Deberíamos terminar con el habito de estarnos lamentando e invitando a la pobreza, además esto es un forma de ofender a Dios, hay que hacer todo lo contrario cada día trabajar más y veremos como automáticamente se convierte en una invitación al éxito, a la abundancia y quizás también en positivo que es una manera de aliviar el ánimo y sentirse activo, útil, productivo y no quejoso por aquello que dice que “La vida castiga y premia” solo son consecuencias; aportemos por medio del trabajo honesto que es el más lucrativo, se ama y se cuida lo que con esfuerzo se produce, porque Dios protege la honestidad, bendice lo bienes adquirido y a la vez lo rinde y no tiene que huirle a nadie ni tener persecución de actuar, asi el mundo sería otro, no habría diferencia tan marcadas, por ejemplo de quienes abren huecos al cinturón para ampliar la pansa y el ochenta y uno por ciento (81%) también le abren hueco a la carne para reducirla, lo primero por abundancia y lo segundo por escases, esto jamás debió de suceder en nuestro país, que aparte de ser bello es el más rico del planeta; según los estudiosos el sueldo promedio diario de muchos ciudadanos es de Un dólar punto noventa ($:1,90) léalo bien quien puede vivir así y más viendo a todos esos redondos inflados en todos los sentidos; por ellos recomiendo que la mejor forma de combatir estos es trabajo y más trabajo, porque también es bueno para la salud.
Como en el fondo de la idiosincrasia del buen venezolano es por medio de la unión y la hermandad para salir de la crisis de la pobreza aguda, del hambre, de la miseria, del abandono, de la apatía, de la rabia y la tristeza, entonces por medio de la unión debemos emprender la lucha para que nuestros centros de estudios sean recuperados, que las universidades sean un punto de honor porque la educación es el primer capital del mundo y que ser maestro es la profesión más digna del planeta y por tal debería de ser respetada y bien pagada.
Darle credibilidad a las acreditadas instituciones que dedican su sabiduría y experiencia, como es el caso de ENCOVI quien demuestra estadísticamente que nuestra nación ocupa el segundo puesto de los países más pobres del mundo hasta por debajo de Angola y la República Federal Democrática del Congo, parece imposible pero de acuerdo a los estudios es cierto, no busquemos culpables, unidos busquemos soluciones es y deber ser, la preocupación es de todos, la estampida o diáspora del venezolano que ha abandonado su patria dejando solo en su hogar lágrimas y sufrimientos; y tantas cosas que hay que hacer aquí; primero por el amor y ayuda del espíritu santo la pronta recuperación y refundación de la nación en general, que regrese lo que ya teníamos por el bien de todos.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.
José Gerardo Mendoza Duran