A los triunfantes…
“Todos desprecian el éxito, sino
…es el propio”
Anónimo
“Donde amamos es en casa, el hogar…
…que nuestros pies pueden abandonar
…pero no nuestros corazones”
Oliver Wendell Holmes
“El hombre es un ser en ruinas”
“Ser grande es ser malentendido”
“No vayas a donde el camino te lleva, ve a
…donde no hay comino y deja un rastro”…
Ralph Waldo Emerson
“Bienaventurado el Hacedor y su Agua…
Bienaventurado su Llegada y su Partida…
Pueda su paso Purificar el Mundo… Pueda él
…Conservar el Mundo para su Pueblo”
Adagio Fremen
“El éxito no se logra sólo con cualidades especiales. Es sobre todo
…un trabajo de constancia, de método y de organización”.
Víctor Hugo
Sin lugar a dudas la regla 91 es la menos conocida de las reglas desconocidas. Es la regla que no tiene regla. La regla del nunca volver atrás. Es la Regla del Éxito. Ser exitoso en la vida poco tiene que ver con lo que tengas por riqueza material, en cambio tiene todo que ver con la riqueza interior, cuando ésta se obtiene. Como no es una regla escrita estuve indagando hasta encontrar una definición aproximada de lo no reglamentario de la regla sin vuelta atrás, la regla 91. Suena contradictorio pero nada tendría para el ser triunfante mejor y más sentido que la palabra “exitoso”; ¿pero cómo es eso?…
Tras una exhaustiva pesquisa encontré la que a mi parecer es la idea que más se le asemeja. Desarrollada por el célebre filósofo y escritor americano Ralph Waldo Emerson. Y según entendidos y mi hermano Charlie, quizá uno de los magnos pensadores de todos los tiempos. A su entender: “Exitosa es la persona que ha vivido bien, reído a menudo, y amado mucho, que se ha ganado el respeto de los niños, que deja el mundo mejor de lo que lo encontró, que nunca ha carecido de apreciación por la belleza de la tierra, que nunca deja de buscar lo mejor en los demás o dar lo mejor de uno mismo…”, conmovedor…Aquí en esta definición encuentro un espacio perdido repleto de significado e igual encuentro a mis ascendientes y en general a las relaciones y a la vida original, abierta, que nos merodea.
En realidad tropiezo tantas cosas cuando voy delante que la única forma de entender es practicando. Entendí por qué mamá sufrió tanto el pasado sin ofuscar el futuro, y cómo su futuro finalizó por cegar su pasado hasta que el pretérito fue solo todo un olvido presente. Papá tuvo más suerte con la desaparición. Se fue temprano pero con todo el pasado vivo en su memoria. Mamá no conoció la regla pero la ejercía por sentido común y el trastorno del orden in extremis.
Otro de los grandes aprendizajes de la Regla 91 se acciona independiente en el soma y responde al sistema endocrino como al nervioso. La naturaleza y sus misterios operan a través de lo físico y corporal. El soma es ancestral y la percepción su derivación evolutiva. A decir verdad pareciera tener razón el Dalai Lama cuando afirma que todos los problemas de la humanidad son por ignorancia. Habría que incorporar los trastornos de la conducta de O. Wilde (Modales antes que Moral) o la antimoral de Einstein (la Moral es Antinatural).
Todos los principios son creaciones influidas por el ambiente que obliga a responder a la existencia con acciones y reacciones. Leyes de la termodinámica. La regla 91 enseña a saber cuándo maniobrar, cuándo rebelarse y cuándo contrarrestar. Nada más y nada menos. Mamá era una experta en eso, Papá un aprendiz. Nosotros tres ni idea. A la postre tampoco.
El humor es un aparato contra la entropía o un dispositivo de resiliencia. En especial el humor negro o humor oscuro pero jamás el humor niche, que es el humor bolivariano. Pero el ideal filosófico aplicado, recoge al ser de la ruina y hace del personaje grande un ser malentendido. Por eso formar pasa más por tolerancia que por el diezmo de la importancia personal. La que siempre tiene motivos para la crítica, la polémica y el enfrentamiento sin salida. Mamá enseñaba eso en su bitácora de educación de hogar. La más importante de las educaciones generales. Los 3 mosqueteros cursamos del mejor sargento de pelotón. Ahora hay que anexar a la heredad al grandioso Jacob, el nuevo integrante del linaje al que sin lugar a dudas es capítulo aparte junto con su mamita encantada, mi hija Danny, fiel reflejo de su finada madre, mi gran amiga Luchy, (Lucilita Naranjo C) a quien tanto extrañamos en la familia desde su marcha más de un años atrás, imprevista, dolorosa y muy muy amarga.
Por supuesto, nada es simple cuando el orbe familiar enrarece, pero mientras eso no sucede, al menos en nuestra casa, mamá era el Rey Arturo de la mesa redonda de mármol rosé. “Con la verdad seremos libres” leías en su centro circular. Los hijos crecen rápido decía mamá y luego penden de sí mismos para entender lo inentendible. La vida no enseña sino a trancazo. No existe otra forma para ella. No conoce la piedad porque no es cruel solo naturaleza trabajando viva. Y en la natura, vivir a costa de otros, es ecología y no homicidio.
Un mundo homicida no existe. Existe el mundo homicida del que nace en la casa sin padres y sin maestros sanos y capaces. Ese, el verdadero peligro de una sociedad sin familia sana. Y lo creamos o no, la pequeña Venezia sufre de una sociedad patológica enferma no por causas naturales, sino por falta de una sociedad con modales y valores de linaje bueno y no de bravucones sin moderación auspiciados por un régimen adulterado y empobrecedor.
Viene la nochebuena y el mundial es tiempo familiar y de sosiego para que la regla 91 extienda como don de Papá Noel a todo el país. Feliz navidad a la familia venezolana. Y que el santísimo y el cosmos bendigan a todos en este nuevo reto que nos tiene la existencia en el firmamento de la dimensión desconocida de la “robo-lución”…
Nota de Autor: Pero inició el mundial de futbol Qatar-sis 2022, y no hay dimensión más encantadora para el público que la felicidad deportiva. ¡Arriba la Canarinha y mosca con los Pibes y Francos…! aunque cualquiera cuela por la barda y da la campanada con el gol filosófico de la Regla 91…
MAFC