La poesía como expresión del arte forma parte de la cultura intangible de una urbe siendo sus oficiantes una selecta y lúcida minoría que generalmente canta para una inmensa minoría. Una manifestación del progreso artístico y cultural de un pueblo con la economía como punta de lanza.
A Barquisimeto lo exaltaron en el siglo XX Esteban Rivas Marchena, Pascual Venegas Filardo, Virgilio Torrealba Silva, Francisco Cañizales Verde, Antonio Urdaneta, Álvaro Montero y Beatriz Viggiani, admiradora del mercado medieval El Manteco. También uno de sus cronistas, Eligio Macías Mujica en su libro Sol en las bardas. Además los compositores y trovadores Juan Ramón Barrios, Félix Morón y los Hermanos Gómez, estos últimos con sus encantadoras e inolvidables voces y guitarras. Aclaremos que en esta lista no están todos los que son, ni son todos los que están.
Sin embargo, las nuevas generaciones de bardos deben conocer sus creaciones, entre estas la del cronista y periodista Esteban Rivas Marchena. Un intelectual con una pertinente obra poética, histórica y periodística con una docena de libros publicados. Es de los pocos oficiantes de versos alejandrinos en el país. Fue reportero estrella de El Impulso y Secretario General de la Asociación Venezolana de Periodistas, seccional Lara.
Ahora en este incipiente siglo XXI, publicado por la Editorial Giraluna Latinoamericana, circula el libro digital “Lara versada”. El mismo incorpora a esa lista veinte vehementes vates que homenajean a la ciudad con sus inspiradas y finas creaciones. Un valioso trabajo coordinado por Yubraska Herrera Diamónt; edición al cuidado de Rey D’ Linares y la Imagen y diseño de portada a cargo de Luis Rojas Ledezma.
Un libro de la tierra donde se nace y vive mediante la titánica lucha del hombre por la felicidad espiritual y el progreso en todos los órdenes, entre estos el económico con sus revoluciones tecnológicas a lo largo de la convulsa historia humana. Una manifestación de la historia artística de una ciudad decididamente liada en sus seis asientos a la vida por su nombre indígena proveniente del agua: Variquicimeto, río de aguas turbias o cenizas. Aunque el primero fue el Buría en el asentamiento original.
Unos versos en prosa bien escritos en los cuales resaltan visiones particulares del mundo, estilos escriturales, corrientes literarias, formación particular y también escuelas cuando existen. Pero, por sobre todo, una fina poesía que transmite alentadores mensajes sobre: la Divina Pastora, el río Turbio, el monumento del Obelisco, el Valle del Turbio, los crepúsculos y la danza del tamunangue, entre otros telúricos motivos. La convivencia con la realidad para abordarla con la palabra poética.
Así disfrutamos de las producciones de los más curtidos y las nuevas promesas de la poética regional, a saber: Alexander González Pereira, Alonso Dávila Sira, Anangeel Octany Terán Barcos, Arnaldo Antonio Guédez Pérez, Beatriz Rondón Farida, Cecilia Coromoto Montilla Lozada, Digna América Luna Villegas, Freddy Ramón Jiménez Jiménez, Germany Gabriela Rojas Ballesteros, Gustavo Antonio Lozada Orozco, Jesús Enrique Pérez Meléndez, Kelly Sabrina Pacheco Suárez, Luis Rojas Ledezma, María Isabel de la Cruz García, Nelson Antonio Barrios Piñero, Nelson Segundo Ures Villegas, Niurka Rojas Ledezma, Pedro J. Lozada Sira, Trina Ramos Blanco y Yubrasca del Carmen Herrera Dumónt.
Lara Versada es una forma sublime de comunicar para enaltecer los valores materiales y espirituales de una ciudad con sus vaivenes y peculiar barquisimetaneidad o también gentilicio neosegoviano. Su idiosincrasia a partir de 1552 con sus habitantes, paisajes y progreso en diversos órdenes.
Una urbe, hoy cosmopolita, cuyo nombre llamó la atención del escritor peruano Mario Vargas Llosa cuando en el pasado escuchaba a Radio Barquisimeto por la extinta onda corta.
Es la confirmación de que mientras exista el hombre en este anchuroso planeta Tierra habrá poesía para rato. Ocurre en este caserío universal de Barquisimeto con la palabra artística de estos veinte poetas.
Freddy Torrealba Z.
Twitter: @freddytorreal11