El ingeniero Enrique Colmenares Finol, exministro del Ambiente, advirtió que la explotación que se está haciendo en el Arco Minero está destruyendo las tierras más antiguas del globo terráqueo y las riquezas que tiene el país para 500 años.
Al ser entrevistado por El Impulso, el especialista en materia ambiental se refirió también a la destrucción de los parques nacionales, haciendo énfasis en Los Roques, donde se están realizando desarrollos con concreto que violentan disposiciones ambientales.
Y, por supuesto, habló de lo acontecido en Las Tejerías, el pasado fin de semana, cuando el deslave causó, oficialmente, 43 muertes y 56 desaparecidos, convirtiéndose en la octava tragedia ocurrida en el transcurso de 35 años en Venezuela.
¿Cómo ha visto el desarrollo de la política ambiental en el país?
La política ambiental en Venezuela comenzó el primero de abril de 1977 cuando se creó el Ministerio del Ambiente y desde entonces se ha venido desarrollando con altos y bajos, con marchas y contramarchas dolorosamente.
Hay problemas que no se pueden determinar en toda su dimensión, pero sí hay otros que desafortunadamente no se han venido resolviendo a través de muchos años y en los últimos se han agravado.
Hay un asunto fundamental para evitar desastres y todo tipo de dificultades: la ordenación del territorio, ya que si el territorio no se ordena, la gente levantan viviendas en zonas inestables, sobre todo en zonas cercanas a quebradas y ríos. Este es un problema grave que tenemos en todas partes de Venezuela.
En el curso de los últimos veinte años han sido dejados a un lado todos esos controles y hoy estamos viviendo las consecuencias de ese descuido.
Dolorosamente el Ministerio del Ambiente fue, prácticamente, desmontado y ha cambiado, en el curso de las últimas décadas, de una política para otra y no ha habido una directriz clara sobre los asuntos ambientales y se tienen consecuencias.
No podemos decir que es culpa total de los seres humanos, sino también de la naturaleza, que no se pueden controlar en las dimensiones que uno quisiera hacerlo.
En los últimos 35 años se han presentado sucesos catastróficos en Venezuela con trágicos saldos de víctimas y desaparecidos, además de incalculables pérdidas económicas.
Si, es cierto. En septiembre de 1987 el desbordamiento del río Limón, en Aragua; y en octubre del mismo año, el desborde de 1993, el paso de la tormenta Bret. En diciembre de 1999 fue un año fatídico con la vaguada, la tragedia de Vargas y el desborde de la represa El Guapo de Miranda, y otras inundaciones en todo el país. En el 2005 se desbordó el río Mocotíes en Mérida y ahora, en octubre, la tragedia de Tejerías, en el estado Aragua.
¿Antes de que ocurriera lo de Tejerías no hubo oportunidad de aprovechar las experiencias obtenidas de tantas catástrofes ambientales?
Durante los últimos años hemos podido observar que el consejo de llevar a cabo el ordenamiento territorial ha sido cero. Cada quien construye donde quiera; pero, lamentablemente, los delitos de corrupción y de falta de atención acerca del ordenamiento del territorio han prevalecido.
No sé realmente cuántas de esas construcciones que había en Tejerías fueron afectadas y construidas en los últimos años; pero, insisto, aquí se construye en zonas de riesgos y el Estado venezolano, que está en la obligación de establecer controles en la materia, ha sido inexistente en sus políticas de desarrollo urbanístico y ordenación del territorio.
Hay que echar un frenazo en Venezuela en todo lo relacionado con la ubicación urbana, porque ya se ha hecho costumbre que la gente se coloca donde consigue un sitio para levantar como sea una vivienda, sin pensar en los servicios básicos y en las consecuencias que pueda tener cuando se presentan las lluvias y, desde luego, las inundaciones.
Es cierto que hay fenómenos naturales que no se pueden predecir, pero las tragedias ocasionadas por las lluvias se pueden prevenir, ya que si existe una verdadera política urbanística se pueden determinar las áreas que se pueden utilizar para el asentamiento de comunidades, se evitan muchos problemas.
Es posible que se presenten problemas, pero nunca de tanta magnitud como los que se han venido presentando en Venezuela en el curso de las últimas dos o tres décadas.
