«Los delitos llevan a las espaldas el castigo».
Miguel de Cervantes.
No solo es Ananás la estilista del coronel psicópata, son muchas las Abacaxi involucradas en los crímenes en la institución, en las extorsiones y en la corrupción; por lo que Martínez, González y el otro que también se hace el Willie Mays; son solo más catarinas que les gusta ser usadas para que igualmente las dejen hacer delincuencia. Echemos una mirada de cómo la pandilla del coronel psicópata lleva a cabo operaciones de extorsión, así como la forma en que sus miembros están gastando las ganancias ilícitas. Dice el coronel psicópata: Estamos a media semana y va muy floja, pero hagamos cuentas.
El tiempo es movible. La lectura de esta epístola ha de hacerse como episodios en diferentes períodos, como un filme en distintos tiempos en los que hay que tener presente hechos pasados para entender los actuales y dimensionar los futuros. Donde nos retrotraemos al pretérito o actualizamos los hechos y los escenarios, en los que las cuentas nunca terminan de cuadrar, porque los cuadres los hace y ordena el coronel psicópata.
Hay trabajadores que alcahuetean bajo el efecto espectador, hay otros que desfilan por las calles de la sierra como zombies. Y también están otros corruptos centinelas que en la proximidad de las promociones, extorsionan a los usuarios con 3700 US$ para Marión el coronel psicópata. Inventándoles incorrecciones para que apremiados porque sus metas no se hagan ilusorias, acceden a pagar las extorsiones de las que son objeto. En psicología, el “efecto espectador” o también conocido como síndrome Genovese, es el nombre que se le da al fenómeno por el cual la probabilidad de que una persona que necesita ayuda llegue realmente a recibirla es menor cuanta más gente o espectadores haya presente en ese momento.
Dice el coronel psicópata. Hey, falta lo de Lesbia Carlota y de la segunda la Madrugo, lo de Ananás y lo de Chucho que son 1800 US$ cada uno. Chucho extorsiona esta semana mil ochocientos dólares. — le dice el coronel psicópata Marión, el doctor fraude, a Isabel su barragana etílica. La conversación fue escuchada a las 8:10 de la noche del primero de mayo de 2021. Casi al finalizar el día. El coronel psicópata y la etílica hacen cuentas. El que habla es el coronel psicópata.
Los tiempos varían, son pretéritos, son ahora pero también son ayer, o lastimosamente podrían referirse a lo futuro. Al coronel psicópata desprestigiado nunca más ascendido le conocen sus precios, por cómo se vende y mancilla a la institución. Así le regalan un automóvil a cambio de otorgar documentos ilegalmente. “Propuesta que él aceptó”, que es su frase burlona en la desgracia de otros. Hasta ahorita en esta semana floja se han recogido 1.380 US$, aparte de los 120 US$ que Chucho le robó a un usuario en la garita. Con esos 120 US$ se hacen 1.500 US$. Más de 400 US$ de Chirona. Se hacen 1.600 US$ y los 500 US$ que te están faltando y de los que se están queriendo olvidar, no se hagan los locos son 1.650 US$ Aparte están los 1.280 US$ que extorsionan Ventosa y Madrugo, además de Chucho por la enfermería con la complicidad de Yilda, para no tomar en cuenta los diagnósticos adversos de los usuarios. Y la otra semana va doble porque le toca taller al automóvil japonés que recibió corruptamente como regalo el coronel psicópata a cambio de otorgar documentos ilícitos a un delincuente quien nunca llenó los requisitos. El tipo aquel del galpón el que está lleno de tatuajes. Ahorita hay gastos y solo quedan US $460 para el japonés blanco de la etílica. Recibe entonces el coronel psicópata para sí mismo un japonés, a la vez que le regala otro a su etílica. En otra entrega diremos lo que cobró del empresario padre de Génesis por también entregarle documentos por los que ella nunca cumplió requisitos.
