El 15 de septiembre de 1897 nació en Trujillo Mario Briceño Iragorry, hombre de letras e ilustre venezolano, forjador de nuestra historia contemporánea. Cursó estudios primarios en su ciudad natal y de bachillerato en Valera.
Al principio siente inclinación hacia el Ejército y en 1912 ingresa a la Academia Militar, pero a los dos años renuncia y regresa a su natal Trujillo a ejercer el periodismo. Luego se va a Mérida a estudiar Derecho en la Universidad de los Andes. En 1919 se desempeña como Director de Política en ese estado andino.
Ingresa al Ministerio de Relaciones Exteriores en 1921 en la Dirección de Política y en 1922, viaja a Nueva Orleáns a ejercer el cargo de cónsul de Venezuela. Mario Briceño Iragorry alterna el ejercicio de cargos públicos con su obra literaria y de aquellos primeros tiempos son sus obras «Horas», «Motivos» y «Lecturas Venezolanas».
En 1927 vuelve a Trujillo y es nombrado Secretario General del estado. No se aparta de la escritura y la investigación y en 1930 publica «Fundación de Trujillo», en 1936 se edita su obra más sobresaliente «Tapices de Historia Patria», ese mismo año es designado Ministro Plenipotenciario y se radica en Costa Rica.
También desempeñó otros cargos como la gobernación del estado Bolívar y la presidencia del Congreso de la República de Venezuela. Briceño es encarcelado luego del golpe de estado contra el Presidente Medina en 1945, afortunadamente es liberado al poco tiempo de su detención.
En 1949 es designado embajador de Venezuela en Colombia, tiempo que dedicó a la escritura de una serie de importantes ensayos literarios. Mario Briceño Iragorry adversa la dictadura de Pérez Jiménez y se va del país en 1953. Regresa en abril de 1958 luego de derrocado el dictador y fallece en junio, noticia que por supuesto fue publicada por El Impulso. Mario Briceño Iragorry dejó un importante legado literario en nuestro país.
