Cuba restableció parcialmente el servicio eléctrico el miércoles luego de que el huracán Ian dejara a oscuras a toda la isla y devastara algunas de las más importantes granjas tabacaleras en el oeste del país, informaron las autoridades.
Es la primera vez de que se tenga memoria que toda la isla se queda sin energía. El Ministerio de Energía y Minas anunció el reinicio de la entrega de luz a las tres regiones del país -occidente, centro y oriente- tras reparar las centrales eléctricas de Felton y Nuevitas y aseguró que sigue tratando de reencender las otras.
Durante más de 10 horas entre la noche del martes y la madrugada del miércoles la isla -con 11 millones de habitantes- quedó en total oscuridad al tiempo que Ian se alejaba tras haber azotado con sus vientos el occidente y centro durante toda la víspera.
“No es fácil porque uno tiene alimentos (en el refrigerador) y con este apagón no hay quien lo soporte”, dijo a The Associated Press Yaina González, un ama de casa de 40 años con dos hijos a cargo y residente en el municipio capitalino de Centro Habana.
Gran parte de La Habana seguía sin electricidad el miércoles tras el impacto del huracán. La preocupación de muchas familias como la de González es que ante los problemas de abastecimiento de los últimos meses suelen comprar y almacenar sobre todo carnes, que son escasas, que se descongelan por la falta de energía.
“Esto no había pasado otras veces”, expresó Rafael Alarcón, un empleado estatal de 62 años sobre la extremadamente inusual desconexión completa del sistema energético nacional.
Según Lázaro Guerra, director técnico de la estatal Unión Eléctrica (UNE), el corte total de energía se debió al impacto de Ian en la infraestructura del servicio energético nacional y fallas técnicas en los enlaces entre occidente, centro y oriente.
El azote de Ian se suma a la crisis económica y los frecuentes apagones que irritan a la población en medio del calor estival. El huracán tocó tierra como categoría 3 y entró por una localidad llamada La Coloma. La más castigada fue la provincia de Pinar del Río, donde se cultiva gran parte del tabaco usado en los icónicos habanos cubanos.
También afectó a las regiones de Mayabeque, Artemisa y la propia ciudad de La Habana con ráfagas de viento de 218 kilómetros por hora.
Todavía no hay un reporte oficial de los daños ocasionados por el ciclón y aunque periodistas de la emisora estatal Canal Caribe indicaron que se produjeron dos muertes, otros medios de prensa estatales indicaron que las autoridades están evaluando las pérdidas.