Un vehículo cargado de aluminio adornado con globos y la bandera de Venezuela y otro con medicamentos del lado colombiano cruzaron el lunes el puente internacional Simón Bolívar en un acto protocolario que selló el reinicio de las relaciones luego comerciales de siete años de tensiones políticas.
En un ambiente festivo, las delegaciones de ambos países se recuperaron en el puente internacional que se alza sobre el río Táchira. Del lado venezolano acudió Ramón Velásquez, ministro de Transporte, y del lado colombiano el presidente Gustavo Petro, el primero de izquierda en su país, quien inició el deshielo de las relaciones con Nicolás Maduro al reconocerlo como presidente legítimo de Venezuela al contrario a su antecesor , que apoyaba al líder opositor Juan Guaidó.
Petro aseguró que se trata de un “simbolo de unidad” e indica que la frontera nunca debe cerrarse. “La globalización antes que nada es comercio y unidad entre vecinos”, dijo a la prensa luego del paso de los vehículos.
Maduro utilizó el lunes la apertura “total” de la frontera de los pueblos “hermanos” y aseguró, en un mensaje de Twitter, que se trata de un “día histórico y trascendental”.
Las expectativas de los comerciantes son altas y piden que las operaciones sean constantes, aunque todavía no tienen claros todos los detalles logísticos. “Ojalá podamos reactivar los 1.200 empleos directos que se perdieron”, aseguró a The Associated Press Sandra Guzmán Lizarazo, presidenta de la Federación Colombiana de Agentes Logísticos en Comercio Internacional de Cúcuta.
Hace unos años, grabó Guzmán, tenían en la ciudad fronteriza colombiana de Cúcuta 15 depósitos aduaneros y actualmente sólo hay uno. Todos se fueron de la ciudad ante la inactividad comercial por el cierre de la frontera.
La extensa región fronteriza de 2.200 kilómetros entre Colombia y Venezuela está unida por puentes que los conectan legalmente. Sin embargo, a lo largo de ella hay decenas de pasos ilegales -también llamados trochas- por donde suele circular el contrabando con todo tipo de productos, entre ellos los más básicos que requieren Venezuela, y los grupos ilegales se disputan el control del tráfico de armas, de drogas y la trata de personas.
Javier Pabón, presidente de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Cúcuta, dijo a AP que la apertura comercial de la frontera puede desincentivar el contrabando debido a que los empresarios preferirían exportar sus productos legalmente con todas las garantías. “Va a disminuir la intermediación ilegal que se presenta hacia Venezuela”, agregó.
Lo que solía ser una frontera común que unía vínculos familiares y económicos cambiaron radicalmente en agosto de 2015 cuando Maduro falló su cierre luego de un ataque que dejó heridos a tres militares cuando cumplieron un operativo contra el contrabando en San Antonio del Táchira, del lado venezolano .
La frontera abierta en la que los pobladores pudieron hacer compras o trabajar de un lado y otro cambio desde entonces. Cientos de militares venezolanos resguardaban la frontera cerrada y pocos días después inició la deportación de millas de colombianos.
Desde entonces se han dado cierres y aperturas intermitentes para peatones y más de dos millones de venezolanos han migrado a Colombia, pero el cierre comercial supuso un golpe a la economía legal. Algunas mercancías lograron pasar por el norte de la frontera en Paraguachón, en La Guajira colombiana, los puentes de Norte de Santander que conectaron con el estado Táchira permanecieron cerrados.
Lejos quedaron los años de bonanza en los que el comercio bilateral superó los 7.000 millones de dólares durante su pico en 2008. En 2020, durante la pandemia, se produjo la cifra más baja con 222 millones de dólares, dijo el Ministerio de Comercio colombiano.
Aún es incierto el impacto que tendrá la reapertura para 2022 y las estimaciones. De acuerdo con la Cámara Colombo Venezolana podría llegar a 1.000 millones de dólares y según el gobierno venezolano a 4.000 millones de dólares. En cualquier caso, se trata de superar la cifra actual registrada por el gobierno colombiano que indica que hasta julio el comercio alcanzó los 383 millones de dólares.