#OPINIÓN El coronel psicópata y su añagaza #21Sep

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«La ambición suele llevar a las personas a ejecutar los menesteres más viles. Por eso, para trepar, se adopta la misma postura que para arrastrarse».
Jonathan Swift

Para quienes no logran percibir al vil hombre que se escuda tras la fachada de “decente y buena onda”, y les cuesta poner en evidencia y al descubierto a este engañoso personaje, les describiré cómo actúa este militar nunca más ascendido para hacerse pasar por un inocuo y gentil hombre para los embaucados, – porque no se engaña a quien se sabe engañado- , pues se mimetiza cual camaleón para aparentar la personalidad que quiere que usted perciba de él y que en su teatralizada versión “tira la piedra y esconde la mano”, manipulando el comportamiento de muchos, en lo que entre diversidad de cosas les dice a unos como ser infames en contra de otros y lo peor es que hay personas sin criterio que obedecen cuales borregos y se olvidan que podrían caer en manos de sus víctimas en otros escenarios pues la vida da sorpresas y muchas vueltas.

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En ello para hacerse pasar de hombre “magnánimo”, se comporta según los intereses circunstanciales con unos títeres como si fuera un hombre empático, mientras esa pasajera o provisional apariencia le sirva como escudo y placet para mantener en incógnito su alter ego, para mantener protegido al psicópata que mora en él, porque quiere dar apariencia de lo que no es, mientras esto le sea útil recurso para perpetrar la maldad, el sadismo, la injusticia y la corrupción. Asume pues en urgentes y necesarias ocasiones, la apariencia de hombre correcto, para distraer la percepción del observador y que la mayoría piense que lo que se dice de él es pura falsedad. Así distrae a los que se dejan distraer y les dice: “eso es falso” y los aduladores y los que tienen sus negociados y sus intereses inconfesables con el psicópata le siguen la corriente alcahueta y cómplice. ¡Y cómo no van a ser condescendientes con el coronel psicópata si son sus cómplices y sus monos voladores!

La conducta constante del coronel psicópata es la conducta que materializa con sus trastornos de la personalidad. Las conductas aisladas en las que él quiere hacerse pasar por hombre empático, lo que hacen es corroborar y rubricar su psicopatía. Él usa sus estratagemas maléficas bien calculadas para lograr sus fines perversos, así tenga que hacerse pasar por hombre bueno, o disfrazarse de Papá Noel con tal de hacer nacer la duda en las mentes de quienes lo observan pero no lo conocen y que lo ven con lentes empáticos sin aprovisionarse de los lentes para ver y percibir a los psicópatas.

Me escribe un funcionario sobre el que el perverso coronel perpetró toda la maldad que pudo saciar por envidia sobre este hombre y su trayectoria profesional y el veneno que pudo inocular que en su momento de euforia de poder le sirvió para lucir su psicopatía y quien dentro de todas las injusticias que el idiota moral o este narcisista militar le hizo insoportable la vida laboral e incluso la vida personal, pues se dedicó a entrometerse e invadir espacios particulares del funcionario para anularlo en diversos escenarios. Lo que desencadenó en el asesinato de su hijo autista, un inocente que tuvo la desgracia que el maldito coronel psicópata se atravesara en su camino. Un niño autista asesinado por un psicópata. Aunque usted no lo crea. Incluso para hacerse pasar por un hombre que está por encima del bien y del mal, aprovecha esa posición y el “jalabolismo” de algunos funcionarios, para desprestigiar a su víctima. Y el maldito pretende que ni lean los informes en su contra, porque ordena a sus cómplices que no los lean y algunos “guevones” le hacen caso, y él queda artificialmente lejano de toda la maldad que comete y propicia, pues tira la piedra y esconde la mano. Y para sellar con broche de psicópata, dejó sin trabajo al funcionario, para saciarse aún más en las desgracias que provoca para otros, que no le son ajenas porque él las diseña y las ejecuta.

Hubo gente empática que quiso poner sobre aviso al funcionario, y cuando lo hizo fue tarde, ya el coronel había coronado su maldad como el psicópata que es. El funcionario, no entendía lo que estaba pasando, hasta que pudo calibrar la mano enferma del coronel sicópata en todas las desventuras que estaba soportando.

Este coronel psicópata está en pleno uso de sus facultades mentales, su psicopatía no lo exonera de sus responsabilidades penales, civiles y administrativas, en el desempeño de su cargo ni por los delitos cometidos sobre las personas.

