Trabajo de www.eltiempove.com
A pesar de que los maestros tienen la gran responsabilidad de preparar académicamente a los futuros profesionales de la República, sus salarios no son los más altos de la sociedad.
Aunque resulte paradójico, la realidad es que en la actualidad los educadores perciben sueldos que ni siquiera cubren sus necesidades básicas.
Esto ha sido denunciado en los últimos años por los propios docentes, quienes han protagonizado varias protestas en los diferentes estados del país para exigir mejoras socioeconómicas y mayor cantidad de beneficios laborales.
A pesar de que históricamente los maestros han devengado salarios por debajo de sus expectativas conforme a su importante labor, siempre las instituciones privadas se habían caracterizado por ofrecer a su personal sueldos muy por encima del establecido en los planteles públicos.
Actualmente esta realidad ha cambiado, tanto así que si se comparan las tablas salariales de los docentes públicos con las de los privados será fácil notar que ambos tabuladores presentan poca diferencia en estos momentos.
Clasificación de salarios
Para tener una idea más clara de lo expuesto, el equipo de El Tiempo consultó con el Sindicato Venezolano de Maestros (Sinvema), seccional Anzoátegui.
Maira Marín, presidenta de ese gremio, precisó que en el sector público existen diferentes salarios, según la clasificación del docente.
Por ejemplo, Marín detalló que un docente nivel I con responsabilidades pedagógicas, que labora 40 horas, devenga en la actualidad 753 bolívares, es decir, casi 80 dólares si se toma como referencia la tasa del Banco Central de Venezuela (BCV), que hasta el 17/11 se promediaba en 9,5 bolívares.
Según los datos suministrados por la dirigente, los docentes II ganan Bs 791 (un poco más de 83 dólares), los docentes III reciben Bs 838 (un poco más de 88 dólares), los docentes IV, un total de Bs 897 (un poco más de 94 dólares) y los docentes nivel V perciben Bs 1.115 (más de 117 dólares).
Todo esto sin contar las diferentes primas que les entregan a los educadores, según las contrataciones colectivas y el bono de alimentación.
«Los docentes que trabajan 53,3 horas ganan un poquito más. Ahora si el docente es subdirector, director o supervisor, esas jerarquías, más las primas que la fulana Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre) nos quitó, aumentan el salario integral. Realmente estamos devengando salario base, que con todos los demás beneficios, no pasa de $200 mensuales, es decir, está muy por debajo de la cesta básica alimentaria (en octubre cerró en casi 360 dólares, según las estimaciones del Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores)», resaltó Marín.
Según cifras del Sindicato Venezolano de Maestros (Sinvema) en el estado Anzoátegui laboran más de 21 mil docentes en instituciones públicas. Del sector privado, el gremio no maneja datos exactos sobre la cantidad de educadores activos en la actualidad.
Caso de los privados
En el caso de los colegios del sector privado, la presidenta de Sinvema afirmó que los salarios de los docentes de este sector oscilan entre $80 y $300 mensuales, dependiendo de la institución.
«Aparte de ese salario, a muchos les asignan una bolsa con alimentos, les subsidian créditos para equipos telefónicos y a algunos les asignan un bono de transporte. Lo cierto es que todos estos beneficios varían de acuerdo a la ubicación, matrícula y tamaño del colegio», acotó.
No obstante, a simple vista se puede notar que el sueldo base de los docentes que menos ganan es muy similar (en públicos $83, mientras que en privados $80).
Donde sí hay todavía una notable disparidad es en los sueldos más elevados, pues según la dirigente de Sinvema un docente V de un plantel público puede llegar a percibir un poco más de 117 dólares, mientras que el que más gana en un privado percibe hasta 300 dólares.
No obstante, estos educadores son los que tienen mayor cantidad de títulos o que se encuentran en cargos más importantes.
Pese a que prácticamente se gana lo mismo en ambos sectores, la presidenta de Sinvema explica que más allá de los salarios, que en muchos casos son levemente superiores, lo que más atrae a los maestros a trabajar en colegios privados son las condiciones laborales.
«Los ambientes de trabajo son superiores a los destartalados ambientes escolares del sector público», añadió.
«Este deterioro de la calidad de vida del docente por insuficiencia de salarios y falta de seguridad social, sumado a todos los demás aspectos, tristemente hacen que la educación se vuelva poco atractiva para los jóvenes estudiantes, es impresionante el desgano por el estudio. Quisiera ser optimista, pero, de persistir esta situación, no me quiero imaginar el país dentro de una década», Maira Marín
Presidenta de Sinvema en Anzoátegui
Situación en los públicos
En más de una oportunidad los educadores del sector público han denunciado públicamente que ganan «salarios de hambre».
Su principal exigencia al Estado siempre ha sido tener un sueldo acorde a la canasta básica alimentaria, basados en el artículo 91 de la Constitución.
Ante la falta de respuesta, más de un educador ha tenido que recurrir a diferentes estrategias para generar mayores ingresos.
Tal es el caso de la maestra anzoatiguense María Lezama, quien contó que se ha visto obligada a vender golosinas y coser zapatos a otras personas, para aumentar sus ganancias mensuales y paliar la crisis económica que vive el país.
A su juicio, los docentes han sido «pisoteados» por los entes gubernamentales. «Ellos dicen que somos prioridad, pero no sé dónde. Nosotros los docentes deberíamos ganar 600 dólares mensuales para poder cubrir la canasta alimentaria y la compra de medicamentos», dijo.
En años anteriores se llegó a escuchar que los propios representantes de estudiantes que veían clases en instituciones públicas reunían dinero y alimentos entre ellos mismos para compensar la labor de los maestros de sus hijos.
Gladys Kumbo, presidenta de la Federación Nacional de Sociedades de Padres y Representantes (Fenasopadres) en Anzoátegui, confirmó que esto se llegó a dar, tanto en planteles públicos como privados.
Sin embargo, señaló que «en los planteles monitoreados en la actualidad no se está recibiendo ningún aporte de los representantes«.
Lo cierto es que aunque parezca injusto, los encargados de preparar al futuro de la nación siguen estando dentro del grupo de los «peor remunerados» en la nación.
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