Trabajo de www.correodelcaroni.com
Para el expresidente del Consejo Nacional Electoral y de CVG Ferrominera Orinoco, Andrés Caleca, la organización para las presidenciales no pasa solo por la escogencia de un candidato unitario, sino de toda la maquinaria que participe antes, durante y después del proceso.
En ese sentido afirma que la actualización del padrón electoral es un tema de urgente atención, y por el que partidos y sociedad civil deben reclamar por la apertura del Registro Electoral en todo el territorio nacional, y no solo en las oficinas regionales.
Además hizo hincapié en la importancia de los testigos electorales en el cuidado del voto, tarea que no corresponde solo a los partidos políticos, sino a gremios y organizaciones de la sociedad civil. Todo ello como un contrapeso a la maquinaria del partido de Gobierno, y a consideración de que no se den todas las garantías, por la misma naturaleza del régimen.
De acuerdo con su experiencia en el CNE y elecciones pasadas, ¿cómo se perciben estas presidenciales? ¿Se han asomado muestras de que en verdad haya garantías para un proceso transparente?
La naturaleza del Gobierno venezolano nos hace pensar que pueden intervenir el proceso, lo harán. Lo primero que tenemos que recordar es que el CNE que existe actualmente fue designado violando las normas de la Constitución, que dice que debe estar integrado por cinco venezolanos independientes. Se nombró con tres del PSUV y dos de la oposición.
Frente a una situación de esa naturaleza, tenemos que estar conscientes de que este gobierno no ofrecerá jamás unas elecciones libres, transparentes, exentas de fraudes; se trata de que nosotros protejamos nuestro caudal electoral. En nuestras manos está evitar que esa maquinaria autoritaria impida ganar las elecciones.
Censura y padrón electoral reducido
Caleca expuso una serie de condiciones que afectan el ecosistema electoral, como la censura en prensa y un padrón electoral reducido. Esto debido a que el Registro Electoral solo está abierto en las oficinas regionales. Cuando dan apertura, previo a unos comicios, se distribuyen escasos puntos que impide que todos tengan acceso por inconvenientes de traslado.
Sobre lo primero recordó: “Hemos ido a elecciones en el contexto de una censura de prensa cada vez más pronunciada. En lo que va de año han cerrado más de 81 emisoras de radio. El Gobierno está caminando a que lleguemos a un proceso electoral en silencio, donde los únicos que hablan son los del Sistema Público de Información. No sé qué harán con las redes sociales”.
Además, la mitad del padrón electoral venezolano no está habilitado para votar.
“¿Qué tenemos que hacer los venezolanos y los partidos? Luchar, organizarnos para que el Registro Electoral se abra lo antes posible en la mayor parte del país. Tenemos que inscribir a 3 millones de nuevos votantes, actualizar los datos de 2.5 millones de migrantes internos. Con respecto a los 4.5 millones de venezolanos en el exterior (sin poder votar) hemos entregado incluso al CNE un proyecto de reglamento de cómo deben hacer para que actualicen sus datos”, agregó.
¿Cómo influye el hecho de que más de 10 millones de venezolanos no puedan votar? Aunque no es una garantía de que todos esos votos sean a favor de la oposición, es un porcentaje importante de electores que también tienen derecho a participar.
Es un 50% en que está reducido el padrón electoral. Así como destruyeron la economía y los hospitales, también destruyeron el padrón electoral. Ellos (Gobierno) saben que tienen 3.5 millones de votos, no tienen más. Supón que se pongan a repartir plata y que lleguen a 4 millones. Si los que votan son 10 millones de personas nada más, tienes la victoria casi garantizada. Pero si logran dividir a la oposición o ponen la matriz abstencionista, si la oposición no se presenta unida con un candidato y una oferta creíble, les basta con esos 3.5 millones de votos para ganar las elecciones.
Pero si no les bastara, intentarán hacer lo necesario para ganarlas. Si no se protegen las mesas electorales, harán fraude el día de la votación. Tenemos que luchar por reducir esa precariedad. Este gobierno no concede derechos, te los quita.