Qué coronel tan despreciable, que para “tapar” su esencia podrida y corrupta cuya fetidez es como la mierda del gato; tiene la osadía, la desvergüenza de emitir opiniones denigrantes en contra de gente honorable. Y cree que a estas alturas de su corrupta vida y de su sucia gestión, la gente ignora quién es él realmente y su modus operandi. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. ¡Rata asquerosa!
El coronel psicópata ha sugerido que Isabel su barragana etílica se compre una Glock G19. La etílica está de acuerdo en la compra del arma, y está convencida que desde el control que ahora jefatura se puede lograr un incremento en los ingresos derivados de la extorsión y por eso le pide asesoramiento al destronado rey, donde es primordial la obvia coautoría en estos delitos por parte del coronel psicópata. Esa asesoría consiste en afincarse en las extorsiones y lograr que muchos más paguen para exceptuarlos de los requisitos para recibir los codiciados documentos con los que luego engañarán a la sociedad esgrimiéndolos como válidos porque salen con todas las características de lícitos, siendo ilícito su recibimiento, porque son productos de la corrupción.
Los funcionarios caraduras, encubridores, cómplices y coautores de los crímenes en la institución, los monos voladores o las piezas del coronel psicópata en la comisión de delitos entre ellos las extorsiones, están resabiados en localizar e identificar a los “usuarios victimas” o a los “usuarios corruptibles y corruptores” que serán extorsionados o pagarán voluntariamente pero en perjuicio de las leyes; por lo que usan sus olfatos de sabuesos con fines ilícitos, para obtener más dólares y así comprar más lujos personales y aumentar las ganancias ilícitas para su jefe el militar nunca más ascendido. De modo que por ejemplo Ananás no solo es la estilista infraganti con la cabeza del coronel psicópata en la mano; sino que junto a la etílica, son sus principales aportadores en el negocio de las extorsiones.
Los gastos que no podrían justificar ante una contraloría estatal ni ante un tribunal anticorrupción y con el dinero negro no declarado por supuesto que reciben el coronel psicópata y su red de malhechores producto de las extorsiones; los invierten en lujos personales, bienes muebles e inmuebles, gastos desordenados como nuevos ricos, y en desenfrenos como lo hacen los integrantes del piso arcoíris. Hay mucho libertinaje en la institución que en realidad no logramos entender cómo pueden estas personas manejarse de las maneras tan perversas, delincuenciales, e inmorales, al margen de la ley, la ética y la moral; pero aviesamente se apartan de todo lo correcto que anhelan las sociedades sanas, que esperan de sus ciudadanos gente con valores y principios robustos, con conductas deseables y que sirvan de ejemplo a las venideras generaciones y a las que actualmente se forman. En cambio esta gentuza sucia e inmoral es una mancha de un período infeliz de esta institución social que han llevado a menos en prestigio y han deshonrado bestialmente. Son soldados infames de otro soldado sin honor. Son unos “ciudadanos” enmascarados que hablan con seriedad y petulancia de tal manera que engañan con el histrionismo de unos actores malvados.
El lavado de dólares y el blanqueo de capitales. Los negocios que iremos revelando. Además el coronel psicópata y sus bandidos, sus monos malhechores, gastan el dinero de las extorsiones en la compra de bienes raíces, vehículos, armas, los mejores móviles de gama alta, cocaína y en el pago de abogados, jueces y fiscales para algunos que han sido detenidos. Se revela que la pandilla ha usado el dinero para montar una especie de distribución de productos legales, como la tiendita de la etílica y este solo es un pobre ejemplo. Todo ello con la esperanza de que los dólares, las ganancias, se multipliquen, pero que también sirvan para esconder su procedencia.
