La mayor parte de lo que hemos leído en estos últimos tiempos no es nada alentador hay una inconformidad en la ciudadanía, acompañada de rabia con mezcla de tristeza, desconfianza, apatía, furia al extremo de que hasta los más educados andan con una cara de pocos amigos y se comportan de una forma tan incómoda “como el que va a poner una denuncia “ ; estas cosas se contagian y son tóxicas; pero también tendrán sus razones al ver que le fueron vulnerados lo que por derecho les corresponde y son treinta y cuarenta años de trabajo, sirviendo con amor para obtener una vejez digna con sus ahorros e imposiciones ; todo esto se les convirtió en polvo cósmico y hoy tomados en cuenta en un bueno para nada y considerados según una carga para el estado, ¿ se habrá visto en el mundo mayor ingratitud? lo más preocupante es que está comprobado que somos el país más rico del mundo, esto es cierto y no tiene discusión y pensamos que no debería existir motivos para que la población de todas las categorías emigre de una forma tan cruel y riesgosa, se habla cerca de ocho millones por Dios Santo esto nunca visto y ¿cuántos quedan pues?.
No debemos perder la fe de que algún día de la esperanza más temprano que tarde debería de haber correcciones en positivo; que sean de beneficio para todos y traiga incluido la unión, el progreso, industrias, comercios, construcción, agricultura y ganadería todo en abundancia así demostrar que sí es una nación rica.
No me gusta hablar de esto porque me considero promotor activo a tiempo completo y admirador de los triunfadores y de lo positivo por tal debemos seguir trabajando en busca del bienestar para todos y que regrese la alegría y la simpatía de lo que es la idiosincrasia de Venezuela y que podamos enseñar una gran ventana al mundo como gente de primera, educada, creativa, unidas, dignas de imitar y no como estamos hoy en la picota del mundo, con todos los defectos habidos y por haber, gracias a Dios tenemos aún un potencial de muchas gente con talento al servicio a tiempo completo por la refundación y recuperación de la nación y todos unidos e incluidos, que el Espíritu Santo diga amen.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país.
José Gerardo Mendoza Duran