Dirigentes de diferentes factores de oposición coincidieron en calificar como un año perdido el transcurrido desde la última elección regional y municipal, ya que los problemas, sobre todo de los servicios, no han sido enfrentados con eficiencia.
Sus opiniones fueron ofrecidas a El Impulso, tras analizar los resultados no sólo de la gestión del mandatario regional, Adolfo Pereira, sino la de los alcaldes oficialistas.
De todos los consultados, sólo Nelson Piña se abstuvo de hacer un balance general.
Mala gestión
Rafael Ignacio Montes de Oca, diputado al Consejo Legislativo y dirigente regional de Futuro, no vaciló un instante para calificar la gestión del gobernador Adolfo Pereira como de “muy mala.”
En el discurso de juramentación, en el Consejo Legislativo, anunció que en seis meses iba a solucionar el problema del agua en el estado. Nosotros le hemos aprobado, en recursos, casi millón y medio de dólares. Pero, el problema del agua está intacto.
Aún más, hay reincidencias. Para el pozo número 7 de El Carabali le aprobamos hace una semana casi 80 mil dólares, siendo esta la segunda vez que le hemos aprobado un monto de esa cuantía en menos de seis meses.
Pero, no es sólo el caso del suministro de agua. Son todos los servicios que competen a la gobernación de Lara, donde ha demostrado ser muy malo como responsable para resolver los problemas.
Otro de los asuntos que debe ocuparse un gobernante es el de tomar previsiones para eventualidades que puedan presentarse como el de las lluvias que causan inundaciones y daños materiales en zonas pobladas y a los habitantes de las mismas. Cuando se tienen las quebradas colapsadas lo más indicado es que sean limpiadas. Y si los cauces están obstruidos, indudablemente, se deben adoptar las medidas pertinentes para evitar las inundaciones. Ninguna medida de prevención en ese sentido se ha tomado.
Por doquier en Barquisimeto y poblaciones de los diferentes municipios del estado, a donde usted vaya, encontrará que hay aguas negras putrefactas, que no sólo contaminan el ambiente, sino que constituyen un problema de salud pública.
Si observamos el aspecto de la salud, nos encontramos con medicinas vencidas que están siendo administradas a los pacientes cuando las hay en las salas de emergencia de los hospitales, pero en la mayoría de los casos, la gente tiene que aportar todos los insumos. Inclusive, muchas veces se les hacen aportes a los médicos y en muchas ocasiones, para conseguir un cupo para ser atendidos los enfermos. Es imposible que a los pacientes les hagan radiografías, ecosonogramas, tomografías, ni hablar de resonancia magnética porque eso no existe. La salud colapsó en el gobierno de Carmen Meléndez y en el de Adolfo Pereira. Y se ha agudizado este último año.
Más allá de los precarios honorarios que perciben los médicos, hay que reconocer el esfuerzo, la vocación y el espíritu humanitario de profesionales de la medicina que trabajan en los centros asistenciales.
Los problemas mencionados, entre otros servicios, se han venido agravando porque no hay acompañamiento gerencial y técnico.
El gobernador está perdido, afirmó Rafael Ignacio Montes de Oca. No sabe el nombre de los pueblos, no sabe dónde vive la gente, no sabe lo que debe hacer. ¿Para dónde se va a ir ese gobernante cuando salga de Lara? Sin duda alguna, para Puerto Cabello, porque no tiene ningún tipo de raíz en el estado Lara y no le importa. Ni siquiera ha intentado relacionarse con la gente, no camina por ningún sector de Barquisimeto, ni mucho menos por los municipios. Nosotros, que nos metemos por los barrios, los pueblos y caseríos, lo que escuchamos son denuncias y quejas. Quienes nos hablan no saben sinceramente quién es el gobernador. Es posible que lo hayan visto quienes son llevados a los actos del partido oficialista si es que él se presenta. Pero, del resto, es desconocido.
Predominio de incapacidad
La doctora Sobella Mejías, secretaria general seccional Lara de Acción Democrática en resistencia, considera que el problema de la gobernabilidad hoy día es que con el gobierno actual no hay desarrollo, sino todo lo contrario, atraso.
Lo que se ve es un populismo que engaña a la gente y no resuelve problemas, prosiguió. El actual alcalde de Iribarren no tiene un año, sino que ya lleva dos períodos en esas funciones. La mejor demostración de su incapacidad, la cual ha prevalecido desde que llegó al cargo, son los drenajes, que no tienen mantenimiento. Apenas llueve, la ciudad se inunda. Barquisimeto es una de las ciudades más sucias del país, porque la basura se ve amontonada por todas las calles y carreras, incluyendo las avenidas. Las aguas negras y malolientes están hasta en el centro, en El Manteco, y en los barrios. Y ya no hay una vía que no tenga huecos, porque no hay una programación para la reparación vial.
Quejas se producen todos los días por la forma como funcionan los mercados municipales y el crecimiento desordenado de la economía informal, que ya ha ocupado las aceras y la gente tiene que tirarse a la vía pública para poder caminar.
Pero, el ciudadano tiene el poder de cambiar todo esto, porque cuando se organiza la gente, como ha quedado demostrado en el mundo, los malos gobiernos tienen que dar paso a quienes sí pueden resolver los problemas.
Tenemos que dedicarle aunque sea un día al país, a los que se fueron porque no encontraron posibilidad alguna de mejorar sus condiciones de vida y la de sus familiares, y tomar conciencia que somos los ciudadanos los que tenemos la fortaleza. No podemos pensar en un mesías que nos resuelva los problemas. Tenemos que unirnos para hablar del país que queremos y no este que ha sido destruido por los que están en el poder desde hace veintidós años. Con los recursos que tenemos y con la gente que tiene el deseo del cambio, Venezuela se puede recuperar. De modo, pues, que lo que estamos viviendo ahora y la evaluación que hacemos de las malas gestiones públicas, nos hacen ver que todo esto tiene que cambiar.
