Muy indignada se encuentra la señora Rosa Orozco, directora de la organización no gubernamental Justicia, Encuentro y Perdón, ya que en la mesa de negociaciones entre el gobierno y la oposición no figura ninguna persona que represente a las víctimas de la represión registrada desde el año 2014 a la fecha, precisamente cuando la Corte Penal Internacional presuntamente está investigando crímenes de lesa humanidad perpetrados por el régimen venezolano.
Conviene recordar que la hija de la señora Orozco, Geraldine Moreno Orozco, de 23 años, deportista y estudiante de citotecnología en la Universidad Arturo Michelena, del estado Carabobo, fue asesinada por un efectivo militar, frente a su residencia, al ser dispersada una manifestación en Naguanagua, en febrero de 2014.
Sabemos que para las víctimas de los asesinatos cometidos por las fuerzas represivas no habrá justicia, pero pedimos que sean liberados los presos políticos, cuyos derechos no son garantizados, dijo la defensora de los Derechos Humanos.
Como la mayoría de los venezolanos no entiendo cómo es que en esa mesa de negociaciones, que se realiza en México, está presente la esposa del empresario Alex Saab, quien no es funcionaria del gobierno y fue incluida en esas conversaciones sin explicación alguna.
Pero, lo que se está hablando, según lo que ha trascendido en los medios y en las redes, es acerca de levantarle las sanciones impuestas por autoridades estadounidenses al gobierno venezolano, tras haberle condonado las penas a los sobrinos de la esposa del jefe del Estado venezolano, y de condiciones para unas elecciones presidenciales.
No tengo nada que ver con política, ya que asumí la dirección de una ONG para luchar por la justicia; pero, realmente lo que importa es que haya libertad para los presos políticos, porque el principio de libertad debe ser prioritario para que la llamada plataforma democrática se siente alrededor de una mesa.
No hay negociación sobre casos de muerte, ni podrá haberla, enfatizó la señora Orozco. Y si ya el gobierno está consiguiendo lo que pide, no tiene sentido que haya conversaciones sobre aspectos que le serán negados. De modo, pues, que no tiene interés alguno una mesa de diálogo, que no dará resultados.