La salsa es la síntesis de los ricos géneros musicales surgidos en la cuenca del Caribe con Cuba a la cabeza. Esta nueva variable se basa en el son que se fusiona con expresiones rítmicas estadounidenses que convergen en la década de 1960 en la ciudad de Nueva York.
Es música urbana y mestiza surgida en una sociedad abierta a los migrantes como históricamente lo es EE. UU. En el fenómeno se cruzan el jazz y el son para generar una sonoridad candente y dinámica con identidad propia alejada de lo efímero. Se trata además de otro componente del folclore universal cuyo escenario es la ciudad en lugar del campo.
En su conformación confluyen músicos procedentes de varios países caribeños, a saber: Cuba, Puerto Rico, Panamá y República Dominicana. Es una expresión de la lucha de los músicos latinoamericanos por sobrevivir, artística y comercialmente, en un competido ambiente dominado en ese momento por el furor del rock, los Beatles, pop y disco music.
La confusión
Suele ocurrir a veces que al momento de abordar esta festiva y candente música es común la ligereza y desconocimiento de su historia. Se le confunde con otros géneros del ambiente surgidos en la región del caribe. Pues no son lo mismo ritmos tropicales bailables y salsa. Ello visto que cada uno tiene sus propias características originarias y formadoras que los hacen diferentes.
Por ejemplo, citamos el merengue dominicano, la plena puertorriqueña, la conga haitiana y el porro colombiano. Estos ritmos figuran entre sus vertientes constitutivas, pero de hecho no son del todo salsa sino apenas una parte de dicho complejo musical, que partió de lo unilateral a lo multilateral. Son más bien el agregado y compendio que este género musical representa universalmente como manifestación de la cultura de la región caribeña.
La Sonora Matancera interpreta ritmos tropicales al igual que Ismael Rivera plena y bomba. Lo de la Matancera es son montuno que incorpora instrumentos como el piano y la trompeta. La música de los Blanco de Maracaibo es son de Maracaibo. La de Orlando y su Combo paseíto. Nelson y sus Estrellas porro salseado. Las orquestas Billos Caracas Boys y Los Melódicos oscilan entre lo tropical y gallego.
Estos géneros son más bien su raíz que a la vez conforman sus variados componentes. Pero en esencia no son salsa que tiene sus rasgos específicos que la diferencian de otras expresiones.
Los antecedentes
Eso que hoy llamamos salsa es el producto de la evolución y fusión de géneros musicales que tradicionalmente se han cultivado en países de la cuenca del Caribe. De estos el que acumula mayores aportes es Cuba con una rica variedad de géneros entre estos el son, la raíz principal de la salsa. Recordemos que Nicolás Guillén aseguraba que el son cubano es el único género musical que se ha equiparado con el exigente jazz norteamericano. Puerto Rico exhibe la plena y bomba, República Dominicana el merengue y Haití la conga de origen africano y el danzón de influencia francesa.
En la década de 1930 soplan los aires de renovación en la música cubana. Varios de sus músicos incursionaron por los caminos del jazz latino, entre otros Bebo Valdés y Machito.
En el año 1930 aparece en el ambiente el tema El Manicero, compuesto por el cubano Moisés Nain. Un son pregón, el primero en conocerse en el exterior y que internacionalizó la música cubana. El mismo introduce los solos instrumentales siendo el primero la trompeta.
En la década de 1950 el cubano Dámaso Pérez Prado impone los géneros del cha cha cha y mambo. Luego se atribuiría ser el creador de la salsa pese a negar de manera despectiva.
A nuestro parecer, ese proceso artístico se corresponde, en parte, con la simplificación instrumental de la variada música cubana, una de cuyas expresiones es el son montuno en que incorporan el piano, trompeta y trombón. Un hecho apreciable en la Banda de Benny Moré en 1940 al igual que la Sonora Matancera.
Llega el nuevo género
En la década de 1960 se generan las condiciones objetivas para su materialización. En EE. UU. convergen músicos migrantes de Cuba, Puerto Rico, República Dominicana y México quienes experimentan con distintos ritmos sin que tengan de ex profeso planteado la creación de la salsa.
Ocurre en el marco de un desgaste de los géneros afrocaribeños entre cuyas respuestas está el boogaloo y la salsa que aparecen en paralelo. El primero es una fusión de goajira con soul y el segundo se apoya en el son. Entonces el boogaloo más difundido en Venezuela es el tema Micaela con Pete Rodríguez con unos solos de piano y trompeta más un palmoteo.
Cronológicamente 1965 marca el momento en que se produce un proceso de decantación de la diversidad de ritmos caribeños en Nueva York que concluye en la conformación de la salsa. Un fastuoso concierto marca el inicio del nuevo género a tono con la industria cultural o cultura de masas por tratarse de música altamente comercial y bailable. Pero todavía no existe una denominación del ritmo en cuestión lo cual vendría posteriormente.
En ese proceso son claves los músicos: Jhonny Pacheco, Eddie Palmieri y Willie Colón. El mismo no obedece a un plan preconcebido y sistemático. Tiene más bien condiciones de espontáneo e improvisado dados sus saltos y largos lapsos para materializarse. Durante casi 4 años aquella música no tiene nombre. Además le hace peso el declinante boogaloo que había surgido en 1965. Es a fines de la década de 1960 cuando asume la denominación de salsa.
Su principal propulsor es el puertorriqueño Eddie Palmieri, quien fusiona certeramente el son, guaracha y son montuno cubanos, plena y bomba de Puerto Rico y la conga haitiana y otros. La raíz de aquella nueva música lo representan el son y la conga que Palmieri trabaja a fondo. Uno de esos aportes sonoros es el instrumento del trombón al que le asigna el papel preponderante de solista. Está en constante experimentación musical más sus indagaciones teóricas, los testimonios de la seriedad de su labor. Basta con citar sus temas Azúcar y Ritmo del alma, dos joyas de la salsa precursora.
La salsa, aún sin denominación formal, es, con todo, un hecho artístico. Se trata de una prolongación de los variados ritmos caribeños, los cuales asume como sucede con el pasaje criollo Caballo Viejo de Simón Díaz. Esa es una de sus propiedades.
El aporte de Venezuela
Sin duda, Venezuela tiene la paternidad de la identificación de la nueva expresión sonora en la persona del locutor Fidias Danilo Escalona y el músico Fedérico Betancourt. Escalona bautiza la manifestación como salsa; pero también tiene su aporte Betancourt con el título de su disco lp de 33 revoluciones por minuto Llegó la salsa. Son dos hechos aislados que se registran en Caracas mientras en Nueva York nacía la salsa. Ambos son pioneros de ese movimiento artístico al sur del continente americano al dotarlo de su identificación.
Su boom comprende unas 2 décadas hasta los años 80, atravesando actualmente un inevitable declive tras el empuje del merengue dominicano. De acuerdo con Eddie Palmieri afronta una crisis manifiesta en parte por la falta de auténticos soneros.
Pareceres oportunos con motivo de celebrarse este 5 de octubre el Día Nacional de la Salsa, en homenaje al natalicio del locutor Fidias Danilo Escalona.
Freddy Torrealba Z.
Twitter: @freddytorreal11