El asunto estriba en que la gente empática lo ve y lo observa con sus lentes empáticos y no han capturado que él actúa como todo psicópata y por tanto los observadores deben proveerse de los insumos necesarios para entender cómo actúa un psicópata.

Si no conocen a un psicópata, ni han lidiado con un psicópata, ni saben cómo actúa un psicópata, entonces no lograrán ver al psicópata que hay en el coronel.

El coronel psicópata no es un caballero, esa no es una constante en su modo de proceder. Él es malvado, entre otros trastornos de la personalidad posee el trastorno explosivo intermitente. Él es explosivo intermitente, tiene una conducta intermitente, tiene episodios repentinos y repetidos de conductas impulsivas, agresivas y violentas, o arrebatos verbales agresivos en los que reacciona con demasiada exageración para la situación. El coronel psicópata es un disfraz de persona y si decide comportarse aisladamente como un caballero en alguna ocasión, tengan la plena seguridad que algo perverso está buscando, porque nada de lo que hace un psicópata tiene de pureza o de inocencia, todos sus actos tienen su intención vedada o su intención perversa oculta. Todos los actos del coronel psicópata están premeditados para engañar y todos están encaminados a que le dejen coartadas y disimulos en su personalidad y en sus actos de corrupción.

No olviden los estudiantes de psicología forense y el público en general, mis respetados lectores, que el coronel psicópata posee varios trastornos de la personalidad, entre los que podemos enumerar, 1.- el trastorno antisocial de la personalidad o psicopatía, 2.- el trastorno narcisista de la personalidad, 3.- el trastorno explosivo intermitente, 4.- el trastorno megalomaníaco de la personalidad, 5.- el trastorno sádico de la personalidad, 6.- el trastorno histriónico de la personalidad y además padece varios síndromes en su caso específico y particular, tales como el síndrome de hubris , el síndrome Dunny Kruger, el síndrome psiquiátrico de licantropía – es desagradable realmente verlo como imita a un perro para amedrentar a sus víctimas – , es un voyerista, de conducta intermitente, hace uso maléfico del silbato de Galton y aplica el gaslighting como una de las formas oscuras de dominación. Es marcadamente un idiota moral, se desentiende cual idiota de las normas morales porque según no están hechas para él obedecerlas. Con esta hoja de vida, se darán cuenta que el coronel psicópata es una joyita engastada en los crédulos inocentes que le siguen el juego y en los aduladores que tienen sus intereses con él y por él en la institución que parasita.

Su cargo ni siquiera es representativo, lo explico de este modo. Su cargo no es de elección popular, no es escogido por los votos de nadie que no sea la influencia en razón de la cual un compadre lo colocó allí. Por otra parte nunca fue examinado ni psicológica ni psiquiátricamente para ocupar ese cargo y que al igual que su jefatura de personal son unos ignaros en materia de talento humano. Ellos llegaron para tratar con despotismo y esclavitud a los trabajadores. Que el coronel se las ha ingeniado desde hacer trampa para para ingresar a la escuela militar, hasta cometer tanta corrupción que le prohibieron seguir ascendiendo y lo mandaron a retiro obligado.

Valiéndose de su circunstancial y temporal posición de poder, comete perversas injusticias.

Un ingenuo funcionario le dijo a otro, me quedé sorprendido, el coronel actuó hoy conmigo como un caballero. Pues nada hay para sorprenderse, en efecto lo de hoy usted fue una actuación, porque el coronel es un actor maléfico. El padece el síndrome histriónico de la personalidad y cuando tiene que escenificar un personaje para lograr lo que ha planificado, entonces hasta de Papá Noel se disfraza. Su conducta es intermitente, hoy se ríe con usted y mañana le da la espalda si lo saluda, o le deja con la mano estirada, o se hace el sordo para que lo persiga hasta lograr que lo tome en cuenta porque un fan enamorado lo acosa. Porque los narcisistas como él quieren sentirse importantes, necesitan de público y que los idolatren porque se creen dioses en las alturas del poder, porque la grandiosidad es una de sus características. Necesitan ser tomados en cuenta, adulados y planear situaciones donde su presencia se salga de lo ordinario y aparecer como las estrellas del lugar y en ello hay incautos que le son aduladores. En los psicópatas narcisistas como el caso de este coronel, la educación y los buenos modales son de aplicación selectiva, según convenga a los escenarios, a las circunstancias y a las personas.

Este artículo es un homenaje póstumo a mi entrañable amigo Álvaro, quien pudo detallarme las perfidias del coronel psicópata.

«Los hombres que tienen los mismos vicios se sostienen mutuamente».
Juvenal.

Crisanto Gregorio León

[email protected]

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