Venezuela vive tristezas insondables. Dolores que están allí como alfileres vengativos sobre las llagas que no cierran. El orgullo que nos abre ventanas hacia la civilización son los compatriotas que triunfan por el mundo. Casi siempre deportes aunque también en lo científico y académico, menos en literatura y por eso debemos celebrar con alegría el éxito de dos muy distintos escritores venezolanos, el poeta Rafael Cadenas por su premio Cervantes y la novelista Ariana Godoy, la escritora que ha puesto a leer libros a millones de jóvenes por todo el planeta. Rafael Cadenas de Barquisimeto y Ariana Godoy de madre larense, específicamente del Paso de Baragua. Para ellos mis letras de hoy
Rafael cadenas el poeta victorioso
De tanto usar la palabra como bálsamo y desandar los caminos del ego en compañía de una soledad luminosa el poeta Rafael Cadenas nos trajo una espada de alegrías para cortar el lastre de ese complejo de abandono miserable que nos hizo isla de nostalgias y anhelos talados por el miedo.
Con esa palabra teñida de crepúsculos y serenatas silenciosas alojadas en versos de afilados deseos subió a la cima de la lengua española para con yelmo de totuma y lanza de vera encabullada regresar a nosotros convertido en heraldo de esperanza y gentilicio remozado.
Rafael cadenas es un poeta con la patria tatuada en el verso y con Barquisimeto inscrito en el pergamino de su memoria, ésta ciudad que ama la música y las letras, ama así la música oceánica de su poesía, una poesía que es un cruce voluptuoso entre la rima y la prosa creando emociones sobre la piel antigua de nuestro presente.
Orgulloso está el cardón que en crucifixión torcida resiste los longinos del viento y conocedor de los cantos turpiales entona un silbo de alegría para festejar el trofeo que nos entrega el poeta como recompensa a las horas oscuras de este mediodía inacabable. Orgulloso está el mirador del Manzano que ve a la ciudad adornada de espejos tricolores para reflejar el verso inmortal que tiene como inspiración el soy de aquí, ésta es mi ciudad y mi querencia.
Rafael Cadenas es la victoria absoluta del verso sobre las ruinas del Insilio.
Ariana Godoy novelista de los jóvenes
La escritora venezolana Ariana Godoy ha logrado descifrar, interpretar y exponer de forma perfecta el sentimiento y los anhelos de millones de jóvenes en el mundo entero. Su éxito no está en el registro de las elites intelectuales porque su camino no cubrió las rutas de ateneos ni de grupos literarios sino que discurrió por el manantial del talento puro y sencillo que permite el mundo virtual, donde se entrelazan y confunden el oropel y los diamantes, ella precisamente es una gema preciosa que surgió como faro luminoso dentro de la medianía que inunda las redes sociales.
Desde niña comenzó a escribir su diario y para vencer las repeticiones cotidianas le incorporó fantasía y personajes inventados que interactúan al estilo de dioses antiguos con sus compañeros de escuela. De esta forma aprendió a combinar la realidad con la ficción y ubicar en el contexto de emociones humanas las cuitas eternas que habitan en lo profundo de las almas.
Con esta sensibilidad se convirtió en escritora de novelas en Wattpad y luego de su éxito en estos espacios irreverentes y espontáneos fue contratada por editoriales de presencia mundial. Netflix vio en ella la expresión nítida de las preferencias literarias del segmento juvenil y ha tomado sus libros para convertirlos en series que nada más aparecer se colocan en el rating de las más vistas a nivel mundial.
Con esta celebridad, con esta fama y reconocimiento internacional, con más de un millón de libros vendidos en once idiomas, cualquiera puede pensar que Ariana Godoy es una diva con una vida personal llena de lujos y caprichos. Tiene 32 años y desde hace una década disfruta de un éxito inusitado, siendo actualmente un ídolo para centenares de miles de jóvenes en todo el mundo.
Vino a Barquisimeto a visitar a unos familiares muy queridos pero su presencia no pasó desapercibida para su club de admiradoras y ello obligó a su casa editorial a organizar una jornada de firmas apresuradamente. El anuncio se hizo dos horas antes y al llegar a la librería El Clip allí estaban centenares de jóvenes, de ambos sexos, esperándola para disfrutar con ella la fantasía de sus personajes y la interrelación de emociones que los unen. Ariana Godoy luce espléndida como autoridad intelectual entre su público lector y es magnífica como figura amada por sus fieles seguidores.
Pero Ariana Godoy quien también escribe sobre monstruos encarnados en personas hermosas y atrayentes se ha blindado en los afectos íntimos para asumir la fama como algo bonito pero no trascendente. Rodeada y protegida por el cariño de su madre, su familia y amigos se enfrentan a los probables monstruos emboscados en los halagos de la fama y la celebridad.
Así la conocimos. En la casa de Ruperta su tía abuela, acompañada de su madre Gladys y de las primas López Carrasco. Al principio sentimos la distancia de sus muros protectores que al ser derribados por los recuerdos de El Paso de Baragua permitió que la joven fresca, sencilla y cercana tomara asiento en la conversación de ribetes nostálgicos.
Ariana Godoy es reina en un mundo de adolescentes que ven en ella el oráculo que despeja sus cuitas (hasta un saludo propio tienen para rendirle respeto) y para resguardar su intimidad del peso gigante y peligroso que esta responsabilidad conlleva, en su casa es el fuego de chimenea que alumbra y enlaza el cariño y la humildad.
Ariana es guardiana de sueños para la juventud que la lee y guardiana de afectos en la intimidad de su hogar. Dios la cuide.
Jorge Euclides Ramírez