Estamos en presencia de una nueva historia en las relaciones entre Venezuela y Colombia que tiene enormes desafíos para nuestro país, que apenas está saliendo de una economía que ha sufrido una fuerte caída en la producción y en el consumo, asegura el presidente de Fedecámaras, al referirse a la reapertura de las relaciones comerciales bilaterales a partir de este 26 de septiembre.
Para el líder del empresariado venezolano, es necesario moderar las expectativas en cuanto a las ventajas competitivas y de consumo que se irán presentando, producto de la apertura comercial, que si bien no serán inmediatas, llegarán de la mano del libre mercado y del libre tránsito, aseguró.
Admite que se trata de un nuevo reto para la empresa privada venezolana, que viene de una caída muy importante en cuanto a la producción y el consumo y estima que se va a reiniciar una relación nueva, distinta; afirmando que celebran la formalidad que trae la apertura de la frontera.
«Creo que esto hay que verlo en varios planos y varios tiempos, creo que el primer impacto que se pueda sentir en el eje fronterizo, el tránsito fluido de personas, la regularización del tránsito, también en el intercambio de mercancía, ya se ha reseñado que hay cinco camiones de ganado listos de cada lado para pasar, y creo que también hay que verlo en el mediano plazo, porque nos gustaría que fuera el camino que se tomara para la reinserción de Venezuela en la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y en esto es muy importante
la apertura entre Venezuela y Colombia», dijo Fernández.
Advierte el presidente de Fedecámaras, que aún hay muchos temas por resolver, hay otros temas en la relación internacional, apenas se está tratando el tema comercial, hay otros temas como el consular, el militar, ya que venimos del cierre de la frontera por mar más de 2.500 días, además en estos últimos veinte años son muchas las dificultades que se han estado viviendo en esto del tema fronterizo.
«Pero creo que lo más importante es entender que la economía venezolana es otra y el perfil del consumidor venezolano es otro, ya no somos la economía de US$ 300.000, y el PIB per cápita del consumidor y ano es el mismo, tenemos un PIB cercano a los US$ 2.000 cuando llegamos a tener un PIB per cápita de US$ 10.000 por habitante, pero creo que lo más importante es que Venezuela no tiene la capacidad importadora que tenía en los años en los que se cerró la frontera, la economía está muy mermada, de manera que hay que moderar las expectativas que se puedan tener hacia el mercado venezolano y también el resto de las exportaciones que Venezuela hacia Colombia no se producen hoy día, no se tienen y no menos importante en el camino de la relación, también será difícil el tema de confianza, de las relaciones entre bancos centrales que deben ser tomadas en consideración en estas nuevas circunstancias de nuestra economía y las circunstancias políticas de Venezuela», dijo Fernández.
Sobre los temas pendientes, señaló que el caso del transporte y el paso de los camiones hasta ciertas zonas de Venezuela y Colombia, quedó resuelto; dijo que queda por definir un tema institucional y que fue utilizado por los dos países durante muchísimos años y que le dio mucha estabilidad y profundidad a ese intercambio comercial, volveremos a eso o nos quedaremos con el Acuerdo de Complementariedad de la ALADI, si nos quedamos con este último que es mucho menos profundo, hay muchísimas cosas que hay que revisar porque ese fue un marco temporal que se utilizó cuando salimos de la CAN, es mucho menos profundo y se hizo en unas condiciones en la que Venezuela estaba envuelta en una fiebre importadora, además en unas condiciones leoninas, en las cuales el intercambio era favorable a Colombia con US$ 6.000 millones y Venezuela solamente exportaba 1.200 millones.
Ratificó que para Venezuela y el movimiento empresarial venezolano, estamos frente a un enorme desafío, no podemos cerrar al comercio internacional, pero tampoco abrirnos irresponsablemente , de manera que un tema a revisar, implica normas, implica tiempo y también las condiciones de cada quien, ratificando que es un enorme desafío tomando en consideración las dificultades que tiene el empresariado venezolano, tanto en el sector primario como el secundario, que van a comenzar a competir bis a bis con empresas colombianas que se han desenvuelto en un sistema más estable, que no han perdido la escala, que tienen financiamiento y servicios públicos confiables, por lo que señalan que se trata de un desafío por la falta de competitividad, por lo que se requiere de acuerdos entre las partes en esas áreas que están pendientes, los empresarios venezolanos van a tener mayor posibilidad de entrar al mercado colombiano.
«Por eso creo que esta es una historia que se está comenzando a escribir, nosotros la asumimos como un gran desafío y con la responsabilidades que implica el libre comercio con un país de las dimensiones de la economía de Colombia», dijo Fernández en Éxito 99.9 FM.