Corea del Norte disparó un misil balístico de corto alcance este domingo hacia sus mares orientales y cerca de territorio japonés, extendiendo una racha de provocaciones en forma de pruebas armamentísticas, durante la visita de un portaaviones estadounidense a Corea del Sur para ejercicios militares conjuntos en respuesta a la creciente amenaza nuclear del Norte.
El misil, lanzado desde la ciudad interior de Taechon, en el oeste de la península, sobrevoló el país durante 600 kilómetros (370 millas) a una altitud máxima de 60 kilómetros (37 millas) antes de aterrizar en en aguas de la costa este de Corea del Norte.
El director de Seguridad Nacional surcoreana convocó una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional en la que los asistentes condenaron el lanzamiento como una violación clara de las resoluciones del Consejo de Seguridad Nacional de Naciones Unidas y acusaron al Norte de avivar las tensiones en a región, según la oficina presidencial surcoreana.
El Comando Indopacífico de Estados Unidos dijo que el lanzamiento no supuso “una amenaza inmediata para personal o territorio de Estados Unidos o de nuestros aliados”, aunque recalcó el impacto desestabilizador de las armas nucleares y programas de misiles ilícitos de Corea del Norte.
El lanzamiento se produjo cuando el portaaviones de propulsión nuclear USS Ronald Reagan y su grupo de ataque llegaron a Corea del Sur para ejercicios militares conjuntos de los dos países, que pretenden mostrar su fuerza contra las crecientes amenazas de Corea del Norte.
El primer ministro japonés Fumio Kishida señaló en un comunicado que Tokio estaba “haciendo todo lo posible” para recopilar información sobre el lanzamiento y confirmar la seguridad de barcos y aviones, aunque no hubo informes de daños.
También se espera que la amenaza de Corea del Norte sea una agenda clave cuando la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, visite Corea del Sur la próxima semana tras asistir al funeral de estado en Tokio del asesinado ex primer ministro japonés Shinzo Abe.
Corea del Norte ha acelerado sus actividades de prueba a un ritmo récord en 2022, probando más de 30 armas balísticas, entre ellas sus primeros misiles balísticos intercontinentales desde 2017, y continúa expandiendo sus capacidades militares en medio de un estancamiento prolongado en la diplomacia nuclear.