Cultura y arte son fenómenos humanos y sociales con una raíz común, pero diferentes. El primero tiene un carácter antropológico y el segundo estético. Uno es general y el otro específico.
La constante interacción entre ambos establece una complementación.
La cultura es modificable mientras que el arte es permanente, como sucede con una obra pictórica.
En la cultura no importa la falta de ilustración evidente en el folclore que se hace con lo que se tenga a la mano, en cambio en el arte si cuenta por su especialización.
Aunque sus diferencias no son excluyentes comportan proximidades que debemos tener presentes para evitar la perplejidad.
La cotidiana cultura
La cultura se refiere a las actividades generales y habituales del hombre para transformar la naturaleza y sociedad por medio de la práctica, vale decir el trabajo. Es, como lo dice el brasileño Darcy Ribeiro, las formas de ser y vivir del hombre que abarca sus variados quehaceres.
Todo con las necesarias excepciones del caso dado que algunos no son compatibles con su definición. Pero nos revelan las condiciones prevalecientes en un marco sociohistórico determinado identificando al hombre, grupo, comunidad y pueblo. Una manera de conocer la historia.
Con la cultura y arte ocurre algo similar a la filosofía, la ciencia social madre. La cultura toca los aspectos más comunes de la vida del hombre hasta lo prosaico. El arte los de la belleza y sensibilidad humana.
Las revoluciones tecnológicas son las responsables de los mayores cambios y progresos en la vida del hombre. La primera es la invención del fuego en la remota cueva entre cuyos cambios estuvo cocinar los alimentos superando la caza, pesca y recolección de alimentos silvestres.
En ese devenir técnica y ciencia forman parte de la cultura general en el propósito de alcanzar la felicidad y progreso del hombre y la sociedad. Cumplen cabalmente con el superior fin de alejarlo del mal con que a veces la naturaleza se ensaña contra la especie humana como los desastres a los que opone la cultura de la prevención.
Se registran unas 164 definiciones de cultura desde las ortodoxas aún las heterodoxas como la de la era de la globalización con su acentuación de la transculturización con su cosmopolitismo. Una de las acepciones más conocidas es la de Edwars B. Tylor, formulada en 1871, según la cual la cultura es en parte conocimiento. La marxista que la conceptúa como bienes y valores materiales y espirituales. Y llegamos a la del creador del psicoanálisis Sigmund Freud, quien nos dice que designa las producciones e instituciones que diferencian al hombre de sus antecesores los animales. Por ello desde la instancia de la filosofía nos enseñan que el hombre transforma y el animal hace.
En el siglo XIX la cultura adquiere valor académico para afianzarse en la década de 1960 cuando aparecen los estudios culturales en Estados Unidos y Gran Bretaña, desde el enfoque del funcionalismo. En Venezuela en 1975 con el Centro Latinoamericano y del Caribe para el Desarrollo Cultural -CLACDEC-, creado por la doctora Evangelina García Prince durante la primera gestión gubernamental de Carlos Andrés Pérez.
La cultura de masas, difundida por los medios de comunicación, democratiza los bienes y valores del arte con su masificación. El hecho condujo a la desaparición de las fronteras entre comunicación y cultura.
Todos tenemos cultura
Al tiempo que existe el equívoco de considerar a unos hombres con cultura y a otros sin la misma cuando al fin y al cabo todos los hombres la poseen. Lo que siempre ha habido son hombres y sociedades con un mayor nivel cultural, caso de las civilizaciones indígenas más avanzadas como la de los Incas y Aztecas.
Constituye una falta de cultura general el maltrato a los animales, entre estos el perro. A éste el hombre más culto lo puede agredir mientras que el más común lo protege. Y eso es cultura perruna en el ser humano.
Lo cierto es que todos poseemos cultura desde el más insignificante de los hombres sin bienes de fortuna en abundancia aun el más poderoso económicamente. La cultura inmediata y prosaica que emana del ambiente donde nos desarrollamos marcará la diferencia si alguno de los dos se hace de más conocimientos. Citamos la cultura gastronómica inseparable y aprendida por los mortales con las diferencias del caso.
Cultura que ostenta hasta un caletero del mercado El Manteco bajo el influjo, en el pasado, de las agotadoras jornadas en un espacio medieval. Sin ofuscadas idealizaciones son los hombres que espontáneamente inventaron su himno musical con la ranchera “Dos pasajes” interpretada por Lupe y Polo. La misma se escuchaba diariamente antes de 1983 en la rockola del bar restaurante Estoril de Juan Goncalvez Da Corte. Eso es cultura más arte musical en un paisaje determinado por las relaciones de intercambio económico que el cronista Fulgencio Orellana llamaba Bolsa de Valores Agropecuarios.
El superior arte
En cuanto al arte, creemos, es más bien la facultad del hombre para crear obras artísticas por medio de las expresiones de la pintura, escultura, música, cine, teatro, literatura, fotografía, danza, cine y arquitectura, entre otras.
De allí el concepto de bellas artes aplicable a estas actividades. Pues cualquier mortal no puede hacer arte. Su práctica requiere vocación, condiciones innatas, disciplina, trabajo constante y preparación sistemática y teórica.
Aun en las condiciones más adversas el hombre entabla una relación estética con la realidad. Esa conexión se realiza gracias al arte, la manifestación máxima de la misma en que se registra un proceso de asimilación del entorno.
El arte representa lo concreto y estético de la capacidad creadora del hombre en una diversidad de expresiones artísticas, entre las cuales figuran la música que entra por el oído y la pintura que apreciamos con el ojo.
Es creación más imaginación para producir obras que producen placer al hombre. Así pues, en la relación estética del hombre con la realidad, el arte es el escalón más alto. Es la manera cómo percibe y asimila el mundo desde las esferas de la belleza que complementa y a la vez trasciende a la cultura. Pero, la generación de arte está subordinada a la existencia de condiciones objetivas para que florezca la actividad espiritual del artista con o sin título.
El arte es la expresión superior de la cultura en que el hombre pone a prueba su inteligencia transformadora y creativa. Se trata de un acto de descubrimiento como la aventura de Cristóbal Colón en 1492 con su viaje interoceánico que trajo la mundialización de la vida del ser humano y sirvió para unir culturalmente a dos mundos.
Freddy Torrealba Z.
Twitter: @freddytorreal11
