La liberación de los sobrinos de Cilia Flores, la reanudación de diálogos de paz oficialmente entre el gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) desde Caracas, y la presencia del expresidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero en Venezuela, han sido los acontecimientos más comentados en los últimos días en nuestro país.
La cuerda entre Estados Unidos y Venezuela se sigue destensando. Los Gobiernos acordaron un intercambio de prisioneros que se convierte en el acuerdo más importante alcanzado desde que el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, relajó su política sobre Nicolás Maduro.
Una delegación encabezada por Antonio García, máximo comandante de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), firmó este martes un comunicado en Caracas junto al comisionado para la paz de Colombia, Iván Danilo Rueda, pactando el reinicio de las conversaciones de paz.
La mayoría de la oposición objetó la presencia en el país del expresidente del gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, al que consideran un personaje que no viene a mediar en nada y que solo opera para Nicolás Maduro.
Zapatero, quien viajó por sorpresa a Venezuela para cumplir una agenda de trabajo en la que impulsará el diálogo y la paz en Colombia, fue recibido el lunes por el mandatario nacional en el Palacio de Miraflores.
Estos tres eventos han tenido su repudio en el ámbito político Venezolano.
El gobierno interino, liderado por el diputado de la Asamblea Nacional (AN) del 2015, Juan Guaidó, rebatió la liberación de los sobrinos de Cilia Flores, y reafirmó que el régimen de Nicolás Maduro se encarga de proteger al ELN.
Carlos Vecchio, embajador de Venezuela ante los Estados Unidos del gobierno interino de Juan Guaidó, aseguró que la actividad criminal del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) domina el 50 por ciento del territorio venezolano.
Sobre todos estos temas también habló el Diputado Macario González, de Voluntad Popular, y miembro del bloque parlamentario Larense:
“Lo que ha ocurrido entre el gobierno de Estados Unidos defendiendo a siete de sus nacionales presos sin prueba alguna en nuestro país, y el régimen que preside Maduro abogando por los parientes de su esposa sometidos a juicio por el delito de tráfico internacional de estupefacientes, ratifica que el Estado Venezolano ha degenerado en un narcoestado, porque cuando de delitos se trata, lo pertinente es que quienes ejerzan función pública se abstengan de intervenir en los hechos que se investigan”.
Resalta el parlamentario larense que en el canje de prisioneros que históricamente opera cuando hay confrontación bélica, y por supuesto la existencia de combatientes que precisamente por tener esa figura reconocida por el derecho internacional, se permite un trato especial a los mismos.
Esto va, dice, desde el respeto a su integridad física, el respeto a su bandera, a sus uniformes, pero se trata de eventos que algunas veces llegan al extremo de las confrontaciones violentas porque siempre son hechos que tienen una categoría política en la cual bandos defienden intereses equivocados o no, pero siempre lo que está en juego es ese ideal.
El canje de Efraín Antonio Campos y Francisco Flores de Freitas, los sobrinos de la primera dama venezolana Cilia Adela Flores de Maduro, no caben en la categoría de prisioneros de guerra, es obstrucción a la justicia y valerse del cargo para favorecer a ciudadanos sobre quienes debe quedar aclarado si perpetraron o no el delito que se les imputa aquí o fuera del territorio nacional, y allí no valen razones de parentesco y consanguinidad en la relación que se tenga con los procesados, dijo.
Por eso al obtener la libertad de estos “niños”, observa el Diputado González, el régimen de Maduro queda al desnudo en la opinión pública nacional e internacional, porque valdría la pena preguntarse cuántos venezolanos indefensos hay en procesos judiciales que nunca terminan en Venezuela o en otras latitudes de nuestro planeta.
De manera que lo que ha ocurrido en esta materia ha sido un hecho bochornoso que ofende a la decencia nacional e internacional, y realmente uno no sabe a estas alturas hasta donde llegará el rumbo perdido de este bodrio que llaman revolución, porque ya nos han hecho perder la capacidad de asombro, observó.
“En este sentido condenamos el canje que se ha materializado porque quien “la hace la paga”, y quien está en una función pública así sea de facto, debe cuidarse de no incurrir en actos como el que involucra la permuta de marras, salvo que formen parte de una misma red y ello conlleve a una obligación de liberar a quienes sean capturados en flagrancia, delitos de los cuales se forman parte o porque amparan a los mismos”.
