Cerca de 69.000 ciudadanos venezolanos han cruzado el Tapón del Darién entre enero y agosto de este año, un número 60 veces mayor al del año pasado, así lo afirmó el investigador sénior de la División de las Américas de Human Rights Watch, Juan Pappier.
La investigación de HRW señala que debido a la imposición de visados, se ha incrementado considerablemente el número de venezolanos y de otras nacionalidades que cruzan el Tapón del Darién huyendo de la crisis de América Latina, por lo que los migrantes no pueden acceder a un boleto de avión y ven este peligroso paso como la única opción para intentar buscar asilo en los Estados Unidos.
El investigador de HWW exhortó a los gobiernos a revertir urgentemente las medidas que impiden el acceso efectivo al asilo y obligan a las personas a utilizar caminos peligrosos en los cuales se exponen a graves abusos.
«Las autoridades panameñas deben hacer más para que los migrantes y las comunidades que los reciben obtengan asistencia adecuada, incluyendo atención médica. También deberían trabajar con MSF, la Cruz Roja Panameña y otras organizaciones no gubernamentales para que estas puedan ampliar su cobertura y trabajar en Canaán Membrillo», se lee en el texto.
HRW señala que también es importante que el gobierno panameño mejore las condiciones en los centros de San Vicente y Planes de Gualaca y tomar en cuenta las recomendaciones de las organizaciones humanitarias que trabajan en la zona, mejorar las instalaciones y brindar asistencia permanente por parte de médicos, funcionarios que atiendan solicitudes de asilo y organismos que velen por los derechos de niños, niñas y adolescentes.
La organización insiste en que todas las personas que huyen de sus países en busca de mejores condiciones de vida «merecen que exista una manera segura, ordenada y digna de buscar protección internacional».