El pequeño crecimiento que se ha registrado en Venezuela, se ha dado por la estabilidad de transar en dólares y la salida del confinamiento de la pandemia, pero agotó en el tercer trimestre de 2022, asegura el expresidente de la Confederación de Industriales de Venezuela, Juan Pablo Olalquiaga.
Afirma que ciertamente la capacidad de crecer, sin las políticas públicas adecuadas es muy baja, advierte consciente que las condiciones para mantener el ritmo, no es sustentable en el tiempo,
Olaquiaga advierte que en la ilusión de que la economía se recuperó el BCV habla de un crecimiento del PIB de 18% para 2022, mientras el consenso de los economistas está más cerca del 10%. Lo cierto es que somos una diminuta economía que ronda los $ 70.000 millones vs 300.000 millones que tuvimos décadas atrás.
Recuerda que somos un país muy pobre, con una economía sumamente precaria y la pequeña recuperación que hemos sentido se debe, no a una planificación de Estado, sino a la capacidad intrínseca del ser humano de cómo hacer para seguir adelante.
En todo caso, aun cuando existe consenso en los pronósticos que señalan que en el mediano plazo habrá una recesión mundial, se estima que la economía venezolana registrará un crecimiento en el 2023, no en los niveles que se esperaba, pero sí se mantendrá la recuperación de la economía, aun cuando a los límites, dependerá de lo que ocurra con el comportamiento de los precios en el mercado petrolero mundial.