto e los aspectos limitantes coyunturales, conjuntamente con los de orden estructural, siendo estos los principales retos que se deben acometer para impulsar una agricultura sustentable a futuro.
La Federación de Asociaciones de Productores Agrícolas de Venezuela, Fedeagro, expone varios temas a resolver en el cortísimo plazo los cuales no requieren inversiones considerables; pero si de políticas y normativas que prioricen el Sector y de una coordinación con los agricultores, tales como:
La escasez de combustible.
La competencia desleal del contrabando e importaciones ilegales.
La importación libre de aranceles e impuestos aduanales, sin un balance previo y en épocas de cosecha de rubros nacionales.
El combate de la actuación ilegal de los organismos de seguridad nacionales y regionales en las alcabalas, que minan los ingresos de los productores, transportistas y consumidores.
La reparación de las vías internas de importantes ejes productivos con acciones coordinadas del Gobierno Nacional, las Gobernaciones y los agricultores organizados en convites comunitarios. Medidas estructurales. En el plano estructural al abanico es más amplio; pero no menos importante y por lo tanto deben atenderse de inmediato algunos problemas:
Con un Sistema Financiero colapsado difícilmente se puede sostener el crecimiento.Se requiere captar recursos externos para apoyar la producción interna.
La afectación de la propiedad privada, aun presente en importantes ejes productivos.
La desinversión productiva en el campo (vialidad agrícola, riego, drenaje, infraestructura para la comercialización, electricidad, telefonía y desarrollo rural en general).
Se carece, igualmente, de políticas de estímulos y de apoyo para los agricultores. En un contexto global donde todos los países protegen a la agricultura y destinan parte importante de sus presupuestos a subvenciones agrícolas (En trabajo reciente FAO estimó los subsidios a la agricultura de 88 países en 540.000 millones de dólares); mientras que en Venezuela la protección efectiva es negativa).
El parque de maquinaria y equipos agrícolas agotó su vida útil y requiere una renovación a gran escala.
- Las fallas de servicios públicos, especialmente de electricidad, telefonía, acceso a internet, distribución de combustible y transporte público.
Las instituciones del Estado no brindan asistencia técnica y están sumidas en un rezago tecnológico paralizante.
Por otra parte, las universidades e instituciones educativas, ahogadas presupuestariamente, han sido saqueadas por el bandalaje común e invadidas por terrófagos de oficio que han destruido centros de investigación, bancos genéticos de cultivares y especies vacunas.
Otro factor no menos importante es la inseguridad personal extendida a todo el sector rural del país. Asalto a fincas, abigeato, secuestro, robo y vacunas prevalecen a la orden del día.
