El alcalde de Nueva York declaró el viernes un estado de emergencia debido a al arribo de miles de migrantes que están siendo enviados de estados en la frontera sur desde a primavera, diciendo que la demanda que eso crea sobre la municipalidad para proveer vivienda y otra asistencia es “insostenible”.
“Una ciudad que se recupera de una pandemia global se está viendo abrumada por una crisis humanitaria creada por manos humanas”, declaró el alcalde Eric Adams. “Estamos al borde del precipicio… Necesitamos ayuda y la necesitamos ya”.
Adams sostuvo que, para el final del año fiscal, la ciudad espera gastar 1.000 millones de dólares en ayuda para los recién llegados, muchos de los cuales dependen de la asistencia del gobierno porque la ley federal les prohíbe trabajar en Estados Unidos.
Adams, quien es demócrata, aseguró que los recién llegados son bienvenidos en la ciudad. Habló con orgullo de la historia de Nueva York como punto de llegada para los inmigrantes.
“Los neoyorquinos siempre hemos atendido a nuestros hermanos y hermanas inmigrantes. Nos vemos en ellos. Vemos a nuestros antepasados en ellos”, aseveró.
No obstante, “aunque nuestra compasión es ilimitada, nuestros recursos no lo son”, agregó.
La ciudad de Nueva York ya tiene un sistema de albergues que se vio abrumado este año debido al aumento inesperado de quienes los necesitan.
Entre cinco y seis autobuses con inmigrantes están llegando cada día, aseguró Adams, afirmando que nueve arribaron solamente el jueves. Muchos de esos autobuses han sido fletados por funcionarios republicanos en Texas y Arizona que tratan de presionar al gobierno del presidente Joe Biden para que cambie sus políticas fronterizas, enviando a los migrantes a ciudades y estados mayormente demócratas en el norte del país.
Una de cada cinco camas en el sistema de albergues para desamparados en Nueva York está ocupada ahora por un migrante y el influjo repentino ha aumentado su población a niveles récord.
La municipalidad ha abierto 42 albergues temporales, mayormente en hoteles, pero Adams dijo que se tiene que hacer más.
El alcalde dijo el viernes que eso incluía que las agencias de la ciudad se coordinen para crear más centros humanitarios, acelerar el traslado de neoyorquinos de los albergues a residencias permanentes —lo que despejaría espacio para los recién llegados— y establecer un proceso para que los neoyorquinos con habitaciones disponibles las ofrezcan a quienes las necesitan.