Con el tema del voto en el exterior, también hay dudas de la participación en primarias.
Las primarias tienen varios problemas por resolver, que hubiese preferido que lo resolvieran los partidos políticos, y en el reglamento se lo dejaron a la comisión que recién designaron. Les dejaron unas decisiones de carácter político que son muy grandes. Por ejemplo, si se harán o no con el CNE, porque eso determina todo lo demás. Si se hacen sin el CNE, tendrán que ser votaciones manuales, no podrá votar la mayoría de los venezolanos, a menos que hagan un registro electoral ad hoc. También, cuántos centros de votación pueden abrir en el país.
Ahora, si se hace con el CNE hay otro tema grave, que es, qué posibilidad tiene que el Gobierno no interfiera en el proceso, y a través de los cuadernos de votación se cree una lista de los que votaron por el candidato de la oposición, y eso significan represalias, como ya lo han hecho. Cualquier decisión que tomen tienen un costo, y los partidos debieron asumir ese costo, pero se lo dejaron a la Comisión Electoral. Y en el medio están los venezolanos en el exterior que quieren participar.
A la comisión de primarias también le corresponde decidir sobre qué pasará con los candidatos inhabilitados.
Hay jóvenes que siempre han mostrado interés en la participación en un proceso electoral, pero hay otros que ni siquiera están inscritos o producto de la misma decepción con los partidos políticos y sus dirigentes, se desinteresaron en el tema electoral. ¿Cómo llegarles a esos jóvenes?
Lo primero que hay que lograr es la unidad de todas las fuerzas políticas del país, porque mientras no la haya, nadie nos verá en serio. Unidos todos, tenemos que ir a hablar con la verdad. Hay jóvenes que creen que esta es la normalidad, porque es lo único que han vivido, hay que demostrar que esto es el atraso más grande de América Latina.
Hay que hacerles entender que es posible una Venezuela mejor, que no esté para atrás como el cangrejo, y que podemos hacerlo.
Hasta ahora mi mensaje ha llegado, y en los estados donde hemos ido, han empezado a constituir redes de inscripción electoral, y las estamos conectando. Esa es la tarea de los partidos, que no lo están haciendo.
La organización para el cuidado del voto se suele dejar solo a los partidos políticos que, como mencionó antes, no tienen la misma fortaleza de antes y en las elecciones de Capriles y Maduro no se pudo demostrar que Capriles ganó porque faltaron actas electorales. ¿Cómo se organiza la sociedad civil para que participen no solo el día de las votaciones, sino en todo el proceso?
Hay algunas plataformas, como el Frente Amplio Venezuela Libre, que tiene participación tanto de los partidos como de la sociedad civil. Cada organización de la sociedad civil tiene que estar conscientes de que en este momento eso tiene que ser prioridad en su agenda de trabajo.
Por ejemplo, los maestros, ninguno de los problemas reivindicativos se va a soluciones mientras este gobierno esté enquistado en el poder. Hay que convencer a la sociedad civil de que esto no es solo de los partidos, que hay que hacer política, que no significa meterse en un partido.
En estos momentos hacer política significa luchar por los derechos electorales, organizarse y ganar las elecciones. Eso es una tarea de todos.
¿Cuál es el reto que tienen los partidos y actores políticos? Sobre todo, porque por sus mismos desaciertos, hay quienes todavía no creen en esa unidad que promueven de cara a unas nuevas elecciones.
El primer reto que tienen los partidos políticos es asumir el proceso electoral como un proceso en conjunto. El candidato es un tema, pero no es el único tema y ni siquiera es el más urgente, aunque sea el más importante al final. El más urgente es el del Registro Electoral. El foco fundamental tiene que ir hacia la organización.
Fíjate en el propio chavismo, que anda en el 1×10. Y los demócratas peleándose por una botella vacía. Ningún candidato levanta en este momento, tienen un rechazo gigantesco, y no nos hemos puesto de acuerdo en lo urgente: cómo afrontamos el proceso electoral.
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