Entre colapso de cloacas, calles rotas, y agua sin pasar por un proceso de purificación por inoperatividad de la planta de tratamiento viven los caroreños, quienes consideran estar abandonados tanto por las autoridades regionales como municipales.
Un 95% por ciento de las calles de la capital torrense requieren con urgencia bacheo y nueva capa asfáltica, muchas de ellas se convirtieron en caminos de tierra.
Rodolfo Sulbarán como conductor se queja por los constantes gastos que ha hecho para reparar las piezas del tren delantero de su vehículo, a consecuencia de los huecos por donde transita.
Diversos son los focos en la ciudad con colapsos de cloacas que llevan meses derramando excrementos a la intemperie.
Uno de ellos se encuentra en la comunidad La Greda, concretamente en la calle Chiquinquirá con calle 19, cuyas aguas negras perturban la matrícula estudiantil de la escuela Priscilo Véliz.
Jedsy Torres, recién electa vocera del consejo comunal de esta zona dijo que emprenderá las pertinentes gestiones para que este problema sea solucionado porque está afectando las vías respiratorias de los niños y personas de la tercera edad.
Igualmente, en la calle Contreras, a una cuadra de la Zona Colonial, se encuentra un tramo cerrado al tránsito vehicular por cloaca rota desde hace cerca de un año.
Varios automóviles han caído en huecos que se han abierto en esta calle por saturación de las aguas negras, sin poder salir por sus propios medios sino con la ayuda de grúas.
A propósito del estado de abandono en el que se encuentra Carora, la Zona Colonial forma parte del descuido de los sectores de la ciudad para lo que requiere atención gubernamental.