«Una vez terminado el juego,
el rey y el peón vuelven a la misma caja».
Proverbio italiano
Memento mori es un dictum latino que significa literalmente “recuerda que morirás”. El uso de esta frase se empleaba para recordarle a un militar triunfante en un evento bélico que no fuese soberbio, pues la condición mortal es infranqueable. E irreductiblemente darás cuenta al creador del universo por tus acciones inhumanas, destructoras, déspotas, sádicas, corruptas y de maldad, tú que traficas con la hipocresía. Sabes perfectamente coronel psicópata que tus víctimas no han cometido falta alguna, pero tú las has inventado maldito y las has hecho tus presas sacrificándolas. Hiena, perro, licántropo enfermo.
La vida real no es un “again” donde los muertos se levantan para una nueva tanda como en los videojuegos. No hay repetición, ya estigmatizaste tu alma, ya le dijiste al mundo y al creador del universo quién eres tú, rata inmunda. Lo que has hecho en esta tu única oportunidad sobre la tierra, tu única vida sobre el planeta ya con tu performance siniestro marcaste tu estela y recibirás al otro lado conforme hiciste de este lado donde te has lucido haciendo daño, robando, extorsionando, en fin delinquiendo, junto a tus monos voladores y continúas haciéndolo creyéndote justificado “porque tú eres coronel”. Además de tu psicopatía, tienes jodido el cerebro de distintas maneras con tus ínfulas, perversa Teodora.
Eres la bruja malvada Teodora con tus monos voladores que te inmiscuyes en la vida personal y privada de tus víctimas, con la pretensión insana de arruinarles el futuro, saboteando sus diligencias personales y manipulando a las personas para que les entorpezcan los trámites ante otras oficinas públicas. Y los títeres que obedecen rindiéndote pleitesía genuflexos sin dignidad haciendo lo que máquinas, como a quién quitarle el habla, a quién saludar y a quién respetar o irrespetar, diciendo mentiras y difamando a gente inocente y lo haces con una seriedad que es la peor trampa de tu indigna existencia. En fin eres la propia fémina comadre de baja ralea que quieres zombis que no tengan felicidad y te atreves a meterte con la familia y a hacer mártires, desgraciado, maldito coronel. Eres una pudrición de persona, si es que a estas alturas se te puede llamar persona, lacra repugnante. Eres la pestilencia que anda de noche.
Recuerda cuando mendigabas que te dieran horas de clases en aquella universidad y te cerraron las puertas porque sabían qué tipejo de lacra eres. Has dedicado también tu vida a construir a pulso muchos enemigos, has dejado mucha gente molesta, herida, despojada de sus derechos, y tú pedante y jactancioso por tus innobles actos te crees inmortal. Muchos podrían estarte esperando en la “bajaita”. Has subestimado a demasiada gente. Diversos profesionales ofendidos, porque eres tan engreído que no calculas sobre la ley de las consecuencias imprevistas, ladrón corrupto alimaña. Pero tu alma ha de pagar por tus malas acciones, por tu dolo malo, por todo cuanto otros han sufrido y sufren a causa de tu maldad siniestra encubierta, de tus trastornos parafílicos, de tus trastornos de personalidad y tus síndromes.
No creas porque circunstancialmente tienes un grupúsculo que te rinde pleitesía, que son tus tenientes sirvientes o tus monos voladores, y a los cuales les permites toda la corrupción, no pienses que por eso estás perdonado, por lo contrario, precisamente eso te afinca la condena. Al infierno no llegarás para un full day, sino como inmigrante, porque te has ganado a pulso ese destino. Has cambiado itinerantemente tu oficina para que desde el control con tu suplemento Isabel, tener “a pata e’ mingo” los documentos que vendes ilícitamente y recoger a diario las extorsiones que junto a ella y el tren de jovencitas te ayudan delictivamente a sumar dólares en tu corrupta gestión. Aunado al negocio ilícito que te llevan las catarinas Abacaxi el gozón, González y Martínez, Chucho el marido de Yilda que ni enfermera es, pero que ejerce ilegalmente de médico y que a nadie saca de su equivocación, constituyendo un riesgo a la salud de los usuarios porque hasta se atreve a recetar a prescribir medicación; asociado al robo depravado a la luz pública para que crean que es legal la extracción del patrimonio de la institución.
De cuanta porquería has llenado la institución y de cuanta porquería te has hecho rodear, para mantenerte cometiendo barbaridades, ilicitudes e ilegalidades, crímenes, desórdenes éticos y morales en una corporación que has deformado. No se merece esta empresa ni su concepción primigenia, en lo que tú las has convertido, en una casa del crimen, en un lupanar, en un antro del pecado y de corrupción; psicópata del sebillo.
