Cuando se cuente la historia, especialmente la de los últimos 23 años, se tiene que decir la verdad, porque ahora los sucesos son fácilmente comprobables.
Vivimos en una “Tierra de Gracia”. Dios nos benefició al hacernos ductores de nuestro propio albedrío, de la libertad, y desde nuestra independencia habíamos optado por la democracia; se nos concedieron innumerables recursos materiales, entre otros, una gran variedad de riquezas: minerales; oro, diamantes, hierro, bauxita, Coltán y muchos más. Combustibles fósiles (altamente contaminantes), como el gas y el Petróleo; Costas marítimas abastecedoras de alimentos y de exuberante belleza; montañas y llanos; desiertos, como lo son los médanos y, selvas hasta ahora inexploradas; Clima tropical, agua dulce abundante, tierras óptimas para la agricultura y ganadería… Para el cultivo de café.
Analizando algunas cifras, “presumo” qué tienen fallas de información, y/o errores en los números publicitados, sobre producción de café, evidencias de contradicciones. La escasez de café persiste, y aun cuando han proliferado nuevas marcas y las encontramos en las estanterías de los abastos y en los medios de comunicación abunde su publicidad, podríamos preguntar:
¿De dónde se cuantifica qué se están produciendo 3.831.000 quintales de café? ¿Dónde está almacenado el excedente si el consumo es de 1.200.000 quintales año, si se toman en cuentan las últimas cifras creíbles, las emanadas del Fondo Nacional del Café, FONCAFÉ, que aseveraban que el consumo interno para el año 1998 se cuantificó en 950.000 quintales año?
Entonces ¿Se pretende seguir insistiendo en que existen 2.631.000 quintales de excedente? ¿Dónde están almacenados? ¿Cuántas hectáreas sembradas con café existen, y cuánto producen, según los entes que tienen la responsabilidad del desarrollo del cultivo de Café? “Supongo” que lo peor es, ¿Dónde y cómo se van sembrar las hectáreas anunciadas? ¿Será la continuación del “presunto” ecocidio que se viene cometiendo al sembrar café a plena exposición solar, o con la tala de los árboles que le daban sombra?
¿Serán los técnicos importados de la isla del Caribe, que nunca ha sido reconocida como productora de café, los que seguirán asesorando técnicamente a los productores del mejor café del mundo?
Sobre todo, los organismos de control gubernamentales, la Fiscalía y la Contraloría General de la República, y/o, la Defensoría del Pueblo, deberían hacer un seguimiento a declaraciones que contradicen la realidad y, aparentemente, son demostraciones de la incorrecta utilización de los fondos públicos en contra de los caficultores. ¿Por qué no se hace?
Un sabio proverbio expresa:
“Desconfía del hombre que sabe cuál es su responsabilidad y no la cumple, pues es como el caballo de bronce, que siempre tiene la pata levantada, pero nunca da el paso”.
“Supongo” que esto se tiene que averiguar, y parar la destrucción, y el exterminio, ahora cuando se anuncian tiempos borrascosos. Con la empresa petrolera destruida, sin los combustibles necesarios y los medios de producción alternativos destruidos, obligatoriamente, tenemos que ser realistas sin dejar de ser optimistas; lo demás, sería ser fantasioso.
Lo que sigue sucediendo en la finca “Las Lomas”, ubicada en la población de Villanueva, municipio Morán del estado Lara es realmente vergonzoso y presumo que es la demostración palpable de la forma como se ejerce el “Estado de Derecho” en Venezuela, supongo, que el Ministerio Público tiene el deber ineludible de realizar la investigación pertinente, llegar a la verdad, establecer las responsabilidades y por supuesto, castigar a los culpables.
Se debe determinar la responsabilidad de la institución que tenía la responsabilidad de preservarla en el momento de su devastación.
Debería dársele cumplimiento al espíritu, propósito y razón del legislador probo, a lo expreso en la Constitución Nacional, las leyes y reglamentos de la República.
Ya basta de la destrucción del patrimonio nacional. Pareciera que se debe exterminar todo lo que se ha logrado con esfuerzo, tesón, perseverancia, profesionalismo y que, ha tenido éxito. Los aportes conquistados en la finca “Las Lomas”, son difíciles, muy difíciles, de volver alcanzar.
Maximiliano Pérez Apóstol