Han destruido en su región el fin y la misión de la institución. Pero así como la conocida canción “faltan cinco pa’ las doce” interpretada por Néstor Zavarse, llegará la hora en que estos delincuentes, les llegue su cinco pa’ las doce y paguen el mal que han hecho a la corporación, a la sociedad y a tanta gente de las que se han burlado y a las que han difamado, sobre las que han ejercido sadismo, maldad e injusticias. Por lo que ha de conseguirse la dulce salida para la institución y se les acabe su salsa a este tren de malos ciudadanos y malas personas. ¡Cuánta pudrición moral y espiritual, cuánta aberración y cinismo! Y usted les ve los rostros y parecen gentes serias incapaces de cometer todos los delitos e inmoralidades que de ellos se saben. Pero caras vemos y malas mañas no sabemos.
El coronel psicópata y su red de malhechores, tienen tantos resabios, vicios, malos hábitos, malas costumbres, son tan corruptos y degenerados que ciertamente es inaudito e incomprensible como estas calañas hayan llegado a ocupar las posiciones que ocupan en la institución. Pero claro, es entendible que el coronel psicópata armó su banda. ¡Cuánta deshora y cuanta afrenta para sus propias almas! No querrá nadie estar en sus lugares al momento de dar cuenta ante el tribunal de Dios. Analfabetas espirituales. Ahora se pomponean con las riquezas mal habidas y con el uso enfermizo de su poder circunstancial y momentáneo; pero eso cambiará.
En las investigaciones hay evidencias de que el dinero que se mueve en la institución entre los monos voladores cómplices del coronel psicópata que son producto de las extorsiones a los usuarios, esos dólares se derrochan además de en los gastos particulares de los funcionarios corruptos, en la logística, en la estructura de la pandilla. Aunado a las agresiones sexuales a los usuarios y usuarias a quienes les vulneran sus derechos humanos allá en el piso solitario, la depravación es siniestramente alarmante. Además de la cárcel, el infierno les espera a todos los funcionarios que valiéndose de su posición han pervertido a jóvenes y los han constreñido a tener relaciones sexuales en contra de su voluntad. Que escandalosa gente, que escandaloso lugar, cuanta iniquidad hay en la institución que está en manos de gente disfrazada de honesta. Cuanto horror espiritual, deberían vestirse de cilicio.
Si visualizamos a Isabel la etílica, recordamos la sentencia latina que dice “no son los nacimientos los que hacen a la madre de familia, sino sus buenas costumbres” -Neque natales matrem familias faciunt, sed boni mores- . Así recogían los romanos la trascendental tarea de la mujer no solo como procreadora, sino como fuente de buenos ejemplos para el crecimiento moral y ciudadano de los hijos y de la sociedad toda. Y las malas costumbres de ella no se circunscriben a la procreación de diversos críos con distintos ejemplares; sino en sus malas mañas, en sus malos hábitos, que es una corrupta que ahora jefatura el control de los documentos que constituyen el principal insumo de los productos que genera la institución. ¡Cuánto vandalismo!
Energías negras para obtener dinero negro. El coronel psicópata reúne en su banda a personas de tanta inmoralidad como su estilista Ananás; la negra recolectora Lesbia Carlota que es la impúdica winnie pooh; a su barragana etílica Isabel; a Chucho el apóstata, su cariñoso secreto a voces; Sussana que vive en el bajo escondrijo de su indecencia con su moral de bota ancha; entre otros grotescos e infames personajillos. Porque el coronel Marión, el doctor fraude es como su red de delincuentes y le gusta rodearse de las energías que lo mantengan en su esencia, porque dime con quién andas y te diré quién eres. Somos la media de las cinco personas con las que nos rodeamos. En otra entrega hablaremos de Joselito el chofer y su mujer, el legado de Diana y sus papeles en las actividades corruptas del coronel psicópata.
Así te hagas el Willie Mays, sabemos mucho de ti y de tus andanzas coronel psicópata. Sabemos cómo se comporta un psicópata como tú.
«Como no estás experimentado en las cosas del mundo,
todas las cosas que tienen algo de dificultad, te parecen imposibles.
Confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas, a muchas amargas dificultades».
Miguel de Cervantes
Crisanto Gregorio León