Todo el esfuerzo realizado está a punto de perderse, de no alcanzarse un acuerdo entre los actores de la cadena productiva del maíz (agricultores, industria y administración de Maduro) para definir un precio justo a nivel de productor de maíz.
Así lo expone en un comunicado la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela, Fedeagro, al fijar su posición en torno a la posición intransigente de la agroindustria, que se niega a ceder ante las justas aspiraciones de los agricultores venezolanos.
El comunicado de Fedeagro expresa:
El maíz es, sin duda, el rubro más importante de la agricultura venezolana. Es el de mayor superficie cultivada, el sembrado en el mayor número de explotaciones, el de mayor peso en el valor dela producción agrícola vegetal y el de mayor importancia en la dieta del venezolano promedio. Sus encadenamientos aguas abajo y arriba del proceso productivo lo ubican como el principal dinamizador de la economía agrícola del País.
La evolución reciente de la producción de maíz en Venezuela muestra una caída de la producción entre 2008 y 2021 del 40 %; sin embargo, en 2020 se detuvo la caída y se inició un importante repunte, que pudiera significar el camino a la recuperación del rubro.
Este año se estima una producción cercana al millón de toneladas, lo cual significa un trienio de crecimiento, aun cuando está todavía lejos de alcanzar los volúmenes de finales de la primera década de este siglo.
Varios factores han contribuido al rebote de la producción de maíz de los tres últimos años, entre los cuales es importante mencionar: la liberación del tipo de cambio y de los precios en las cadenas agroalimentarias, la apertura del ingreso al país de insumos, repuestos; materiales y equipos vitales para la producción y para importantes regiones productivas. El régimen de lluvias ha jugado favorablemente parala obtención de una mayor productividad del cultivo.
En lo fundamental, la participación del sector privado, pequeños, medianos y grandes productores, ha sido notable, sembrando, cultivando y cosechando a pulmón propio, con un exiguo apoyo del Sistema Bancario Nacional y sin estímulos concretos derivados de la acción oficial.
Todo el esfuerzo realizado está a punto de perderse, de no alcanzarse un acuerdo entre los actores de la cadena productiva del maíz (agricultores, industria y gobierno nacional) para definir un precio justo a nivel de productor de maíz.
Fedeagro ha planteado y así lo había reconocido la industria nacional; tanto de harina precocida de maíz, como de alimentos balanceados para animales, que el precio de referencia para el maíz de este ciclo, debería ser equivalente al costo alterno de importación (CAI). Es decir, el costo que debe pagar la industria nacional por poner en sus almacenes el maíz importado que requiere para complementar las necesidades no cubiertas con producción nacional.
Las razones que justifican este precio son la siguientes:
El año pasado la industria terminó pagando el costo alterno de importación, alrededor de 0, 48 $/kg por maíz seco acondicionado.
Las partidas de insumos y servicios significativos del costo de producción de maíz, entre este año y el anterior, en dólares, se han incrementado en un35%, tal como lo indicamos en el siguiente cuadro. Adicionalmente se estima el costo de producción de una hectárea de maíz en este ciclo en 1.628 $.
El precio que resulte de un acuerdo, debería cubrir estos costos y generar una utilidad decente para los agricultores.
El precio equivalente al CAI, no impactaría significativamente el costo de los productos terminados que insumen el maíz nacional.
En estos momentos la indefinición del precio ha propiciado que, aprovechándose de la necesidad de caja de los agricultores, sectores interesados con capacidad financiera, estén adquiriendo cosechas a precios por debajo de nuestros costos.
Las consecuencias de mantener esta indefinición en el precio del maíz a nivel del productor para esta cosecha son nefastas para los agricultores, quienes están siendo conducidos a la quiebra, agotándose las posibilidades de transitarla ruta dela recuperación de producción de maíz.
Nuestras propuestas son:
Acordar un precio de 0.47 $/kg por el maíz seco acondicionado, en el sitio habitual de recepción. (Equivalente al Costo alterno de importación para el 18-10-2022).
Honrar el compromiso adquirido por toda la Cadena Productiva del Maíz, en marzo de este año, relativo a realizar las importaciones necesarias para cubrir el déficit, entre el primero de febrero y el 31 de agosto del 2022.
Aplicar los aranceles comprometidos por Venezuela en la OMC para las importaciones de maíz y estudiar la creación de un Fondo Estabilización de precios para este rubro que pudiera nutrirse con los recursos derivados de la aplicación de los aranceles recibidos.
Los agricultores necesitan una señal positiva que los induzcan a mantener el ritmo de crecimiento que intentan mantener, no permitamos que decaigan en este propósito. El país y el Sistema Agroalimentario demandan un acuerdo.