Este es un gobierno de mentiras
Nunca antes se había visto una gestión marcada por la ineficiencia, la dejadez y la incapacidad como la que ha sido la de Adolfo Pereira y de su equipo de alcaldes pesuvistas, expresó Lorenzo Monasterios, presidente del partido Un Nuevo Tiempo.
No hay una sola obra que pueda exhibir la administración de Pereira y de sus alcaldes, añadió. Por el contrario, lo que estamos viendo es que se han agravado los problemas.,
De casualidad está funcionando el viejo hospital central universitario Antonio María Pineda, porque existe todavía vocación, voluntad y espíritu solidario de médicos, enfermeras y otros trabajadores, quienes son mal remunerados. Ese centro asistencial, a duras penas, funciona y los familiares de los pacientes tienen que adquirir todo lo que necesita el paciente, ya que hasta el algodón tienen que llevar porque dentro no hay nada. No hay suficiente personal en la maternidad, donde las parturientas pasan miles de trabajo para traer hijos a este mundo y si quieren comprobar lo que estoy diciendo, hablen con las enfermeras que trabajan en ese departamento. Faltan camas para los pacientes que deben ser hospitalizados. La demostración es que la salud está en crisis, pero el gobernador al parecer no se ha dado cuenta de que este problema se agrava todos los días.
No hay una carretera nueva que una a Barquisimeto con los municipios cercanos, ya que las vías existentes son las mismas que hizo la llamada cuarta república, pero todas se encuentran en malas condiciones y el asfalto brilla, como dice el refrán, por su ausencia. La carretera que nos unía con Yaracuy por Aroa, se derrumbó. Tampoco se puede decir que hay vialidad en la capital larense, porque no existe vía que no esté llena de huecos de todos los tamaños. Y para colmo de males, cuando llueve esos huecos acaban con los vehículos.
Si en Barquisimeto no se ha construido una avenida, tampoco se ha construido un liceo y ya están cansados los profesores y las comunidades de denunciar el mal estado en que se encuentran los planteles, que por cierto quedaron desmantelados durante la pandemia china. Y no hablemos de universidades porque éstas se encuentran abandonadas por completo, desvalijadas y hasta cubiertas por la maleza como el edificio de la Universidad Politécnica. La educación se encuentra en crisis, pero tampoco de eso se ha dado cuenta el gobernador.
No se toman medidas de prevención para evitar inundaciones. En Cabudare, los que hicieron la urbanización Tabure, por ejemplo, están construyendo los gaviones porque ni la alcaldía de Palavecino, ni la gobernación han hecho caso a la denuncia de que las lluvias destruyeron el dren de ese sector.
Este es un gobierno sumamente mentiroso, que pretende engañar a la gente, pero ha quedado al desnudo. A la entrada de Barquisimeto colocaron una valla, en la que se dice que en Lara se producen 700 mil quintales de café cuando en todo el país no se producen siquiera 300 mil. Si mienten de esa forma, ¿cómo se puede creer que van a hacer algo por Lara? Y eso evidencia que nuestro estado se encuentra sumido en mentiras. Se ha perdido un año más por este gobierno embustero, engañador y populista.
Esperar para evaluar
El ex alcalde Nelson Piña, de Iribarren, de pensamiento socialcristiano, declaró que sabe perfectamente el rol que debe cumplirse en una alcaldía y lo que se tiene que hacer para resolver los múltiples problemas que confronta una sociedad, así como el deseo de que las respuestas que se ofrezcan sean positivas.
Más que establecer comparación de un gobernante o de la función que haya podido cumplir un alcalde, está de por medio el factor tiempo y la oportunidad de que cada quien juzgue la función que se cumpla a nivel municipal
Hemos pasado por muchas cosas en el último año transcurrido desde la elección municipal y, en general, de las dificultades que ha tenido que enfrentar el país, incluyendo los efectos de la pandemia.
Es por ello que no me atrevo a hacer una evaluación, aunque el pueblo está ávido de respuestas positivas a lo que pueda suceder, sobre todo en servicios públicos, pero hay que esperar el desarrollo de esa gestión municipal para poder tener un examen total de la misma.
Metas incumplidas
El ingeniero Manuel Cols, personalidad independiente y exdirector general de la alcaldía de Palavecino, dijo que las metas del alcalde Derby Guédez, en esa jurisdicción, no se han logrado como se habían anunciado.
En lo que concierne a la vialidad hay un notorio deterioro de la capa asfáltica de la vialidad.
En cuanto a la recolección de desechos sólidos, hubo mejora en lo que respecta en los vertederos a cielo abierto dentro de Cabudare, pero la basura se está haciendo con la utilización de camiones volteos y no se tiene conocimiento que existan planes para la incorporación de camiones compactadores para que se haga el trabajo en forma eficiente. El servicio de aseo sigue siendo precario.
Ha habido alguna mejoría en la recuperación de los espacios deportivos, sin embargo aún falta un mayor trabajo.
Reconozco que se han hecho inversiones importantes en lo que corresponde a la limpieza de basura y escombros en quebradas, pero no se han acometido obras de envergadura para acometer el problema de las crecientes de agua. No se han realizado obras para impedir que se produzcan nuevas inundaciones cuando vuelvan a presentarse las lluvias.
Mi impresión en términos globales es que se tiene que hacer un esfuerzo en términos mayor para alcanzar las metas que se anunciaron.