Que aberrante contradicción que siendo tú y tu banda de monos voladores los ladrones y saqueadores de la institución, a la hora de la salida ordenes registrar e inspeccionar los vehículos de la gente decente, si quienes se roban el patrimonio y la comida de la institución eres tú y tu pandilla de malhechores. Tú eres quien con la ayuda de Chucho tu segundón, te hurtas los aparatos tecnológicos de la institución, los vehículos y sus partes, las computadoras, ingentes cantidades de comida y cometes un sin número de delitos con estos tus cómplices y coautores. Los que disponen de las llaves y de los accesos a los sitios clasificados, eres tú y tus tenientes voladores, rata asquerosa. ¿Oh dime quién se robó mensualmente las reses que donaban para el comedor? Tú malandro infeliz, que haces personalmente y permites corrupción a tus monos jalabolas, para que te cuiden las espaldas.
Cuando te mueras, ¿qué encontrarás al otro lado?, te esperan los premios por las hazañas que hiciste en vida. El camino será de rosas o de flores de carroña. ¿Morirás con una sonrisa en el rostro por la alegría de ver al Nazareno o se estampará en tu cara la mueca del miedo al recibirte “Satanás” por el sufrimiento y el daño que infligiste a otros? Seguro habrá quienes te alberguen para darte según diste tú en vida, para recompensarte según trataste a tus semejantes y según te dedicaste a saquear y corromper las instituciones en los destinos públicos que se te asignaron.
No te gusta meditar sobre el mal que haces, prefieres dejarlo a la indiferencia. Te desentiendes como si nunca la muerte fuera a llegar para ti. Adelántate al momento de tu muerte y fija tu memoria y tu mirada en las trampas que colocaste a tus hermanos para destruirlos, como te dejaste usar para perseguirlos o como lo hiciste por tu propia persona, como usabas tu inteligencia y a tus monos voladores para maquinar sacrificar a otros, como despojaste a unos y a otros del pan diario de cada día. Los hijos asesinados por tus acciones.
Si te encabritas y tu posición en el mundo es más importante – que para ti si lo es – que obtener la misericordia y el perdón de Cristo, entonces sigue con tu soberbia, con tu indecencia, pero recuerda tú que traficas con la hipocresía, lo que dice Mateo 23:27 “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia». Y tu encuentro al otro lado no dudes te aterrará por toda la eternidad con un sufrimiento que jamás tu mente podrá imaginar. Porque allá, del otro lado, los tormentos se repiten eternamente. Allá si hay “again” de tormentos eternos.
Detente a cavilar sobre lo que haces e hiciste y lo que prevés seguir haciendo. ¿Será agradable a los ojos de Dios? ¿Andas desquitándote que nunca llegaste a General y los vacíos de tu alma y de tu corazón con tus hermanos y semejantes y los ves como inferiores a ti y te crees con una grandeza que ellos no superarían?
Si te has evaluado y te tiembla el alma, – que lo dudo porque la psicopatía no tiene cura -, porque aún haya destellos del Dios verdadero en ti, entonces pídele “un nuevo corazón para alabarlo, para servirlo». Un corazón limpio como el cristal, dulce como la miel, un corazón como el de Nuestro Señor». Y él te acogerá en su seno para darte la salvación. Porque cumpliste su mandamiento. ¡Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo! Al prójimo ¿escuchaste?, al prójimo. Pero tú amas las cosas materiales por encima de Dios. Por eso aunque resulta inútil decírtelo, porque no lo harás, colócate en los zapatos de tu hermano para que sientas lo que tu semejante siente cuando le haces daño o cuando lo tratas con amor cristiano que nunca lo haces al menos que tengas un interés siniestro en conseguir algo a cambio. Pero tú eres un disfraz , un depredador social. Desgraciadamente eres un maniático psicópata, narcisista, que ni sabes quién es Juan Currutaco, el gendarme que se acuesta con Isabel la borracha tu complemento, la psicópata que tienes en control de otras corrupciones.
Recuerda, morirás y solo tú decides dónde quieres llegar. A los atrios del cielo o al infierno. Lo has leído, luego no te lamentes a la hora de tu muerte que no se te advirtió. Recuerda que llegarás como inmigrante y no en full day como en paseo donde estás acostumbrado a derrochar el dinero que te robas y extorsionas en la administración pública con trampas y estratagemas de corrupción, tú que eres un parásito.
«Los años son escobas que nos van barriendo hacia la fosa».
Proverbio español
Crisanto Gregorio León