Las autoridades ucranianas anunciaron este viernes más apagones escalonados en las ciudades más grandes del país y sus alrededores en medio de los continuos ataques rusos contra la infraestructura energética.
Ukrenergo, el operador estatal de las líneas de transmisión de alto voltaje de Ucrania, informó que se habían reanudado “cortes de emergencia” de cuatro horas al día o más en la región de Kyiv.
El gobernador Oleksiy Kuleba dijo en Telegram el viernes que los residentes de la región de la capital podrían esperar cortes de energía “más duros y prolongados” en comparación con los anteriores durante la guerra.
El alcalde de Kiev indicó que la red eléctrica de la ciudad estaba operando en “modo de emergencia”, debido a que el suministro eléctrico se había reducido a la mitad en comparación con los niveles previos a la guerra. El alcalde Vitali Klitschko señaló que esperaba que Ukrenergo encontrara la manera de abordar la escasez “en dos o tres semanas, salvo circunstancias fuera de su control”.
Oleg Syniehubov, gobernador de la región de Járkiv, en el noreste de Ucrania, anunció en Telegram que a partir del lunes comenzarán cortes de energía diarios de una hora en toda la provincia, incluyendo la capital regional, que es la segunda ciudad más grande de Ucrania.
Añadió que las medidas “son necesarias a fin de estabilizar la red eléctrica, porque el enemigo continúa bombardeando la infraestructura energética (de Ucrania)”.
Los funcionarios de todo el país han instado a la población a ahorrar energía, reducir su consumo eléctrico durante las horas pico y evitar el uso de electrodomésticos de alto voltaje.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy dijo la semana pasada que 30% de las centrales eléctricas de Ucrania habían sido destruidas desde la primera oleada de ataques rusos dirigidos a la infraestructura, el 10 de octubre.
En Rusia, el ministro de Defensa informó al presidente ruso Vladimir Putin que el ejército había convocado a 300.000 reservistas desde que Putin emitió una orden de movilización el mes pasado para reforzar las fuerzas del país en Ucrania.
El intento de Putin por aumentar la cantidad de soldados rusos posicionados a lo largo de la línea del frente de 1.000 kilómetros (620 millas) en Ucrania sucede luego de varios contratiempos, entre ellos el hecho de que las tropas rusas se vieron obligadas a retirarse de la región de Járkiv. La movilización avivó las protestas en Rusia y llevó a decenas de miles de hombres a huir del país.
El ministro de Defensa, Sergei Shoigu, le dijo a Putin el viernes que 82.000 reservistas fueron desplegados en Ucrania, mientras que otros 218.000 aún reciben entrenamiento. Shoigu aseveró que de momento no hay un plan para reunir más.
Putin le comentó a Shoigu que las fuerzas armadas deben asegurarse de que los 300.000 reservistas llamados hasta ahora estén entrenados y debidamente equipados “para que las personas se sientan seguras cuando tengan que ir a combate”.
Activistas y medios rusos han señalado que a muchos de los reclutas se les pidió que consiguieran por su cuenta artículos básicos, como botiquines médicos y chalecos antibalas, y no recibieron entrenamiento antes de ser enviados a combatir en Ucrania.
Algunos fueron abatidos a los pocos días de ser llamados y enviados sin recibir ni siquiera un entrenamiento básico de actualización.
Shoigu reconoció que “hubo problemas con los suministros en las etapas iniciales”, pero dijo a Putin que ahora se han resuelto y los reservistas han recibido todos los artículos necesarios.
Putin ordenó a Shoigu que presentara sus propuestas para reformar las tropas terrestres y otras partes de las fuerzas armadas sobre la base de su desempeño en Ucrania.
Los ataques rusos con misiles y artillería mataron al menos a cuatro personas e hirieron a otras 10 en las ultimas 24 horas, la mayoría de ellas en la provincia de Donetsk, en el este de Ucrania, afirmó el viernes la oficina presidencial ucraniana. Las fuerzas rusas se preparan para un asalto a Bakhut luego de sufrir una serie de reveses en el este.
El fuego ruso impactó varias ciudades al otro lado del Río Dniéper desde la planta de energía nuclear de Zaporiyia ocupada por Rusia, informó la oficina presidencial. Los bombardeos dañaron decenas de edificios residenciales y derribaron las líneas eléctricas en Nikopol. También se cortó el suministro eléctrico a miles de familias en las localidades vecinas de Marhanets y Chervonohryhorivka.
Un misil de defensa aérea S-300 destruyó un edificio administrativo de tres niveles y dañó un nuevo edificio residencial cercano, dijo el gobernador regional de Mykolaiv, Vitalii Kim. Las fuerzas rusas han utilizado con frecuencia misiles S-300 convertidos para atacar objetivos terrestres en Ucrania.