«Las burlas son a menudo un signo de miseria interior».
Christopher Hitchens
¿Por qué el coronel es un psicópata primario? Porque está psicológicamente dañado, y ya desde su infancia la desviación de su temperamento fue muy difícil de dominar. Su trastorno es primario porque es una persona agresiva. Y su agresión es proactiva, porque se encoleriza como la combustión espontánea. La violencia que él ejerce no está precedida de ninguna ofensa, sus impulsos agresivos le devienen de sus trastornos y sus síndromes tan acentuados en él y que constituyen sus particulares características. Es su caso, es su realidad, es su peculiaridad.
El coronel psicópata, no tiene emociones prosociales como la empatía y la simpatía. Solo son espejismos, que cuando pareciera que las ejerce, en realidad las copia, los plagia, las imita pero no son auténticas, no les pertenecen, no son suyas, no las siente auténticamente. Se les nota como morisquetas. Se les ve la costura. Es un individuo que ejerce la violencia instrumental. En su conducta y en su personalidad se pueden apreciar la inexistencia de sentimientos morales como la culpa y la empatía, pues no tiene la capacidad ni para conocer, ni para sintonizar con los sentimientos de los otros.
La violencia instrumental del coronel psicópata es deliberada, manejada por refuerzos externos y como un medio para conseguir sus objetivos, ya se trate de recursos, de dominio o de estatus. En la epístola el Bullying del coronel psicópata, pudimos retratar un tipo de violencia instrumental, caracteriza por comportamientos fríos, calculados, llevados a cabo sin que exista ningún tipo de provocación. El coronel psicópata es un burlador, le sacia humillar a otros. Quien se burla de otra persona por sus defectos físicos, deja al descubierto sus defectos mentales. Anónimo. Casi siempre la burla arguye pobreza de espíritu. Jean de la Bruyere.
La agresión proactiva o instrumental se asocia generalmente a las características propias del acosador en los procesos de Bullying. Y el coronel psicópata es un acosador perverso, es un abusador. En su agresión proactiva y su falta de emoción y dado el carácter instrumental premeditado, es toda una embestida para lograr sus planes u objetivos criminales. «Que todos tiemblen, que todos se asusten porque el coronel está agresivo». Se adelanta como un histrión en razón de su daño psicológico para no tener oposición en sus procesos de corrupción y criminalidad. Tantea y cultiva el terreno, para que le sea favorable a sus cultivos ilícitos.
Este coronel que nunca llegó a General, bajo una apariencia de normalidad, ejerce violencia psicológica para desvalorizar, disminuir y minimizar a sus víctimas y a sus presas, y por su trastorno de la personalidad tiende a dominar mediante la amenaza, manipulando, en forma arrogante y sin remordimientos.
Este coronel voyerista e idiota moral, es un psicópata primario porque obtiene satisfacción con su comportamiento antisocial del que no siente ni culpa, ni remordimiento, ni vergüenza. Por el contrario siente placer en romper las normas sociales y a diferencia de otros si es un agazapado criminal. Sus actos si son delictuales, ilícitos y corruptos. No tiene contención, ni moral, ni ética, ni lo detienen las prohibiciones legales ni las configuraciones de delitos. Es una analfabeta moral.
La psicofisiología sobre la psicopatía primaria es explicada por la teoría del bajo miedo, porque no forman memorias emocionales en la toma de decisiones y ello se debe a los problemas en su amígdala y la menguada materia gris en el área pre frontal cerebral. Definitivamente en mi opinión, se trata de un cerebro primitivo, una involución, un salto atrás. Entonces, el coronel como un individuo que padece de psicopatía primaria, no tiene empatía, ¿su experiencia del miedo al cometer los delitos es baja pero hasta qué punto o intensidad?
En cuanto a sus reacciones agresivas el coronel psicópata sabe perfectamente el daño que hace a otros y no se compadece de su dolor, he allí su trastorno sádico de la personalidad ,y aunque contradictoriamente no muestra dificultad para ejercer control emocional sobre sus reacciones agresivas, si tiene esa dificultad para valorar el riesgo. Se abstrae del riesgo y le echa bolas al crimen y a la corrupción, pero es que el coronel voyerista se encuentra apadrinado y con ello se siente inmune y piensa que quedará impune. El coronel se siente guapo y apoyado. Olvida este licántropo el largo brazo de la ley.
Este psicópata primario, este Hubris es un criminal, es el coronel delincuente que aunque tiene antigüedad de General, no le permitieron graduarse por su execrable moral y mal ejemplo. Él constituye una ofensa al cuerpo militar al que pertenece y a sus cursos entre los que carece de buena fama, pero sí tiene gran desprestigio.
Quienes lo conocen bien de cerca aseveran que se trata de un psicópata diagnosticado, y lo describen como altanero, adulador, encantador, inteligente, envidioso y un mentiroso compulsivo que aparenta ser un hombre perfecto.
Los psicópatas primarios como el coronel, no tienen conciencia, ni aprenden del castigo. Este felón no ha aprendido que por delincuente le impidieron graduarse de General, y continúa cometiendo delitos bajo el mismo patrón, bajo el mismo modus operandi, bajo idénticos esquemas.
Como todo narcisista, antisocial o disocial, el coronel psicópata es impulsivo, agresivo, hostil, extrovertido, confiado en sí mismo por sus síndromes de Hubris y el efecto Dunning-Kruger.
Este es el coronel psicópata, con sus características propias, no todo diagnóstico de psicopatía es un rasero, él es un psicópata con sus particularidades, se trata de un sujeto con múltiples rasgos y trastornos que podrían confundir a cualquiera. La psicopatía primaria corresponde al tipo de personalidad que Liberman (1972-76 capítulo VII) denomina «Pacientes con perturbaciones a predominio pragmático o la personalidad de acción, el paciente con estilo épico». Ha sido un hallazgo de investigación habernos topado con el coronel psicópata cuya personalidad es una caja de insanas sorpresas, una caja de pandora. En sus perversiones comparte muchos de los rasgos del resto de las clasificaciones de las psicopatías. Como he señalado en anteriores oportunidades en cuestión de trastornos es un cajón de sastre, y en cuestión de síndromes es un coctel siniestro.
Por sus comportamientos intimidatorios y destructivos, es un psicópata además tiránico, una de las formas más crueles y peligrosas de la psicopatía. Por sus rasgos de personalidad psicopática con base narcisista es un trastornado carente de principios, con un nivel de cinismo e hipocresía realmente macabros.
El coronel psicópata es un individuo depravado moralmente que representa a los «monstruos» en nuestra sociedad. Es un depredador infrenable e imposible de tratar porque su violencia es planeada y decidida, además su personalidad es carente de emociones nobles.
«Nunca te burles de un perro viejo; puede que seas su bocado».
Robert A. Heinlein
Crisanto Gregorio León