Funcionarios prorrusos culparon el domingo a Ucrania por un ataque con cohetes que impactó la alcaldía de Donetsk, una ciudad controlada por separatistas, mientras que autoridades ucranianas dijeron que una urbe ubicada frente a la nucleoeléctrica de Zaporiyia y otros blancos fueron objeto de una ofensiva de cohetes rusos.
Los ataques ocurrieron en un momento en que la guerra en Ucrania se acerca a los ocho meses. Kiev también informó que mantenía la línea del frente en los encarnizados combates que continúan en torno a Bajmut, donde las fuerzas rusas dicen haber logrado algunos avances en medio de una contraofensiva ucraniana de siete semanas que ha llevado a Moscú a retirarse en otras zonas.
En el frente de batalla, “los sitios más álgidos en el Donbás son (los poblados vecinos) de Soledar y Bajmut, donde continúan librandose intensos combates», dijo el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy en un discurso en video.
Esos poblados y Donetsk se ubican en la región industrializada del Donbás, donde los separatistas respaldados por Rusia han combatido a las fuerzas de Kiev desde 2014. La región de Donetsk es una de las cuatro que Rusia se anexó ilegalmente el mes pasado.
Zelensky acusó a Rusia de incluir a convictos “con sentencias largas por delitos graves” entre sus soldados del frente de batalla a cambio de un salario y amnistía, algo que funcionarios de inteligencia de Occidente también han señalado.
El edificio municipal de Donetsk resultó gravemente dañado por el ataque con cohetes. Columnas de humo se arremolinaban alrededor de la construcción, que tenía filas de ventanas rotas y un techo parcialmente derrumbado. Algunos autos cerca de allí estaban quemados.
No hubo informes inmediatos de víctimas. Kiev no se atribuyó de inmediato la responsabilidad ni comentó sobre el ataque.
Las autoridades separatistas respaldadas por el Kremlin han acusado previamente a Ucrania de numerosos ataques contra infraestructura y objetivos residenciales en las regiones ocupadas, a menudo empleando cohetes HIMARS de largo alcance suministrados por Estados Unidos.
La semana pasada, el Kremlin lanzó lo que se cree son sus mayores ofensivas coordinadas con aeronaves y misiles contra infraestructura de Ucrania. Los amplios ataques de represalia incluyeron el uso de drones explosivos que se autodestruyen procedentes de Irán, y en ellos murieron decenas de personas.
La oficina de Zelensky dijo el domingo que Moscú estaba bombardeando ciudades y pueblos a lo largo de la línea del frente en el este, y que “hostilidades activas” continuaban en la región de Jersón, en el sur del país.
Los cohetes en Nikopol, ubicada al otro lado del río frente a la nucleoeléctrica de Zaporiyia, dañaron cableado eléctrico, gasoductos, negocios civiles y edificios residenciales, informaron funcionarios ucranianos. Rusia y Ucrania se han acusado mutuamente desde hace meses de disparar contra la central nuclear más grande de Europa y sus alrededores, la cual es operada por su personal ucraniano bajo supervisión rusa.
La región de Zaporiyia es otra de las que Moscú se anexionó ilegalmente el mes pasado, a pesar de que un 20% de su territorio sigue bajo control militar ucraniano.
En el oeste de Rusia, a lo largo de la frontera con Ucrania, funcionarios rusos dijeron que sus defensas aéreas derribaron “un mínimo” de 16 misiles ucranianos en la región de Belgorod, informó la agencia rusa Ria Novosti. Las autoridades rusas en regiones fronterizas han acusado frecuentemente a Ucrania de disparar hacia su territorio, dejando civiles heridos. Kiev no se ha responsabilizado ni ha comentado sobre los supuestos ataques.
Rusia ha usado a Belgorod como base para lanzar ataques de artillería y misiles hacia territorio ucraniano.
En tanto, el Kremlin abrió una investigación sobre un tiroteo ocurrido el domingo en esa región en el que dos hombres de una exrepública soviética que entrenaban en un polígono militar de tiro asesinaron a 11 personas e hirieron a otras 15 antes de ser abatidos. El Ministerio de Defensa de Rusia dijo que el incidente fue un ataque terrorista.