Al cumplirse 500 días de detención arbitraria y privación ilegítima de libertad, la cual se ejecutó el 02 de julio de 2021, luego de las distintas amenazas que había recibido Javier Tarazona, la organización defensora de DDHH FundaRedes acompañada de diversas organizaciones y sociedad civil en general exige la libertad, de quien es acusado de delitos que no cometió, y quien por años solo ha defendido los derechos de los más vulnerables.
Clara Ramírez, directora interina de FundaRedes, aseguró que es oportuno agradecer a las distintas organizaciones nacionales e internacionales, quienes se han sumado desde el día uno, al llamado y peticiones por la libertad de Javier Tarazona, por su detención injusta y arbitraria, asegurando que, la Misión de Determinación de Hechos lo ha tenido presente a través de la presentación de sus informes orales y escritos, así mismo el comité de derechos humanos de naciones unidas y diversas relatorías.
“Recientemente la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha hecho una modificación a sus medidas cautelares, incluso señalando que están dispuestos a realizar una visita a Venezuela para verificar su estado de salud y la condición de Javier Tarazona dentro del Helicoide”, aseguró Clara Ramírez.
Luego de la detención de Tarazona en la ciudad de Coro estado Falcón, “cuando por 12° vez estaba denunciando actos de hostigamiento y amenaza en su contra, por funcionarios del SEBIN y FAES, le abordaron de manera violenta la mañana del 02 de julio, cuando se encontraba en la sede del Ministerio Público de esta entidad como parte de un conjunto de actividades propias de la defensa de los derechos humanos”, mencionó Ramírez.
Durante estos 500 días de detención arbitraria de Javier Tarazona, “se ha visto envuelto en un juicio totalmente viciado, donde no se le ha garantizado el derecho a la defensa, al debido proceso y donde hoy se encuentra en un limbo, porque su juicio oral y público está interrumpido, y que, por esta misma interrupción, deberá iniciarse nuevamente, dejando una inestabilidad no solo en su proceso judicial, sino en su estado emocional”.
La ansiedad como consecuencia de la incertidumbre, es una de las problemáticas a las que se enfrenta Javier Tarazona como prisionero de conciencia, sumado a que está en una situación que ha ido menoscabando progresivamente su estado de salud, como lo ha alertado su familia y la organización FundaRedes desde hace ya 500 días de su detención.
Por ser un paciente con enfermedades base que le fueron diagnosticadas previamente, esta detención perversa, lo único que ha hecho es deteriorar más su salud, y es por ello que, los diferentes organismos nacionales e internacionales se han pronunciado de forma oral y escrita a favor de su libertad como lo ha destacado la oficina del alto comisionado de los DDHH de Naciones Unidas.