No se puede ocultar que ha habido un gran descuido en los últimos años en cuanto a la organización de la gente en los espacios que utiliza. Desde que se acabó el Ministerio del Ambiente se han visto las consecuencias que se han presentado en todo el país.
No sólo se han producido situaciones lamentables a consecuencia de deslaves, desbordamiento de ríos y represas e inundaciones. Existen denuncias en torno a las construcciones de concreto que se han venido haciendo en el parque nacional archipiélago Los Roques, a pesar de que existen disposiciones conservacionistas para preservar ese lugar, que hoy tiene nuevos dueños y no los pescadores tradicionales. ¿Qué nos puede decir al respecto?
Es el más importante parque nacional marino y como tal tiene una serie de controles; pero, es muy lamentable lo que está ocurriendo en todo su ámbito geográfico. Ahí se está haciendo lo que cualquiera quiera. Como las demás dependencias federales no le presta atención el Ejecutivo Nacional, que se ha mostrado indiferente como si no le importara nada. No ha existido interés en crear la institucionalidad para la administración de las dependencias federales. Es por ello que no sólo en Los Roques, sino también en La Tortuga están haciendo unas series de desarrollos que no se ajustan a las disposiciones que rigen los parques nacionales, donde el derecho de propiedad es muy limitado. Sin embargo, aquí eso no ha importado. No soy persona de dogmatismo, pero los parques nacionales tienen una función muy bien definida y deben ser objeto de atención para las presentes y futuras generaciones.
¿Todas las dependencias federales están en el abandono?
Todas. Aquí hubo una Constituyente, pero ni un solo día se habló de las dependencias federales. Todo el mundo hace lo que quiere en esos sitios. Soy uno de los pocos que ha venido planteando la necesidad de que haya un cambio en todas las estructuras políticas, en las cuales figuran las dependencias federales.
¿En qué condiciones se encuentran los parques nacionales?
Abandonados todos. No hay ninguna conceptualización de la administración de ellos. He venido recibiendo gráficas y videos que muestran cómo ha ido avanzando su deterioro y la destrucción de sus áreas. Insisto en denunciar que no tienen ningún control. El que quiera tumbar un bosque y hacer un desarrollo para el cultivo de cualquier rubro o un proyecto forrajero , lo hace en el momento que quiera porque nadie se ocupa de cuidas. Están destruidos totalmente.
En ese orden de cosas, ¿qué observaciones tiene sobre la explotación sin límites en el denominado Arco Minero?
Ahí se ha llegado al extremo. Hasta en la conceptualización incurren en detalles que llaman la atención, ya que lo califican de Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco, cuya extensión es de más de 111 mil kilómetros cuadrados o 12, 2 por ciento del territorio nacional, para la extracción de diamantes, oro, coltan, bauxita, cobre, caolín, dolomita y minerales no metálicos. No sólo se están destruyendo las riquezas del país, sino las tierras más antiguas del globo terráqueo. Se trata de nuestro máximo recurso para la vida, según estimaciones de especialistas, durante 500 años de los venezolanos. Y todo para que unas cuantas personas puedan ganarse el dinero mediante la destrucción de la zona más rica de Venezuela.
Usted, que fue ministro de Carlos Andrés Pérez, ¿Qué nos puede decir de la política ambiental de ese entonces?
En el mandato de Carlos Andrés Pérez yo fui ministro del Ambiente en los últimos cuatro años y medio de su gestión y puedo decir que él no cambió en su forma de pensar y tuvo el apoyo total para el desarrollo de las actividades del Ministerio. En el Día del Árbol y el Día del Ambiente se hacían gabinetes especiales para aprobar todos los proyectos en materia ambiental. Mostró un gran interés por la costa que está entre Boca de Uchire y Cumaná, y así con el resto de las demás costas porque él consideraban que eran las más bellas del continente.
En el Ministerio del Ambiente cada día se venían desarrollandon y perfeccionado las acciones profesionales y técnicas más adecuadas en la materia, las cuales contrastan con el desastre que se ha registrado en los últimos veintidós años.
Venezuela es uno de los países con mayor diversidad en el mundo, que tiene diferentes esquemas territoriales y en estos momentos está viviendo una situación desastrosa en toda su superficie.