También hay aquí el tema de la doble moral, subrayó. Para el régimen parece que hay involucrados en el delito de narcotráfico que son buenos y hay que obtener su libertad a toda costa, y otros que se hundan en las cárceles del país o de cualquier otro porque son los condenados de la tierra.
¿La bondad del régimen venezolano de consentir al ELN para el diálogo con Colombia significa que Nicolás Maduro apadrina a la organización guerrillera?
Es inocultable el interés del señor Maduro de traer el tema al territorio patrio, entre otras cosas porque ya ellos estaban bajo protección en nuestro territorio nacional, tal como lo ha demostrado en reiteradas oportunidades la periodista Sebastiana Barráez indicando nombres de los jefes de estas fuerzas irregulares tanto del ELN como los llamados disidentes de las FARC, indicando incluso los sitios donde están levantados sus campamentos.
En alguna oportunidad, expresó, el propio Maduro señaló públicamente que Miraflores estaba abierto para todos esos comandantes en una demostración patética de simpatía hacia ellos, obviando toda la estela de dolor que los mismos han sembrado en el territorio nacional con la muerte, incluso, de efectivos de nuestras fuerzas armadas Nacionales.
De manera que sería lamentable que en efecto, la necesidad inaplazable de que depongan las armas que las han usado para delinquir, habiendo ya perdido toda clase de ideales, impulsen ahora una pantomima de escenario para procurar la paz, y finalmente resulte en una misma trastada como la que ejecutó las FARC, y que finalmente no cumplieron con los acuerdos que adelantó el Presidente Álvaro Uribe con ellos.
“Creo que en todo caso habría que darle al Presidente Gustavo Petro el beneficio de la duda porque ha dicho reiteradamente que el tema prioritario de su gestión de gobierno para Colombia es la paz, y que viniendo él de ese submundo en un acto de contrición, ha señalado que el rumbo para Colombia y el Continente es a través de la vía pacífica y electoral”.
Acá uno se apega a la frase bíblica que reza “por sus frutos los conoceréis,” porque por supuesto que anhelamos la paz para Colombia y toda la región, única vía para lograr nuestro mejor destino de países que podamos superar la pobreza y lograr la unidad de nuestros pueblos por una vía que nos garantice el desarrollo y la modernidad que otros países del mundo están alcanzando.
¿A quién alegra la visita del expresidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero?
A él mismo. Este es un señor muy descalificado en su país que se ha refugiado en Venezuela porque como en tiempos de la colonia, todavía hay quienes creen que todo europeo debe venir a darnos clases o a salvarnos; por lo menos este no, quien con su injerencia en nuestros asuntos internos, siempre sesgado hacia el interés de lavarle la cara al régimen de Maduro, se ha convertido en la vergüenza para la mayoría de los habitantes de la península ibérica y su élite política que han rechazado su conducta. Diligencias que además de inútiles para la mayoría de los venezolanos le generan a él pingües ganancias pagadas con no sé qué partidas del erario nacional. ¡Zapatero a su zapato!, terminó diciendo el parlamentario larense.
Al término de todo, el régimen no termina de decidir si abandona la locura en que nos mete diariamente.
Los tres casos citados con anterioridad no nos ayudan a aclarar el rumbo sino a oscurecerlo. No se dice más nada. El mundo al revés.
Ante los disparates, inconsecuencias y mezquindades del gobierno que no da la talla, le corresponde a alguien aclararle el rumbo al país, hacerle ver cuál es la alternativa a esta desgracia que vivimos todos los venezolanos.
Las trampas ilusorias en las que caemos diariamente al percibir lo que suponemos la realidad. Esa realidad cotidiana en la que a diario nos movemos. Escaleras que no sabemos si suben o bajan, bóvedas que pudieran ser techos o fosas, volúmenes a un mismo tiempo cóncavos y convexos.
Venezuela es hoy un país lleno de incertidumbre y miedo donde se respira una pesada atmósfera cargada por la conflictividad social, odios, resentimientos, incomprensión y desatinos como los que nos ocupa la nota.