La decisión anunciada por el gobierno nacional de ejecutar la reapertura gradual de las frontera entre Venezuela y las islas de Aruba, Curazao y Bonaire, se estima que es una respuesta a las luchas que desde hace más de tres años, han mantenido las organizaciones empresariales de los estados Falcón, Zulia y Carabobo, lo que ha generado grandes expectativas.
En efecto, se recuerda que la suspensión de las relaciones bilaterales con las islas del Caribe, generó un duro golpe a las economías de estas entidades, las cuales mantenían un intercambio comercial bastante significativo, exportando básicamente productos agrícolas, frutas, víveres, productos de aseo, medicinas; mientras que a su regreso también traían licores, quesos, perfumes, textiles, productos de consumo masivo para Venezuela.
El canciller de la República, Carlos Faría, en su cuenta en la red social Twitter, @Fariacrt, «Siguiendo instrucciones del Presidente Nicolás Maduro y luego de importantes conversaciones con el Reino de los Países Bajos, hemos acordado iniciar las discusiones técnicas para la apertura gradual de las fronteras marítimas y aéreas con las islas Aruba, Curazao y Bonaire».
Confían los empresarios venezolanos, que este proceso se lleve adelanta con la debida rapidez, de manera que los procesos de intercambio se puedan adelantar a la brevedad, dinamizando la economía de estas regiones, muchas de las cuales se vieron severamente afectadas con la suspensión del comercio, evitando repetir la experiencia con Colombia, que aún después de casi dos meses, aún existen una serie de obstáculos que han impedido una apertura real de la frontera entre las dos naciones vacunas.